Todo es insoportablemente ridículo; nuestra titánica misión es no asumirlo.
Hay dos vidas: cuando juegas con ella y cuando juega contigo.
La vida, desgraciadamente, enseña demasiado.
Madurar es asumir que la verdad no coincide con tus deseos.
A veces la verdad se te revela de una forma tan brutal que no te queda más remedio que despertar.
La juventud es maravillosa; no sientes que estás en deuda con la vida.
Me despertaron de la nada para decirme que soy nada.
Por muy abstracto que sea Dios lo es menos que la nada.
La “fe” mueve montañas; la razón hace túneles.
Aburrirse es hacer ganchillo con la muerte.
Sería justo que una lágrima de un hombre pudiese apagar el sol.
El niño en cada puñado de arena encuentra un deseo.
La gente habla tan bien de los muertos porque nadie los envidia.
A veces, por no poder soportar la soledad, me he metido en jaulas de caniches.
¡Ojalá existiesen los fantasmas, viviríamos más acompañados!
La soledad le escribe cartas al olvido.
Escribí un libro sobre el otoño y se le cayeron las letras.
Quiero un libro en mi ataúd; por si acaso.
Anómalo como un piano de una sola tecla.
Suicida como Hemingway sin Cuba.
La estupidez es el mayor de los mercados.
Yo también odio a Paulo Coelho.
Al pavo real sólo le falta defecar mariposas.
El tiburón es un cocodrilo que se ha hecho un lifting.
Las jirafas se merecen collares.
Anoche tuve una pesadilla; soñé que estaba dentro de una calavera.
El viento no tiene guion.
Las nubes nos dan la impresión de libertad porque el viento es transparente.
El notario dejó escrito un epitafio en su tumba:
“Doy fe de que estoy muerto”.
El demonio es un ángel que dejó de ser cursi.
El átomo destruyó la divinidad del emperador japonés.
23 f: el día que España superó a Berlanga.
Almirante de un iceberg.
Nefertiti sin peinar.
¿Quién puede vengarse del azar?
- Aforismos de Javier Sanz Gómez - lunes 16 de mayo de 2022