Presencia náufraga
Si alguien llegara
danzando con la muerte
esperaría hasta el final de la canción.
Los cirios se consumen.
¡Qué tiempo tan agreste
ondea sobre la herida!
En cuerpo seco de ángulos,
aristas fulguran solidez.
Después del vacío
el eco guarda silencio
y lo vierte sobre el pecho
de la nada.
……………………Presencia náufraga.
Si supiera deshacer herrumbre,
bastaría la amargura de tu duelo
a expensas de la noche.
Salve derrota
Páramo de voz,
perfume indiferente
enlaza el hueco de silencio
entre labios y astros.
Eres lo que el viento
arrastra en sus luceros.
Árbol petrificado,
penumbra silenciosa
que presagia cenizas.
Víctima amordazada,
no te atrevas a dar muerte a la noche.
Ronda el límite de la tiniebla
y repite el lamento en arrullos.
Así, entre sombras y quebranto,
apuñala a la distancia
embriagada de horizonte.
Salve derrota,
……………………muerte y resurrección.
Salve fracaso,
……………………memoria absoluta de tu miedo.
Desgracia
Aire que inunda encuentros arrasados por la muerte.
Herido, avanza hasta llenar el resquicio de mi alma,
dueño del cuchillo, corta de tajo y sin piedad los días
pues reclama la crueldad desorbitada de mis vértices.
Calor y luz entre los labios, preludio de la blancura
antigua que poco a poco se va pudriendo en el vacío.
Atmósfera que encalla en el horizonte de la nada,
ablución obligada, arbitraria raíz de mi desgracia.
Sueño
Movimiento suave de tus plantas,
danza perdida en el silencio.
Tu cuerpo estalla contra un instante
……………………y todo acaba.
Ceñida entre olivos: la nada.
Abraza, te fundes en su erial,
se deslinda de la bruma que la ahoga.
…………Y dejas que vierta
…………sobre tu frente
…………la mudez insomne
…………que envuelve
…………y el sueño límpido
…………que abraza.
Rumor de cadenas
ondula en lechos.
Amaneces a la raíz de su presencia.
Hoy las flores no están muertas.
Tragaluz
Se llama inmensidad
el hueco de tus manos.
Esta piel conoce
rumores de encierro.
Luenga revelación:
hálito impreciso de silencio.
Absorta en las paredes
se recuesta en el sitial
……………………la mirada;
llena de desencanto
clama a la aldaba
sin obtener respuesta.
Vencida,
se funde en la bruma,
sólo anhela albores de esperanza.
Volveremos a ver
la luz de una luciérnaga.
- Cinco poemas de Roberto López Martínez - lunes 7 de mayo de 2018