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Fernando Cajías: tarea difícil.
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El Viceministerio de Cultura y la Cámara Boliviana del Libro anunciaron el pasado 11 de noviembre la
unión de esfuerzos en busca de la aprobación, luego de dos décadas de haber iniciado la planificación
del documento oficial, del anteproyecto de la ley del libro, presentado ese día en el hall de la
institución gubernamental.
La tarea no será fácil, anunció Fernando Cajías, viceministro de Cultura, debido a que la propuesta
central del proyecto busca la supresión de todos los impuestos que en la actualidad son absorbidos por la
industria editorial y los lectores, con el objetivo de fomentar la producción del libro e incentivar la
lectura. Esa misma propuesta impositiva fue rechazada por el Parlamento boliviano en 1995.
Sin embargo, Cajías aseguró que para evitar que eso vuelva a suceder, ya se han iniciado reuniones con
el Ministerio de Hacienda y con las comisiones económicas del Congreso Nacional, instancia que el próximo
año deberá definir el tema. "Lucharemos por el arancel cero", anunció Cajías a tiempo de
anunciar que este mes se creará el Consejo Nacional del Libro y la Lectura que establecerá políticas
permanentes para el fomento de la lectura.
Consultores del Convenio Andrés Bello y de la Unesco participaron en la elaboración del anteproyecto de
ley, cuyo contenido ha sido consultado con todas las empresas literarias de Bolivia. Se espera presentar el
proyecto al Congreso a finales de este año.
La normativa también busca combatir a la piratería por medio de la capacitación de los funcionarios
públicos en el tema de derecho de autor y la coordinación entre la Policía, la fiscalía y el sistema
judicial para iniciar los procesos contra los infractores.
Para fomentar la creación intelectual, la nueva ley propone garantizar los ingresos económicos para los
autores nacionales, a través de incentivos tributarios, que permitirían a los escritores estar exentos de
impuestos, por concepto de creación literaria.