
La planificación al escribir es clave y nada mejor para organizar el contenido que estamos creando que tener un calendario editorial, un instrumento que adaptado en el formato que más te guste pueda ayudarte no sólo a concentrar todas las ideas que quieres abordar en tu proyecto literario sino también a definir fechas y recursos, coordinar tiempos, y medir resultados. Interesante, ¿no es así?
Aunque tener un calendario editorial es algo bastante común, hay profesionales de distintas áreas —incluyendo a los escritores, por supuesto— que no consideran necesario aplicarlo o que nunca han intentado trabajar con uno, bien sea porque subestiman su alcance, o porque consideran que crear uno no es algo que esté en sus manos.
Armar tu calendario editorial puede ser tan sencillo como crear una hoja de Excel, un documento en Word, o escribir en una libreta. Lo importante no es el método sino el contenido que, con total honestidad contigo mismo y con tus tiempos, incluirás allí.
En Letralia tenemos nuestro propio método de organización. Creamos un calendario editorial en el que apuntamos desde los textos que nuestros más de 3.000 autores nos envían para su publicación, hasta los artículos y todo tipo de recursos formativos que la revista comparte con todos sus lectores.
Hay tres pasos indispensables para crear un calendario editorial. Te los describimos a continuación.
Índice
Elige un formato que sea cómodo para ti
Como ya lo adelantamos al inicio de este artículo, lo más importante al trabajar en la planificación de tu trabajo como escritor es la comodidad. Aquí le sumaremos un punto adicional: la imaginación.
En Letralia el rey de la planificación es Excel, pero buena parte del trabajo queda entre notas que apuntamos en libretas. Si tú también te sientes más animado a trabajar con papel aun en medio de tantas aplicaciones móviles y otros recursos a tu disposición, sigue tus instintos. Lo más importante es procurar que ese calendario sea tan cómodo y cercano para ti que vuelvas a leer con mucha regularidad. Volver a los objetivos una y otra vez, tenerlos vigentes, es clave.
Define fechas de trabajo, objetivos y pasos a seguir
Otro punto importante es definir las secciones que tendrá tu calendario. Aquí serás tú quien decida qué elementos incluir, pero estos son los más importantes.
- Fecha de publicación. Ajustada a tus tiempos de creación y a la jornada de trabajo que mejor se adapte para ti.
- Nombre de la publicación o del proyecto en el que estás trabajando. En caso de que tu proyecto cambie de nombre con regularidad también podrías apuntar todos estos cambios y al final tomar una decisión.
- Tiempo estimado para la finalización del proyecto. Tener una fecha estimada para el cierre de cada actividad (investigación, selección del contenido, redacción, corrección, primera y segunda lectura) puede ayudar a mantener el foco en cada una de las tareas en las que estés trabajando.
- Tareas divididas por semanas. Entre una y dos semanas puede ser el tiempo ideal para que trabajes en un punto específico de tu proyecto literario. ¿Estás trabajando en los personajes de tu historia? ¿Estás recreando los escenarios? Mide el tiempo de cada tarea en semanas y haz todo lo posible por cerrar ese tiempo con tu meta lograda.
- Objetivos de la semana. Además de fijar tareas procura establecer objetivos bien sea por semana o por mes. Recuerda que cada objetivo debe ser siempre real a tus posibilidades, incluso cuando alcanzarlos signifique un reto para ti.
- Lecturas obligatorias o tiempo para investigación. Esto también es un punto importante que puedes incluir en tu calendario. Si concentras todos los temas que debes o deseas investigar para llevar a cabo tu proyecto literario, estarás creando una bibliografía a la que podrás acudir con regularidad y hasta compartir.
- Este es uno de los puntos cruciales del calendario, pues es para eso que se ha creado: para medir resultados y hacer seguimiento de tu manuscrito y de tu obra en general. Anímate a crear una casilla, una página o lo que quieras, en donde puedas apuntar los resultados que has obtenido con tu trabajo. No tengas miedo si al principio las cosas no terminan como las habías concebido en un principio, lo importante aquí es que no dejes de insistir.
Escribir con honestidad sobre los resultados que hemos conseguido en un proyecto puede ser la mejor forma de estimularnos a nosotros mismos para seguir creando. Sólo nosotros sabemos cuánto damos para que un proyecto literario se haga realidad.
Según el proyecto que tengamos, agregamos o disminuimos la cantidad de puntos fijados en nuestro planificador. Una vez más: lo importante es que el escritor se sienta satisfecho y que todo lo importante esté siempre a la vista.

Un calendario concentrará todas tus tareas, pero la decisión de realizarlas está en ti
Es válido planificar todas las tareas que tienes que desarrollar para escribir tu historia hasta el final, es bueno tener un lugar donde apuntar ideas y reunir datos claves que te sirvan a modo de bibliografía y más, pero es aún mejor tomar la decisión de aplicar todo lo que habías planificado. En pocas palabras: luego de crear tu calendario es momento de trabajar.
Marcar como completadas tus tareas te hará sentir que sí estás avanzando con tu manuscrito, y esa sensación de placer te llenará de buenas energías para que sigas creando. Eso sólo lo crearás si das un paso más allá de la planificación y decides actuar.
- Los 3 errores que cometen los autores al promocionar su obra - martes 25 de junio de 2019
- Esta es la rutina ideal para escribir cada día - martes 19 de marzo de 2019
- ¿Quieres escribir más rápido y de una forma organizada? ¡Crea un calendario editorial! - martes 19 de marzo de 2019