XXXVI Premio Internacional de Poesía FUNDACIÓN LOEWE 2023

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Poemas de Oswaldo Flores Cumarín

miércoles 12 de junio de 2019

Oswaldo Flores Cumarín

Con selección de Gabriela Rosas

Patiecito

A tía María
A Ramón Palomares

I

el gallo echó pata en el solar
y de un salto abandonó, a columpio,
la altura que se derriba en el muro, pero el charco
sigue ahí
sin lluvia y sin barco,
el charco sigue creciendo a tornasoles, ahora lejos, desde la ventana

 

II

el tiempo se ha colgado en la hilacha
guinda y saca la lengua como un aparecido
y soy yo, ahora, el que sigue la cuenta
yo soy el arenero

 

III

fumé y corrí
narré y cené
caí de los enormes muros como una hoja nueva
pero estos lugares envejecen conmigo
se agostan y ciernan sus temples

yo me he dejado un rastro para volver
una pieza de cemento con el nombre más secreto
que me guarde de la muerte
y de la palabra con que amé la tierra
cuando esto que ahora miento “yo” aún era un silencio

 

IV

ahora desperté en los años
el gallo ha desaparecido
yo he de arrastrar sus plumas sobre el suelo
para recordarlo

yo he de mirar su estaca para libarlo
yo he de presumir un canto
para librarme del suyo
porque este lugar agotó su claraboya
y ya no hay lombrices debajo de las piedras

 

Los perros mueren

Los perros mueren
como si anudaran por dentro

van ahincando carnes

uno sí que no
uno agoniza y se seca…..uno se va al hueso
uno se hace algo
más que muerte

en los perros en cambio
algo se va anidando…….ahí…..se quedan

uno no

uno va muriendo y nadie sabe

 

Cuarto de hospital

A Enrique, que se asoma

El cielo cuelga y parece piel
nada de otra vida, de otro mundo, de otras formas

sólo parece piel:
un cuero de luz colgado de las ventanas

la camilla es lo más ajeno
no es de nadie

hay ahí
invisibles
acostadas…..todas
las muertes

viendo las carnes del cielo resquebrajarse en una fracción de luz


dentro de la cabeza. en una sinfonía matemática. sucede el orden increíble. suceden a la glándula todas las dimensiones y cada cuadrante. cuadrilla. o perímetro. levanta la intuición. y decanta el ritmo. de cada cosa en su presunto:

Ese auto. y su velocidad
la zancada en los cuerpos. mi peso
mi vectoriana magnitud. y su resistencia al soplido. el cálculo silenciado de las revoluciones. de sus minutos. todo en mí ya lo sabe. seré capaz con certeza. no llegaré al golpe. inocuo me libraré de esta prolongada formación. pero de una acera a otra acera. mis cálculos. no son. siempre. perfectos: hay gente capaz de matarte por la orden de un semáforo.

Oswaldo Flores Cumarín
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