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Los nuevos colores de La Luz

martes 3 de mayo de 2022
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Los nuevos colores de La Luz, por Carlos de la Hoz Albor
Dos murales fueron realizados en cuatro frenéticos días por el dúo de artistas franceses Eva Namiech y Cyril Leiseing, EvazéSir, del colectivo artístico Norulescorp. Fotografía: Marion Chuniaud

Después de la segunda semana de marzo de 2022, los transeúntes que a diario suben y bajan por la calle 23 con la carrera 13 del barrio La Luz, en el suroriente de Barranquilla, no pueden evitar un gesto de sorpresa al ver en la fachada de la Institución Educativa Distrital La Luz a una joven lectora de mirada serena en torno a la cual revolotean algunos libros, y a una mujer madura de negrísimo y largo cabello enfundada en un vestido de mangas largas y anchas rematadas en puño que, con los ojos cerrados y una cadena rodeando el cuello, duerme (y tal vez sueña) con la cabeza recostada sobre el dorso de la mano derecha, y ésta sobre una pila de siete voluminosas enciclopedias, mientras por encima de la espalda un libro, que se asemeja a un ave con las alas abiertas, parece querer volar por encima de la pared.

El milagro de la aparición de estos dos personajes femeninos en el lugar en que hace apenas algunas semanas hubo una pared en obra negra, fue logrado en cuatro frenéticos días por el dúo de artistas franceses Eva Namiech y Cyril Leiseing, EvazéSir, del colectivo artístico Norulescorp.

Pero si además de transeúntes habituales, los pasantes son miembros de esa comunidad educativa y les toca entrar a cumplir su papel habitual de, digamos, estudiantes, padres de familia, personal de servicio, aliados, maestros o directivos, al franquear el portón de entrada y mirar a la derecha también se maravillarán: en la pared en que hace algunas semanas había un incipiente jardín vertical, la máquina de un aire acondicionado, un listón de madera rezago de una antigua pajarera y unas poteras con plantas mustias recostadas, ahora destacan los grandes ojos de un rostro con antifaz, una cayena, un tambor y siete estrellas de seis puntas que gravitan en torno a estos elementos. El colorido mural, con visible influencia de la ilustración vectorial, que parece mirar a todo el que por allí pase, es obra de la diseñadora visual y grafitera manizalita Ana Jurado, a quien en el mundo del arte identifican con un seudónimo que es casi un oxímoron: Mugre Diamante. “Es inspirado en el arte, la música, la danza y lo que culturalmente los une como comunidad, carnaval y celebración a través de la tradición de los desfiles. Tomé elementos de la danza del garabato, de instrumentos y colorido”, dijo en enero, cuando envió su boceto, esta menuda artista a la que vimos por nueve días entregarse con constancia, dedicación y meticulosidad hasta al más mínimo detalle de su obra.

A mano izquierda, justo al frente del mural de Mugre Diamante, al lado de un quiosco que lleva dos años cerrado y paralelo a una pequeña rampa por donde subo y bajo todos los días, Eva y Ciryl recortaron y nos regalaron encerrado en un círculo el rostro de la joven lectora de la fachada: no hay manos esta vez, tampoco libros, las mejillas ahora están coloridas como si el reconocimiento de una pilatuna las hubiera ruborizado y el cabello está completo, recogido y surcado por un moño con los colores de la bandera colombiana.

Siguiendo hacia el pequeño patio comunitario, a la derecha se puede contemplar la imagen de una hermosa y exuberante negra cuyo torso y rostro, repetido en dos negativos, ocupa los 65 metros cuadrados de la pared. Los ojos están cerrados con placidez, su rostro pintado en los pómulos y sobre las cejas luce una nariguera. Una larga cola de caballo se precipita en su espalda y un collar de pececitos de colores rodea el cuello. Los muralistas y grafiteros colombianos Lili Cuca y SEPC (Martha Liliana Cuca Villamil y Sebastián Jiménez Salazar son sus nombres de pila) explican su obra: “La idea que desarrollamos fue la de enaltecer la diversidad a través de los rasgos de raza negra de nuestra protagonista. Hicimos una fusión de nuestros estilos desde los cuales representamos, desde la diversidad de ella, la fuerza y el poder femenino a través de la transformación y el nacimiento, con su resurgimiento del agua rodeada de plantas; también el poder de nuestras emociones e instintos representados con el pájaro que sale de su pecho y atraviesa casi toda la imagen”.

Al fondo de este espacio, en una pared que se levanta como una especie de atalaya en la que hasta hace unas semanas había un lavamanos y al lado un árbol de mango, la inspiración del artista francés Tim Zdey, nacido en Hong Kong y cuya obra se caracteriza por un universo colorido cargado de referencias a los juegos de vídeo, a la cultura pop, al arte moderno así como al movimiento op art (arte óptico o visual), concibió una mezcla de formas como de planos arquitectónicos en medio de los cuales crecen algunas plantas. “Es una imagen un tanto onírica”, me dijo cuando le pregunté por la inspiración de su mural. “El arcoíris que se funde con el azul del cielo crea un rayo de luz para el patio de este colegio. Este muro hace homenaje al nombre del lugar de intervención: La Luz”, se lee en el reporte final del proyecto.

