
La extrañeza de origen
El pueblo de Granja de Torrehermosa, a través de su ayuntamiento, en colaboración con la asociación de autores extremeños, el colegio público Alcalde Paco de la Gala y el programa Literatura en mi Pueblo, de la Diputación de Badajoz, celebró este homenaje literario el viernes 21 de octubre. Homenaje a una de sus vecinas de a pie, de la puerta de al lado, en la sacralidad de su literatura y su poesía. Se trata de una verdadera hija del pueblo conocida internacionalmente por su obra literaria, originaria e inclasificable; hoy estamos contigo, Efi Cubero.
Felicitamos esta iniciativa popular que reconoce la grandeza de una de las personas que diariamente forman parte de su paisaje rural, vital y sencillo, pero que gesta en el oculto de su silencio una obra que, amén de ser reconocida universalmente —se acaba de traducir una de sus obras al indonesio—, está llamada a permanecer y ser de todos para siempre. Todos los poetas actuales y escritores saben dónde está oculta y callada. Ella con su silencio se hace grito en la poesía y convoca a una trascendencia inusitada en cada alba y cada anochecer peregrino y solitario. Y ahora su pueblo ha convocado en todos los cruces y los caminos a los que quieran unirse a este abrazo y a este encuentro de luz y gracia compartida. Quieren poner el abrazo de lo bello y lo culto, de la poesía cuidada, en este rincón granjeño, tan humano y divino.
Pero se trata de un “homenaje invertido”. Así lo vengo sintiendo desde que oí los datos de la propuesta en sus inicios. Me explico. Lo que esta asamblea popular y literaria estamos haciendo aquí esta noche es simplemente un eco del vivir y del ser de la persona celebrada y homenajeada. Realmente la que ha hecho y hace diariamente homenaje a la realidad de nuestro pueblo, de la ciudadanía y de la literatura, a la vida, a la luz, es Efi Cubero. Estamos aquí empujados por tu vida, tus opciones y tu obra. Nos han empujado los que te conocen en la altura del Olimpo de la poesía más sagrada y pura del hoy, los que te reconocen y saben de tu obra y de tus lugares. Sí saben de este lugar que tú universalizas con tu presencia sencilla.
Efi nació en Granja en 1949, y se siente definida por este nacimiento y por la vivencia de su infancia en este entorno que nunca ha de dejado de estar vivo y palpitante en su ser y sentir, al que ha querido volver; así lo define ella, como un “cálido latido que enlaza cada casa donde nadie está solo. Un microuniverso que avanza hacia los campos, hacia los encinares, hacia las sierras que, como las islas, empujan la mirada hacia un tiempo sin tiempo, el lugar de mi origen, la luz que por primera vez vieron mis ojos sin memoria. El pueblo donde empecé a sentir esta extrañeza que siempre me acompaña. Y la tristeza que sentí al tener que abandonarlo de la mano de mis padres recién cumplidos mis once años”.
Su ser ha estado vinculado con la poesía y el ensayo, ejerciendo de crítica de arte.
Ida, vuelta… huida
Desde esa edad ella ha vivido y se ha formado en Barcelona realizando estudios de Historia del Arte, Lengua y Literatura. Su ser ha estado vinculado con la poesía y el ensayo, ejerciendo de crítica de arte. Allí se desposó con Alfonso y fue madre de dos hijas. En 2016 decide volver al pueblo del que realmente nunca se fue, como ella misma nos cuenta que forma parte de un paisaje y un paisanaje: “La vuelta es siempre ida. Sabemos muy bien que es siempre ida, y hasta huida. Extremadura es mi centro, el lugar de mi origen, el eje radial donde convergen todas las direcciones del mundo y del tiempo. Esta tierra, que es el enclave de mis antepasados y sus huesos la abonan, ha representado siempre para mí algo gravitatorio y universal. Un enlace abierto a todo mestizaje”. Confiesa que en lo rural encuentra un latido del corazón frente a la soledad.
En la vuelta y su encarnación en la vida real del pueblo, más allá de discursos y formalismos, ha vivido un momento definitivo de su existencia al acompañar a Alfonso en su enfermedad hasta la muerte, sembrando sus cenizas en el camposanto de nuestra tierra y nuestra historia, como él lo quiso. Ha elaborado su dolor en esta soledad y se ha hecho fecunda de un modo nuevo aprendiendo a vivir en la muerte y más allá de ella. Todo este proceso lo ha realizado sin dejar de ser nunca lo que es, poeta de alma y corazón, de altura y formación, que puede ser universal desde lo más oculto y la mayor soledad.
