Pasaje del signo (extractos)
Graciela Wencelblat
(Nota del editor: recientemente apareció el poemario Pasaje del signo, de la argentina Graciela Wencelblat, del cual ofrecemos hoy a nuestros lectores algunos extractos).
"Acaso sea poco lo que queda:
la inquebrantable fe,
el insistente amor,
las ataduras con todo lo imposible".
Olga Orozco.
Hecha de bordes y principios
que hacen y deshacen las sombras,
acuciada por el tiempo
envuelta en secretos
Soy Yo,
Graciela
atada a este nombre
Resistiendo.
***
Nadie sabe de mí:
de las horas perdidas
dónde estuve
en quién pensé.
Nadie sabe de mí:
de la pena
del corazón seco.
Nadie sabe de mí
escondida tan hondo
que no me encuentro.
***
Algo salió de mí
sin pedir permiso.
Algo que me dejó de pie
incapaz de levantar vuelo.
Si pienso:
salió el amor
se desata la tormenta.
Algo o alguien salió de mí:
qué entró
nadie lo sabe.
***
Ser pasto verde
arrollada
en la sombra
de las hojas,
envuelta
en el olor
de la retama.
Ser
irónicamente mía
lejanamente tuya
partiendo.
***
Fue un pliegue
en tu abrazo,
una mueca en tu silencio,
presencias invisibles.
Me fui haciendo tenue,
vacía de nosotros.
Tiempo que pasó
y yo
sin darme cuenta
detrás de un vidrio opaco.
***
Sola,
bajo el cielo
que sostengo
sin voz, sin rostro
después de un lento aprendizaje
marcial.
Porque hubo una guerra.
No sé si la perdimos
pero sí
que
algo cambió
para siempre.
***
Eran verdes y oscuros
se aclaraban con el sol,
brillaban
pura curiosidad
alegría porque sí.
Era un tiempo
sin recuerdos
sólo principios.
***
Aquellos días cobijaban el futuro.
Cualquier cosa podía suceder
todo pasaba entre sus manos
delante de sus ojos.
Turbada,
recuerda la pasión de aquellos días
donde apenas un roce los desnudaba.
Y el amor siempre cerca
esperando para soltarse.
***
La distancia recrea el amor.
Nacen buenas intenciones,
caricias,
que preparan el reencuentro.
Sin embargo,
desde la sombra
una mano rompe el espejo.
***
Algún día
cuando él llegue
ella no va a estar:
todo el arsenal
de su mirada
en otro puesto.
Se preguntará
¿por qué se fue?
¿por qué lo dejó solo?
No hay respuesta:
sin pensarlo,
se fue.
Así nomás
como si fuera otra.
***
Se acabó el tiempo de las flores,
de las cerezas oscuras, crujientes
para morder entre besos.
Él llega como un rumor de tormenta
y ella,
más que nunca
se siente perra maldita.
Se queda inmóvil como un lagarto
tratando de escuchar otro sonido.
***
Tendría que cerrar la puerta
con candado, romper las cartas,
las fotos que fueron dibujando
nuestra vida.
Abrir la ventana y volar.
Pero el amor
vuelve a hacerse
en la derrota,
el borde de una herida,
en la piedad que vacila
y calla.
***
¿Palpás el aire?
El ruido del liquen,
¿Ves la sombra que dibuja en la noche?
Lo fugaz del encuentro,
la insistencia de la duda.
¿Sentís en el cuerpo la brisa,
como una distracción?
¿Palpás el aire?
***
Rompió los espejos,
buscó cómplices para sonreír
en el atardecer,
mientras el sol cae
vertical
sobre la tierra.