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Cuatro poemas de Eréndira Corona

miércoles 8 de abril de 2020
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Mimetismo

Inmutable el vaso en el buró
aguarda la mirada pertinente
que lo rescate del olvido casual
y lo restituya a la danza
de una realidad estridente.

Azuzo la tranquilidad de sus partículas
le tiendo una trampa con la mente
o es mi mente la que me tiende la trampa
al dilucidar lo que hay detrás
de su superficie llana y transparente.

Me enamoro de su simpleza,
de su frágil existencia
que se aferra vehemente
a una impredecible trascendencia.

Agoto los espacios aparentemente vacíos
entre su universo amorfo y el mío.
Creo, compartimos el simulacro del orden
dentro de nuestro ya caótico hastío.

 

Delta

Pongo en pausa los senderos desordenados,
trazos irreverentes,
volutas de humo en el café.
Paralizo la danza del incesante jazmín
que benevolente se asoma por la ventana
revelando el ensueño de un jardín que no existe.
Suspendo la luz con finura de arena dorada
pobladora del aire desierto en la habitación.
Vuelvo uno a uno los pasos sobre mí,
me desvanezco en el horizonte de un anhelo.
Deseo que vacila con reinventar el escenario,
reproducir en reversa el aroma silente de la flor
saborear el color inexistente del paisaje enajenado
y acariciar lo que yace al este…
del canto de un ruiseñor.

 

La ilógica de una mosca

#include <Drosophilidae.h>
DrosophilaMelanogaster mosca_X;
especie main()
{
/* La ilógica de una mosca
su vuelo insustancial
líneas de un algoritmo
que me compila la paciencia
improvisada retórica
código disfrazado de azar
errática la inteligencia
de aerodinámica vorticular */
}

 

Casa de Asterión

Cada noche cierro los ojos,
y me pierdo en un camino de sombras.
Desvanezco tierna en el vacío,
habito la simplicidad absoluta.
Mi castillo de arena se desarma
a orillas de un mar que nunca cansa.
Lugar donde habita lo imposible,
y entre espíritus libres, se anda.
Casa de Asterión, laberinto indescifrable.
¡Oh Ariadna!, no me salves.
Deja aquel hilo rojo,
que en el laberinto se acuna.
Y déjame ser nadie, para siempre…
Mientras me disuelvo lentamente,
en la frágil memoria de la Luna.

Eréndira Corona
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