Mariana, la obra de tu cuerpo estrella enaltece más aún, ya que es lo que sugieres, pongamos a un cuerpo solo en un cuarto rojo solo, con un hombre rojo llorando en la noche negra, con algo de bebé trasnochador en sus lágrimas caen sus ojos, y un cabello rubio deshonor por sí solo, los trámites entre los desgraciados solos, solo bajan negros únicamente a la falsedad negra entre los únicos borrachos de negrura no podrán ser otros ellos, yo sí

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