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Descubren en la Biblioteca Nacional de España ejemplar pirata de una obra de Lope de Vega

martes 2 de febrero de 2021
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“El castigo sin venganza”, de Lope de Vega
El impreso ilegal podría ser la edición príncipe de la obra.

Los investigadores Germán Vega, de la Universidad de Valladolid (UVA); Ramón Valdés, de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), y Alejandro García Reidy, de la Universidad de Salamanca (Usal), identificaron en la Biblioteca Nacional de España un ejemplar único en el mundo, una primera versión de la obra El castigo sin venganza, de Lope de Vega, que luego el autor descartó, y que fue editada ilegalmente.

Lope de Vega (1562-1635) tenía casi setenta años cuando culminó el 1 de agosto de 1631 esta obra, cuyo manuscrito autógrafo se conserva en la Biblioteca Pública de Boston y es considerado por los expertos una joya, ya que contiene muchas tachaduras, adiciones, correcciones y reescrituras que permiten seguir su proceso creativo.

El castigo sin venganza fue una obra especial para Lope de Vega, quien la escribió cuando empezaban ya a retarlo los nuevos poetas (él los llamaba “los pájaros nuevos”), entre otros Calderón de la Barca. El ejemplar, único en el mundo, se encuentra en un importante fondo de “sueltas” teatrales de la BNE que los investigadores siguen estudiando. A estas ediciones se les llama “sueltas” porque se trata de la obra en solitario y no en un volumen con doce obras, como se estilaba entonces.

La edición identificada se realizó en Sevilla, por entonces parte del Reino de Castilla, donde desde 1625 no se autorizaba la impresión de comedias por su cuestionable moralidad.

Se trata de una edición “pirata”, sin los obligatorios datos de imprenta, pero que pudo ser la primera impresión de la obra de Lope, lo que se denomina edición príncipe (“editio princeps”), según se anunció el lunes 1 de febrero en un comunicado conjunto con la Biblioteca Nacional de España.

“El texto del impreso debió de originarse muy tempranamente, incluso antes de las primeras ediciones conocidas hasta ahora, porque recoge el primer título que figuró en el autógrafo, ‘Un castigo sin venganza’, y no ‘El’, y, por otro lado, lo que resulta muy significativo, la primera versión del final, en que Lope tachó varios versos para reescribirlo y perfeccionarlo”, explica Valdés.

Es una versión “menos impactante, pues no muestra en escena los cadáveres de los amantes protagonistas, y con intervenciones más breves”, que no fue recogida en ninguna otra edición, ni las que hasta ahora se creían las primeras, que fueron promovidas por el propio Lope de Vega.

Por eso cree posible que esta edición derivara de lo que se conoce como “manuscrito de compañía temprano”, es decir, un manuscrito de los que se copiaban en las compañías de teatro para su puesta en escena, añade Valdés.

El análisis demuestra que la edición identificada se realizó en Sevilla, por entonces parte del Reino de Castilla, donde desde 1625 no se autorizaba la impresión de comedias por su cuestionable moralidad.

Durante esos años de suspensión de licencias se imprimieron muchas obras ilegalmente en Sevilla y el negocio ilegal de impresos teatrales en la capital hispalense, sin datos de imprenta, o con datos falsos, fue denunciado repetidamente por los dramaturgos, incluido el propio Lope en el prólogo de la edición que él promovió en 1634 de El castigo sin venganza.

La imprenta sevillana que produjo el ejemplar ilegal fue la del impresor Gómez de Pastrana.

Según estos expertos, tal vez esta edición ilegal sevillana fuera precisamente lo que empujó a Lope a publicar su propia edición (en Barcelona para esquivar la prohibición vigente en Castilla).

En esta edición ilegal, el impresor añadió tras el título un lema que decía “Cuando Lope quiere…”, y que parece aludir precisamente a ese ambiente de rivalidad que enfervorecía al público del que era el gran entretenimiento de masas de la época, el teatro. Es la primera edición que usa este lema, ya que hasta ahora sólo se había documentado en una mucho más tardía.

Varios rasgos del nuevo impreso localizado han permitido a los expertos reconocer la imprenta sevillana donde apareció: la del impresor Gómez de Pastrana. La comparación pericial del impreso sin datos de Un castigo sin venganza con otros libros legales de este impresor (los que sí llevan su pie de imprenta) demuestra que la tipografía y otros detalles muy peculiares coinciden.

“El catálogo legal y conocido de Gómez de Pastrana es tan escaso que se diría que insuficiente para vivir de ello. Eso hace sospechar que imprimía más de lo que legalmente publicaba y reconocía con su pie de imprenta ‘con licencia en Sevilla, por Pedro Gómez de Pastrana. A la esquina de la Cárcel Real’”, explica Germán Vega.

“También sabemos que unos años más tarde un inspector requisó en su imprenta paquetes de comedias impresas ilegalmente y decretó su prisión”, agrega Vega.

Vega, Valdés y García Reidy dieron con el impreso por casualidad, ya que en realidad estaban buscando otro, que estaba en Berlín antes de la Segunda Guerra Mundial.

Cómo se hizo Gómez de Pastrana con una copia de la obra es todavía un misterio, pero pudo ser producto de una acción ilegal y, desde luego, sin conocimiento del propio Lope, señalan los investigadores, que plantean dos hipótesis relacionadas con las compañías teatrales que interpretaron la obra en la época.

Una de ellas deriva de la compañía de teatro de Manuel Vallejo, importante en la época y poseedora legalmente del manuscrito original de El castigo sin venganza, lo que se sabe porque en el reparto que figura en la primera página del autógrafo de Lope están los nombres de sus actores.

En este reparto aparece el nombre de una actriz, María de Ceballos, cuyo personaje tenía muy poco papel en la obra, que en febrero de 1632 ya había dejado la compañía de Vallejo con su marido —el actor Diego de Guevara, no incluido en el reparto— y habían pasado ambos a la de otro director, Pedro de Ortegón, cuya presencia en Sevilla está documentada al menos en 1634 y 1635. Este cambio de compañía quizás pudo tener algo que ver con la copia que llegó a manos de Gómez de Pastrana, a cambio de la correspondiente suma de dinero.

“También sabemos que otra compañía más, la de Juan Martínez de los Ríos, representó la obra con su primer título, Un castigo sin venganza, en palacio ante sus majestades el 6 de septiembre de 1635, pocos días después de la muerte de Lope a finales de agosto, sin duda para rendirle homenaje. Quizá esta compañía esté relacionada de alguna manera con esta nueva edición localizada”, apunta Alejandro García Reidy sobre la segunda posibilidad.

Vega, Valdés y García Reidy dieron con el impreso por casualidad, ya que en realidad estaban buscando otro, que estaba en Berlín antes de la Segunda Guerra Mundial y que todavía no han encontrado, aunque se ha revelado ya con seguridad menos importante, pues algunos rasgos textuales y formales demuestran que deriva de la edición ahora localizada.

Fuentes: BNEEFE

 

Letralia

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