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Pidió ser sepultado en Cuba.
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Antonio Esteve Ródenas, conocido para el arte como Antonio Gades, perdió su lucha
contra el cáncer y murió el pasado 20 de julio, a los 67 años, en el hospital madrileño donde llevaba
varios días ingresado. Poco antes, el bailaor había dispuesto una ceremonia íntima para su incineración
en Madrid y dejó instrucciones para que sus cenizas fueran trasladadas a Cuba y entregadas a su amigo Raúl
Castro.
Gades escribió en su lecho de muerte a su viejo camarada Raúl Castro, hermano de Fidel Castro y
ministro de las Fuerzas Armadas. En su "testamento político" y último mensaje a Raúl anunció
que su viuda, Eugenia Eiriz, y sus tres hijas, María Tamara y Celia, le entregarían sus cenizas en La
Habana. "Haga con ellas lo que usted crea conveniente", escribió Gades en una hoja membretada del
hospital Gregorio Marañón de Madrid.
"Jamás pensé tener el honor de llegar a ser su compadre, pero desde que le conocí siempre estuvo
dentro de mí por su firmeza, su ejemplo de verdadero comunista y su fidelidad a nuestro comandante (Fidel
Castro)", afirmó Gades. "Quiero que sepa que lo único que siento es no haber hecho más por la
Revolución", añadió.
La llegada de Eugenia y las tres hijas de Gades a La Habana fue el pasado 22 de julio y se mantuvo en la
más absoluta discreción. Las emisarias entregaron los restos del bailaor al Ministerio de las Fuerzas
Armadas Revolucionarias, donde tuvo lugar una sencilla ceremonia, presidida por Raúl Castro, su esposa
Vilma Espín, el ministro de Interior, Abelardo Colomé Ibarra, y el jefe del Estado Mayor, Álvaro López
Miera.
"En atención a sus excepcionales cualidades artísticas y humanas y a su condición
revolucionaria", sus cenizas quedarán provisionalmente en una de las salas del Ministerio hasta su
traslado a la Sierra Maestra. Allí reposará en el Mausoleo del II Frente Oriental Frank País —actualmente
en reparación—, donde fueron sepultados los combatientes caídos durante la revolución.
La pasión de Gades por Cuba se remonta a 1975, cuando realizó su primera visita, se enamoró de la isla
y nunca pudo abandonarla del todo. Su penúltima visita fue en noviembre de 2003, cuando, aprovechando un
permiso médico, viajó a bordo de su velero, el "Luar 040" (Raúl al revés), en honor a Raúl
Castro, y 040, el indicativo en la guerrilla de Colomé Ibarra. Gades, el "capitán Chinche", como
le apodaron sus compañeros de viaje, salió del puerto mediterráneo de Altea, al este de España, en
noviembre, y llegó a La Habana a fines de diciembre, cumpliendo su viejo sueño de repetir el viaje a Cuba
que realizó en 1992.
Apareció de nuevo en La Habana en junio para recibir de manos de Fidel Castro la medalla "José
Martí", la más alta condecoración que concede el Gobierno cubano, por "su amor, amistad y
fidelidad inquebrantables". La revolución cubana "me ha confirmado que mis ideales
revolucionarios no eran los que algunos pretendían hacerme creer equivocados y sólo obedecían a una
epidemia de juvenil romanticismo", dijo entonces el bailaor español.