I
Si te sobrevivo, casa…
……………..ningún lugar me será imposible.
IV
Algo fuerte
Alguna vez el lunar entre las líneas de mis manos
le reveló a una joven que “algo fuerte”
había en mi pasado. No consiguió distinguir si
fue tragedia o mediocre felicidad de infancia.
Su oficio de bruja no fue suficiente para evaluar
el deslave. Cuando dijo “algo fuerte en tu pasado”
lo habrá dicho por inercia encantadora que
atina en cualquier tristeza. Hoy veo mi lunar,
las líneas de mis manos, y sé que no hubo grito
roto en la mitad, jamás demasiado desespero,
demasiada indignación como para evacuar
la podredumbre en una guerra a muerte. Hoy sé
que no tengo “algo fuerte” entre las líneas de mis
manos. Lo tengo en el vientre, en la nuca,
en la jeta.
XIII
Digo en el diván:
copio modelos maternos
principios de misantropía
la lectura me abisma
decepción acumulada
aburrimiento crónico.
Cuadro de desencanto severo.
Asisto a él
justifico el letargo.
Y repito
me repito en el diván:
…………….estoy húmeda de intentos.
……………………….HÚMEDA DE INTENTOS d
………………………………………………….de intentos
………………………………………………………………..intentos.
XXIV
Nunca me he negado a llevar la cruz, señor.
Estoy acostumbrada a los clavos
…………………………………………………….a sangrar.
XXIX
Yo, Cristina
dejo constancia de mis intentos.
Algunos están a la vista
otros detrás de algunas hendijas.
Juro que me negué a doblar las rodillas
ante cualquier escozor.
Estoy dejando constancia de mis desvelos
de mis posturas antiofídicas.
Pero de súbito soy arrastrada al desierto
se acerca a tentarme el enemigo
y
ay,
yo de Cristo sólo tengo el nombre.