Límites
Cerco este abismo.
Qué pena.
Cuánta tristeza.
No reconozco mi propio encierro,
mi propia sed
que como el abismo
se marca
…………..SOLO/A solas.
Marcho a este encuentro
de los big bangs
de la mano de Dios
…de mi nombre
sé que dentro de él pesa la palabra
……es una espesa forma de mí mismo
un coágulo edificado del silencio paterno
……………………………….MI marca.
De ahí no he de escapar
habré de ser perseguido por letras impares
por viejas pronunciaciones
que me hierven la garganta
que ejecutan cada sonido
como si el cuerpo se formase
….con pronunciarlo
…con escupirle palabras
volverlo arcillosa nomenclatura
DEFINIÉNDOLO.
Este es el encierro
mi nombre
mi conjuro
La maldición.
Los rostros
Pierdo el rostro en cada palabra
me acechan las máscaras
cada calle
bulevar
y plaza
están repletos de antiguos yo.
He escondido mis caminos.
Prefiero transitarme en otra instancia
en silencio
cambiando mis bares sin rostro
por desenmascaradas ausencias
para encontrarme flojo
cuerda
salto al vacío
perdiendo eso que no sé qué es.
Yo o el otro
El enemigo.
La farsa.
Máscara
Me busco irreconciliable entre las paredes
los muertos que me sobreviven son parte de mi sangre
su rastro
su huella
es mi propio camino en el espejo.
No hay muerte que no sea capaz de vivir.
Sin mí
con mi propia ausencia.
Pues al final
me compongo de todos los rostros
de cada beso prometido
de cada alimento negado.
Pues a pesar de todo
aunque tengo un Padre Eterno
lo niego cada tanto para darme forma
aun sabiendo que yo no soy más
que un reflejo borracho de su esencia.
La noche
es un viaje paralelo a la despedida
donde todos mis muertos
se refugian
lejos
exiliados
de su propia máscara
yo me los pongo
los engullo
y me llamo por sus nombres
pues ahora
mi existencia
depende directo de su espuma
y no hay más que agradecimiento
nostalgia
porque mis muertos
cada uno con sus paredes
me conforma
y yo me busco en una máscara que no me pertenece.
- Poemas de Enmanuel Núñez - viernes 15 de diciembre de 2017