Por eso este homenaje tiene un sentido metafísico más allá de hojarascas y superficialidades. El pueblo abraza a su poeta, como hija y hermana, e invita a todos los que la conocen y la quieren por su ser y por su obra. Nos encanta cuando le oímos decir: “He vuelto con el convencimiento de que deseaba vivir aquí. De que este es realmente mi sitio. Que amo —sin sensiblerías— a esta tierra y sus gentes. He vuelto por convicción y reflexión. No soy nostálgica, descreo de la memoria, la memoria puede engañarnos porque, o bien idealizamos demasiado o bien demonizamos, según nuestros estados sucesivos”.
Eres tú, Efi, la que hoy estás haciendo un homenaje a nuestro pueblo, a nuestra tierra, a la gente, a la vida, al arte y a la belleza; nosotros, aprendices de tu hacer, venimos a acompañarte y hacer eco de algo que se conoce en todo el mundo. Seguimos cumpliendo la clave evangélica de que en su tierra nadie es profeta, y de que en tu casa somos los postreros en reconocerte en tu gracia y en tu ser de poeta. Qué torpes somos, menos mal que tú sabes querer a fondo perdido. Hoy, en la solemnidad familiar de este acto, desde tus raíces y tus ramas lanzadas al horizonte de las líneas paralelas, te proclamamos:
Poeta de sueños
Soñé que reparaban
mis sandalias, y
a su vez, otra secuencia
mostró mi pie desnudo.
Un pie de niña que resplandecía.
Intento en vano descifrar misterios
de imágenes que surgen
como algo diferente que iluminan
profecías que no sé descifrar.
Cuarzo lavado por el agua limpia,
manantiales que brotan
de un tiempo de apertura.
Lo evasivo de algún significado
que oscila entre la seca claridad
en la sed bautismal de lo inefable.(Secuencias)
Sin dejar la inocencia pura de la extrañeza apuntada ya en la infancia, puedes seguir manteniendo que escribes con los ojos.
Noche para un sueño cumplido
Se está cumpliendo el sueño de tus sandalias doradas que te abren al pie desnudo, chapoteando en el charco de una realidad que te sobrepasa en un amor herido, un amor que te da alas en la metafísica de la nada abrazada por el calor del absoluto en el camino sin retorno. Y ahora, sin dejar la inocencia pura de la extrañeza apuntada ya en la infancia, puedes seguir manteniendo que escribes con los ojos:
Cuando uno es niño y libra cien batallas
ni sabe ni imagina que ese juego incruento
no ha tenido en la historia de los hombres
nada que sea apacible.
Cuando uno es niño escribe con los ojos.(Batallas)
Y tus ojos ya se han iniciado en la especialidad de las “huellas” donde se apunta que lo paralelo se funde para siempre en la unidad de lo bueno, lo bello y lo verdadero, buscando sólo lo soñado para la eternidad. Ahora la vida son sueños de lo vivido y de lo esperado, del encuentro…
¿Dónde pasó el pasado
cuando acaso soñé lo que me dije?
La eternidad fue un trozo de cielo en las encinas.
Una huella en el agua de los días.
Lo que queda en los ojos después de los asombros.
Lo que al pasar la página puede desvanecerse.(Huellas)
Ahora has aprendido a moverte entre el lastre y las nubes, en la tensión del morir y del vivir, del resistir amando…
Eres testigo viviente, por la vida y por la muerte en el amor, de los que aprenden a vivir, a “navegar con el lastre de todo lo soñado”, porque ahora “lo que fragua y te hiere es la visión que está fuera del tiempo y fuera de ti misma, ahora lo que te enciende y te cala es la ausencia”. La ausencia que lucha fuerte contra la nada (“Lastre” y “Nubes”).
Poeta encarnada
Todo comenzó entonces.
Por las mínimas venas,
sin linaje fluvial y sin historia,
los guijarros pulidos, espejismos de cielo,
sobre el sentido horizontal del tiempo
reflejaban tu rastro.(Vivir)
En el pueblo sabemos que tú eres una más en la tierra, de nosotros, pero tan única que la sencillez de vida te hace poeta de lo profundo en el mayor silencio, poeta de las raíces y de la savia donde se genera la verdad pulida y el verbo cuidado, de corazón y de mente, de alma y cuerpo, un resplandor que nos conmueve y lo contemplamos pero que no llegamos a abarcarlo. Eres olivo y encina. Quizá nuestra impotencia, nuestra ceguera ante tu luz, sea para que tú sigas navegando en la paciencia de los que viven en la altura de los elegidos, de los que se aproximan a la luz y a la verdad de la transfiguración, de los iluminados, sin desencarnarse de los cojos, los ciegos… que queremos seguirla y verla.
Contigo aprendemos que:
La tierra siempre nos empequeñece,
nos acerca hacia ella
un pálpito de vida,
como una sigilosa confidencia…
Porque materia somos
y soplo de frescor semilla y viento
derramas tierra y pasas
fundida en el amor de ser paisaje,
pasajera del tiempo y de ti misma
devolviendo a los sueños
la pasión de este instante
también enajenado.(Voz)
Deambulas con paso firme y mirada de altura.
