Muscidae
Nadie escucha el corcovo germinar
su sonido aplaca las palabras
que pisan la luz de las hijas colgantes
Muscidae
lamido de piedras
abandonas los trastos del ocaso
tomando reflejos del vidrio
que une plegarias
mientras el verdugo
silencia desidias.
Fausto
Ya no hay vueltas
encierras al desvalido en tu aliento
entregas los enigmas
dentro de una tonada
que anuncia velos y soledades
Atormentas a una respiración
que se sofoca en un solo aliento
para entrar en el silencio
Sin despedidas ni abrazos
las máscaras separan
cuerpos sin rostros
al mirarte
El conjuro
Ahora pierdo
el azafrán de mis entrañas
cada gota del pistilo
embauca los conjuros
mientras sigo
sentada en la memoria
de un pájaro
vislumbrando pecados
Barajas del tiempo
Entro en las barajas del tiempo
cortejando lágrimas en paletas
los sabores irradian sonrisas
plasmadas en pétalos
Quizás cuelgo la luciérnaga
que arrastra rumores
su mariposeo rompe aguaceros
Escucho el pasto entrelazando hormigas
donde la tarde acuesta su respiración
para reposar su aliento
Adamantas
Murmura la sombra de mi sombra
en la palma del Corintio
Ojalá el tiempo de un leproso
posea las piedras seductoras
que me dejen olvidar
las púrpuras espigas
que rozan el frío en tus pupilas
Mis insomnios suavizan los egos
que desvisten paraulatas
y corro
Abrigo las puertas
escondiéndome en las hormigas
que tejen mi rostro
mientras las libélulas
trenzan amarguras
en caminos que callan historias
de quien soy y no fui
- Poemas de Kharim Socorro - viernes 25 de febrero de 2022