La Caja de las Letras del Instituto Cervantes alberga desde el lunes 5 de abril el legado in memoriam del poeta español Luis Rosales (Granada, 1910; Madrid, 1992), premio Cervantes 1982, depositado por su hijo, el también escritor Luis Rosales Fouz.
Numerosos objetos representativos de su vida y su obra conforman el legado, que se completa con cuatro manuscritos con poemas juveniles de los años treinta, donados por el también granadino José Javier García Montero, y que reposa desde ahora en la caja número 1.236 en la bóveda acorazada de la sede del Instituto Cervantes, que en el pasado ocupó una institución financiera.
Entre los numerosos objetos de su padre que Rosales Fouz depositó en la Caja de las Letras, destacan la Medalla de Oro al Mérito que le concedió su ciudad natal, acompañada por un DVD con imágenes de la Alhambra comentadas por él, y la insignia de oro otorgada por el Ayuntamiento de Cercedilla (Madrid), pequeña localidad donde escribió la mayor parte de su obra entre los años 1963 y 1984 —cuando sufrió un ictus cerebral que lo marcaría sus últimos años—, y donde fueron sepultados sus restos mortales.
También dejó una carpeta con “el sello más bonito de la filatelia española”: un sello de Correos de 0,80 pesetas con su retrato en blanco y negro sonriente y las palabras “Sabiendo que jamás me he equivocado en nada salvo en las cosas que más quería”. Además, las llaves de la casa familiar en Madrid, de la calle de Altamirano, 34, “para poder seguir entrando en ella durante todas nuestras vidas”; la camisa, “bien elegante”, que llevó puesta el día que fue elegido académico de la RAE, y una enorme capa portuguesa que utilizaba.
A estos objetos personales se suman primeras ediciones de Abril (1935), su primer libro, editado por Cruz y Raya, considerada la mejor editorial de la época, y La casa encendida (1949), escrita en seis días y que marcó un antes y un después en la poesía española, acompañada por un disco compacto en el que el propio Rosales recita sus versos.
También otras dos obras menos conocidas: Cervantes y la libertad, un trabajo que le llevó diez años y que el poeta consideraba su mejor título, y Retablo sacro del nacimiento del señor (1940), “una pequeña joya” que contiene villancicos y dibujos.
Luego de comentar el contenido del legado, Rosales Fouz dijo esperar que “este día tan rosaliano” y tan importante para la memoria de su padre sirva para que en un futuro se conozcan mejor sus versos, y agradeció la invitación a Luis García Montero, autor de “la mejor antología de mi padre hecha hasta la fecha”.
El director del Instituto Cervantes calificó a Luis Rosales como “uno de los poetas más importantes del siglo XX, un gran estudioso de la poesía, un enamorado de la palabra y uno de los estudiosos más fértiles de nuestra tradición literaria”.
El legado depositado a perpetuidad en el Cervantes recorre las tres etapas de su vida: la época juvenil en su Granada natal y su amistad con García Lorca, Manuel de Falla o Emilia Llanos; la etapa de madurez escribiendo en Cercedilla, y los años fundamentales en Madrid (fue un “madrileño adoptivo”) como estudiante de Filosofía y Letras y como académico de la Española.
El legado de Rosales Fouz se complementó con otra donación cuyo destino final será la biblioteca patrimonial del Cervantes que se presentará próximamente: cuatro manuscritos de los años treinta. De estos documentos escritos por Luis Rosales de su puño y letra, tres son inéditos, y el cuarto está incluido en el libro Balada y romance de colorido. José Javier García Montero hizo esta donación y leyó ante los asistentes el “Romance de la argentinita y el arcángel san Gabriel” antes de depositarlos en la misma caja de seguridad.
El homenaje al gran poeta y ensayista de la Generación de 1936 continuó a las 19 horas del lunes con la presentación del libro Desde que tus pasos me abren el camino: un paseo por el Madrid de Luis Rosales. Escrita por Luis Rosales Fouz y por la poeta Cova Sánchez-Talón, la obra publicada por Visor Libros recrea un paseo imaginario por los lugares más cercanos al escritor y relata hechos importantes y situaciones desconocidas sobre su vida.
Además de Luis García Montero y de ambos autores, participaron Xelo Candel, poeta y profesora, y Jorge Jiménez-Zumalacárregui, director del Instituto Cervantes de Bucarest, en Rumania, cuya biblioteca lleva el nombre de Luis Rosales. El periodista Antonio Lucas y la poeta Rocío Acebal recitaron poemas de Rosales, y desde Bucarest lo hizo a distancia el poeta y traductor al rumano Dinu Flamand. El acto se emitió en directo a través del Canal 1 del Instituto Cervantes y de su canal de YouTube.
Fuente: Instituto Cervantes
- Poetas de México pueden ganar hasta 100.000 pesos en este certamen - miércoles 24 de abril de 2024
- Luis Mateo Díez al recibir el Premio Cervantes: “La vida se descubre escribiendo” - martes 23 de abril de 2024
- Este concurso recuerda al ilustre Gaspar Melchor de Jovellanos y su búsqueda del “mejor poema del mundo” - martes 23 de abril de 2024