Poeta de la sed y la vida
Efi, eres apóstol de la palabra gestada en el silencio de la vida y en la esencia del ser, en el trabajo duro y cuidado de cada día, del banco sólido y la mesa firme, donde se gana el pan de la verdad y de la luz hecha poesía y ensayo, que compartes en los partos de tu obra editada, grabados de piedra y a corazón callado. Obras que el tiempo les dará un valor de permanencia y de gozo, más allá de nuestras muertes, para seguir señalando el infinito de la sed que los ha producido y del amor que los ha parido, casi siempre antes del alba. Entre amaneceres y atardeceres, deambulas con paso firme y mirada de altura, entre la huella de la tierra y las líneas cálidas de los cielos, juegas y funfurruñas; no tienes medida para ese interior tan místico como encarnado, tan propio como enajenado, tan universal como concreto y anclado en el ahora de un silencio creador y creativo.
Sé que busco un sentido
entre las pautas y que huyo
entre las grietas,
que me desdoblo en múltiples
verdades y que siento un temor
sin artificios antiguo
como el mundo y la memoria.
Que me pierdo en atajos,
en tantas direcciones asistidas
que a nada me conducen
tras esta antigua sed,
nunca saciada, de palabras
con alma, que no llenan
el vaso de ese dolor de luz
que las contiene.(Sed)
Poeta de la tierra
Por eso nos alegra que hayas vuelto a tu origen de nuevo, para abrazarte con nuestro calor sin mentiras, para que nuestros cielos, siempre limpios, la sigan seduciendo, para que sienta nuestro paisanaje, nuestra arquitectura le provoque su decir bello y para que tenga el tesoro más grande y escondido de nuestra Granja que es lo sencillo de todo, donde —como tú dices— todo fue y es antecedente:
Tan familiar y ajeno lugar de la costumbre
los pies pisan asfalto. Muchas veces,
cuando no pueden más, reclaman tierra.
Hacia el fino cristal
de la mañana crecida de rocío
los reconcilio con mi propio aire.
Hacia allí sin pensar los encamino
para que sacien su ansia de pureza.(Costumbre)
y sólo en la cercanía de nuestro símbolo, en la mezcla del gótico y el mudéjar, nos podremos hacer tu pregunta:
Cercada por la sombra
medieval del ladrillo
su sigilo de siglos
añade dimensión
a mi infinito
¿Cómo será esta imagen
cuando no la contemples?(La torre)
Poeta de la mirada y de lo nuestro
Junto a ti miraremos el
Olivar
Dale viento al azar,
materia al sueño
forma al silencio.
Fuerza e intensidad
a lo verdadero.
Alcornoques
Llega la ebriedad viva
del descorche y, de nuevo,
la roja desnudez desprotegida
el desollado anhelo
listo para enfrentarse a otra grafía
de rugosa corteza imprevisible.
Membrillos
Agridulce sabor, aroma a infancia,
sabor salvaje y limpio de inocencia,
apresada en el cuenco de las manos
bajo un tiempo de lluvias y deseos.
Los trigos
(Los campos de mi tierra
los mueve el aire:
corto un ramo de espigas
para mi padre.)Antes de que os conviertan en harina,
dejadme el resplandor del limpio oro,
sangrar entre vosotros con una luz eterna
que descifre de mí lo indisoluble.
Para Efi, todo se puede leer en la clave de lo vivido y lo esperado, en la tensión de los silencios y sentidos.
Poeta en la desnudez y la soledad
La poeta hace permanentemente confesión de lo amado, a solas contra el viento, será como la cometa y nos hablará de trigos y harina, de lo pequeño, y del ritmo de lo inevitable vivido con la quietud de una soledad fecunda, del aroma y el sonido del campo en el eco del tambor, del verano y su cosecha acabada, de los vuelos de los pájaros y del limonero, de la blancura calmada y de la poesía humedecida por lágrimas de consuelo y de alegría. Es toda la vida y toda la naturaleza la que se hace pentagrama bailado con la firmeza de la encina que hace de la fragilidad solitaria su fortaleza, sin olvidar nunca el muro de la casa que guarda todo el espíritu en su alacena. Para Efi, todo se puede leer en la clave de lo vivido y lo esperado, en la tensión de los silencios y sentidos, de los sentimientos y las emociones.
Desde la extrañeza de infancia hasta la madurez ante la nada:
A veces te marginaban sin saber por qué.
Te alejaban del juego y no entendías,
tú que puro buscabas
aquel calor desesperadamente.
