Huyamos a Hiperbórea
Que un carro dorado
tirado por cisnes celestiales
nos lleve a la ciudad
donde nunca envejezcamos
ni pensemos en la muerte
Allá donde no existe oscuridad
Prepara tu maleta
Hoy saldremos muy temprano
No temas este viaje
Ni vuelvas la mirada
a este mundo derrumbándose
Huyamos a Hiperbórea
Escapemos de este extraño mundo
Vivamos juntos para siempre.
Él es mi buda blanco
pequeño dios
que se le adhieren mis costumbres
y ama verme comer carne
Yo soy su mal
su veneno
la serpiente
que duerme a su lado.
Ayer una abeja voló hacia tu oído
Quizás quería contarte un secreto de gigantes
o un extraño volar sobre una línea Hartmann
En su cuerpo de luz llevaba un filtro
Un hermoso polen de la extraña creación del éter
Pero el oído de los hombres
no entiende la voz de las abejas
Ese perfecto murmullo de la naturaleza infinita.
Despertar de la ilusión hecha piedra
pedazo de sal sobre la boca
Despertar en los libros esotéricos
Madame Blavatsky
Steiner
Los Vedas
El libro de Thot
Despertar del miedo a las blasfemias
y de un sueño donde un yogui lanza gritos
en un bosque dormido
Despertar y comprender
que la verdad es sólo una.
Mi macho de los 4 vientos
brama
Su babeante boca
la gloria
Sus dos blancas pezuñas
un camino para no morir
Él es mi dios blanco
de abdomen
amplio
profundo
como un buda de la suerte
Él, mi macho de los cuatro vientos
encanto terrestre
de su lomo de toro nazco
redimida
con cuatro vestidos de gloria
Él es la resurrección
La respiración de un dios
de ardiente figura numerada
En quien espero los inviernos
para explorar todas las estrellas.
Oración por la conservación de la belleza
Dios, tú que también eres hermoso como Él
sabrás entenderme
Me enamoré por su belleza
De su par de piernas blancas
cristalinas
de sus grandes ojos azules
como el color del lago de Zurigo en primavera
Supe que lo amaría
cuando lo vi por primera vez
frente a la pantalla de mi computador
Fue un flechazo cibernético
Hablamos sobre mitos
el cosmos
y civilizaciones milenarias
Un día dijo:
¡Iré a visitarte!
No pensé que lo dijera en serio
Pero llegó el día en que cumplió lo prometido
Van 7 años desde entonces
Dios, tú sabrás entenderme
Tú creaste el sexo y el amor
Por eso a ti clamo
¡No permitas que su cuerpo se desgaste!
Ni que sus ojos se ensombrezcan por una vejez prematura
Que la enfermedad no toque sus rodillas
Ni que su espalda blanca llena de lunares
se doble en su vejez
Mantenlo rebosante de belleza
como Jesucristo en los frescos de la Capilla Sixtina
Blanco y hermoso como flor de loto en el estanque
Con los miembros firmes
Que cuando yo despierte
observe todas las mañanas la belleza de su cuerpo
su perfecta piel generosa al tacto y a los besos
A ti clamo, Dios, creador del sexo y la belleza
que no me abandone
Juntos recorramos el mundo
Después cansados
durmamos uno junto al otro mientras vivamos.
A dónde se fueron los dioses de mi infancia
Los que descendieron en paracaídas blancos
Me enseñaron la voz de los que corren
La necesidad de los que claman
Yo recostada en el patio de la casa
quise jugar dentro de sus brazos
Pero la noche se hizo gigante
Me amordazaron los labios
Sentí el crecimiento de cada hueso
Del otro lado mis hijos danzaron
en la inalcanzable muralla de los vientos
¡Madre, cúbreme los pies!
Hoy descenderé a verlos
Amorosa me posaré en sus labios
Hoy parto con un cuerpo diferente.
Marco, el italiano
Espigado y hermoso
como planta de trigo en la llanura
estaba Marco en la discoteca
Me miraba
Yo hablaba con Matilde
Sentadas bebíamos cócteles
de esos llamados pantera rosa
Yo era delgada
de huesos largos como los suyos
Seguro que si hubiésemos tenido niños
hubiesen sido hermosos
tornasolados
naranjas
magentas
unos largos tulipanes en la primavera
Ese día Marco se me acercó
habló conmigo y bailamos
Conversamos sobre boberías
pero reímos
En un lugar así
Sólo se puede hablar de cosas vanas
Matilde bailó con el amigo que lo acompañaba
Ellos nos observaban
Veían chispas en nuestros cuerpos
La discoteca cerró
Nos despedimos
con un delicioso lamido de pantera azucarado
Intercambiamos números
La emoción deslumbraba en mi cabeza
Soñé con esos hermosos niños por casi un año
Pero no llamó
Sólo una vez envió un mensaje que decía:
¿Qué haces hoy?
Yo le respondí
voy a casa de mi madre
No contestó
No le di importancia
En realidad iba a hacer Skype
con otro muchacho también hermoso
que recientemente había conocido
Nunca más volví a saber de Marco, el italiano.
- Poemas de Laura Nieves - viernes 16 de septiembre de 2022