 

Street art

EvazéSir, Mugre Diamante, Lili Cuca y SEPC y Tim Zdey, quienes con sus obras llenaron de color y arte la estancia de la institución que lidera desde el año pasado la ingeniera Telema Mendoza Narváez, forman parte de la organización francesa sin fines de lucro Artivista, fundada en julio de 2017 bajo la ley francesa 1901. Su impecable y vistoso trabajo sigue la línea del street art y esta es su quinta intervención, pues antes sus propuestas se han materializado en sitios como Belo Horizonte (Brasil) y Mosul (Irak), Le Pré-Saint-Gervais, en Seine-Saint-Denis (París), y, apenas unos días antes, en la tierra de Carlos Huertas, el cantor de Fonseca: Dibulla. Según se lee en la plaquette de presentación que nos hicieron llegar cuando hicieron contacto con nosotros, uno de sus objetivos es “invitar a participar a todo ciudadano, en particular a los más jóvenes, en la rehabilitación de sus barrios, fomentando la inserción social a través de la promoción de la cultura”.

Pues, a fe que lo logran: ninguna mano, ningún corazón en el barrio La Luz fue indiferente a la presencia de esta organización integrada por artistas de renombre mundial. Todos los vecinos del sector se sumaron, de un modo u otro, para materializar en las paredes que había fondeado en blanco el diligente señor José Romero Torres las obras que en enero eran sólo bocetos en correo electrónicos o en buzones de WhatsApp.

De la logística del trabajo de esta creativa e inquieta banda de artistas de la forma y el color, que vino armada de andamios, tablones, pinceles, brochas, tarros de aerosol y una ingente cantidad de tanques de pintura, se encargan las colombianas residentes en Francia Brenda Gutiérrez Mori y Lina Rivera Porras y las francesas Marion Chuniaud, fotógrafa de acuciosos ojos verdes, y Claire Prat Marca, la directora, a quienes todos llaman con cariño “la mamá de Artivista”. El aporte barranquillero corrió por cuenta de Laura Manga García, Jenny Tapias y Jesús Delgadillo, de la Fundación La Cuadra Bacana, quienes se convirtieron desde el principio en invaluables aliados de este proyecto artístico. En nueve intensas jornadas nuestros visitantes compartieron la cotidianidad de nuestra comunidad educativa y los habitantes del sector vieron maravillados cómo, jornada tras jornada, La Luz se llenaba de nuevos colores que ahora no pasan inadvertidos para nadie.

Además de los seis murales, Eva Namiech, que es profesora de arte en el colegio Jean Jaurès, en Saint Ouen, Francia, lideró un taller de arte postal con veinticuatro de nuestros niños de quinto. En dos memorables días, éstos recibieron y contestaron emocionados y de manera muy creativa los coloridos y simpáticos mensajes que les habían enviado sus pares franceses deseándoles valores, sentimientos y actitudes de crecimiento para este año escolar.

También tuvieron la oportunidad de interactuar con los vecinos de La Luz, liderados por el señor Óscar Vargas Padilla, en una olla comunitaria amenizada por el grupo de millo Guepajé, que lidera Amaury de la Hoz Pérez, ex alumno de la I. E. D. La Luz. Ese domingo 6 de marzo de 2022, manos, pies y corazones franceses y colombianos pintaron, bailaron y se hermanaron a través del arte, la música y el poder del voluntariado que no conoce fronteras y habla un mismo idioma: el del servicio y la generosidad. Un colorido y perdurable recuerdo de ello es el mural conjunto en que se lee esta frase inspiradora para los habitantes de este barrio: Crecer juntos, soñar en grande.

 

Las lecciones del arte

El proyecto “El arte en nuestras vidas y en nuestras calles”, que empezó a gestarse en abril de 2021, cuando, a instancias de mi amigo Alfredo González Barrios, director de la fundación La Sombra del Matarratón, fui contactado por Brenda Gutiérrez Mori, nos deja varias lecciones que vale la pena dejar asentadas en esta nota para que podamos volver una y otra vez sobre ellas:

  • La escuela debe ser un ecosistema amplio en que tengan cabida actores sociales diversos que aportan sus saberes y completan la formación integral que buscamos.
  • Las barreras físicas y formales que a veces se levantan en las escuelas, las aíslan del contexto y dejan por fuera actores e ideas valiosas como esta de Artivista.
  • Llenar la cotidianidad de la escuela de experiencias basadas en los intereses de niños y jóvenes, a partir de las cuales después se conceptualiza (aprendizaje experiencial), mantiene abierta la puerta de la motivación por el estudio.
  • Y como bien reza una de las publicaciones de Artivista en Instagram a propósito de su estadía en nuestra ciudad: “El arte debe estar al alcance de todos. Conjugamos alegría de vivir, aprendizaje y expresión artística”.

Tal vez por todo lo anterior, cuando le pregunté a Stephany Pion Sequeda, alumna undécimo y una de las más entusiastas colaboradoras de los artistas (hasta el punto de que terminaba sus jornadas escolares de esos días con el rostro y el uniforme salpicado de pintura de todos los colores), cómo le había parecido la experiencia de la visita de Artivista, no dudó en responder entre risas y con el pulgar de la mano derecha levantado:

—¡Lo mejor de lo mejor!

Los nuevos colores de La Luz, por Carlos de la Hoz Albor
Namiech y Leiseing, EvazéSir. Fotografía: Marion Chuniaud
Carlos de la Hoz Albor
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