Puede ser que notaran,
con la intuición que otorga el primer tramo,
que algo en ti era distinto,
como el cielo o el árbol
tan ausentes de todo, tan cercanos,
como la soledad que se incrustaba
en la extrañeza absorta de tus ojos
que aún palpitan, gozosos,
en comunicación con la alegría,
con sus desolaciones,
con el don prodigioso
de lo vivo.(Juegos)
Ser llama.
Ser temblor que la consume,
ser leña que crepita y
el humo que se eleva sobre el propio deseo.
Serlo todo y ser Nada.
Consumidos en la misma pasión sobre la hoguera.
Y volver a nacer de la ceniza.(Hoguera)
En la metafísica de la soledad…
Hasta la identidad con la pequeñez del pájaro… en la soledad del ser. Barruntaste la soledad y la cantabas en el espejo de tu corazón poeta, camuflada con la extrañeza, pero ahora has sido acrisolada por el témpano helado del invierno, sola, sola… ahora la soledad te vertebra y es ella la que te hace poeta de una primavera más soñada que sentida, en este invierno de cielos desdibujados de noches frías… aguardando que la ceniza de la fría soledad se adentre en el rescoldo del todo ardiente que te devuelva al gozo de la vida arropada y compartida, en un misterio que no es nuestro y que sólo, sólo, puede ser aguardado.
Frente al helado estanque
Hay un pájaro solo…
Hiela.
Sobre un azul
desdibujado y frío,
un pájaro sacude
su pluma sin destino.
Un pájaro que sueña.
Sólo un pájaro solo.(Pájaro)
Poeta del absoluto y lo eterno
Con el grito unamuniano del sentimiento trágico de la vida, eres poeta del absoluto, conducida por la melodía de una voz que quiere traspasar la muerte permaneciendo en la luz de lo bello y que se hace eterno sobre todo abandono:
…cuando todo pase y tu paso sea olvido,
la flor de jara, entonces, te sobrevivirá.
Pero tu voz —lo sabes— se alzará consecuente,
sobre las flores, sobre las abejas,
sobre la duda, sobre la incerteza,
sobre la noche, sobre el abandono.(La Jara)
Y te descubres alfarera de tu propia certeza luminosa y subjetiva:
Frente a la rotación
de su universo
versátil y paciente
el alfarero juega
a revelarnos formas.
Los ojos fascinados
contemplan el prodigio,
suavísimo, del limo,
consagrada frescura
de los ágiles dedos,
certeza subjetiva
de la luz.(Mirada en el limo)
Lo haces abrazada a los acabamientos que nos rompen, pero no pueden desesperanzarnos:
Estoy frente al paisaje de los acabamientos.
Esta tensión sin nombre que me acerca a los cielos,
se diluye.
Yo soy mi propia línea de horizontes inciertos.
Yo soy mi propia forma de la Nada.(Puro hueso de O’Keffe)
En tu poesía vivida encontramos la apertura radical a la metafísica de la existencia que nos da su esencia en la desnudez más absoluta del amor que se hace presente de otro modo en la ausencia (solo). En un misterio que, siendo tan real y cercano, vivo en la herida amorosa, nos trasciende y nos adentra en una oscuridad luminosa donde permanecer en pie y amando, para seguir caminando por las huellas de un futuro esperado. Este misterio sólo se entiende como signo fugaz de lo eterno esperado y ansiado: “Qué largo itinerario, / tan fuerte el miedo, pero ya sin sábanas / que arroparan los ojos del insomnio / …Olvidé que para andar necesita usted la luz, dijo el músico ciego”.
Pero buscando siempre, siempre la vida, el punto de apoyo:
Dame un punto de apoyo…
El punto como un puente
que acerque la certeza
a la mirada de lo ilimitado.(Punto de apoyo)
Abrazados contigo a la VIDA
En este caminar tu obra nos invita a no desviarnos de los colores, pinturas, en los atardeceres coralinos… de la VIDA. Ahí están los iconos de lo último que se nos regalan en lo cercano de la luz, pero que hemos de entenderlos en otra caligrafía de la vida que supera la contemplación y fija la mirada auténtica en la dirección de lo definitivo. Definitiva es para nuestra poeta la infancia en las sandalias doradas y aladas, y el sueño de lo inefable en las aguas limpias de la vida donde chapotea el pie desnudo de la niña en la frontera de la eternidad, donde el rito es puro silencio, donde todo se hace un “solo”. La autora nos adentra en el naufragio de la existencia con el mapa del cuaderno de vida y nos señala el faro que nos ayudará a entablar el agua con el fuego del vivir. Gracias por tu persona, tu ser y tu decir.
Nunca olvidaremos, junto a ti, que “para eludir la muerte, atestiguar la vida”.
- ¿El pueblo y su poeta… o la poeta y su pueblo?
(homenaje a Efi Cubero) - viernes 28 de octubre de 2022 - Efi Cubero, poeta de la soledad habitada - domingo 10 de octubre de 2021