Kalathos Ediciones, en Madrid, acaba de publicar este poemario de la venezolana Camila Ríos Armas en una edición bilingüe (español e inglés). En el prólogo del libro, el ensayista y poeta Adalber Salas Hernández escribe: “En A una llama del lugar ocupan un lugar especial los relojes. No podía ser de otra forma. Pero la atención que Ríos Armas les presta no se traduce en elogio o, siquiera, asombro. Por el contrario, elabora la crónica de su fracaso. Desde una perspectiva temporal que renuncia a la ficción de la linealidad, a la falsa seguridad de lo progresivo, para abrazar lo discontinuo, los relojes no pueden ser más que tristes animalitos de cuerda. Artefactos empeñados en imitar el vaivén interno, sístole y diástole de los seres vivos”. El libro será presentado el sábado 5 de agosto en la librería Kalathos, en Caracas.

A una llama del lugar
Camila Ríos Armas
Poesía
Kalathos Ediciones
Madrid (España), 2023
ISBN: 979-8363902307
204 páginas
Reloj de sol
Con Hans Christian Andersen
Sabré mi soledad cuando mi sombra salga por la puerta
a hacerse cuerpo
Volverá
y su longitud o la dirección de sus pies
serán las que me den el tiempo exacto de mi muerte
La noche es el único antídoto a mi partida.
Reloj de agua
Gotea el tiempo con la misma frecuencia
que pasa la sangre por mis venas
fluir constante
Soy
clepsidra
Mantengo la espera robando agua de otros caudales.
Reloj de fuego
Marcar la cera
asegurar mayor precisión en el transcurrir del tiempo
¿Cuántas velas ha durado esta vigilia?
Rezo por una ráfaga
que acelere la fundición
Se consume la eternidad
al fondo de nuestros ojos
La llama es la hora que en este tiempo mide mis actos.
Reloj de arena
Cuántos granos de arena entre hoy y ayer
entre las diez orquídeas en el balcón y el brote que será flor
entre esta calma y los árboles atravesados por la tormenta
Cae el tiempo
por el agujero oval
arriba el presente
abajo el futuro
De pronto
vacío el ahora
el mañana ya está lleno
Girar el reloj y ser un retorno eterno.
París
El Sena amaneció sereno. La quietud de su agua me renueva. Ser agua que siempre va, que siempre viene. Ser quietud vaivén de las corrientes. Mantener mi cuerpo eucalipto morado. Pecho rosa tallo con espinas. Hacer nadar las palabras ausencia y presencia. Hablar pájaro que canta. Imaginar gaviota que vuela y llama. Renacer primavera.
El Sena lleva en su cauce las desilusiones de fin de semana, pero agua que mira el espejo refleja la llegada de la espera. Con ella, más tiempo.
*
Monótona es la marcha. Pie adelante, pie atrás, pie adelante, pie atrás. La repetición se diluye en el calor de mis pulsaciones. No vienen a mí, recuerdos. Instalada en este presente gira la llave que abre la puerta, entro.
Cierran los ojos que esperan.
- Cinco poemas de A una llama del lugar, de Camila Ríos Armas - lunes 31 de julio de 2023