Silenciador
En la tarde amordazada
cuatro sombras
rasgan el aire espeso
de cuatro tiros. Cuatro cuerpos
caen al suelo:
Cuatro realidades truncas.
Duelo
Quiere darle un nombre a eso
Y no sabe.
Se cae de rodillas. Y suplica
pero ya nada sirve. De repente
su cielo roto es un pañuelo negro.
Puerperio
Madre propia y ajena
se desgarra la tarde que ha parido
el silencio y el grito
y la desesperanza.
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