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Cristina Guzmán:
“En todo arte hay que trazarse un camino propio”

domingo 31 de julio de 2022
Cristina Guzmán
Cristina Guzmán: “Aunque llevo muchos años escribiendo y estudiando, es ahora cuando realmente me siento encaminada, como si empezara”.

Cristina Guzmán (Caguas, Puerto Rico, 1976) es escritora, comunicadora e historiadora. Estudió Comunicaciones e Historia en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Algunos de sus cuentos y poemas han sido publicados en antologías y revistas de Arizona (Estados Unidos), Brasil, Colombia y Puerto Rico. Mujer, madre y militante, tiene una vida en pie de lucha desde sus años de estudiante, vida que se revive en su trabajo creativo nacido desde el ahora mismo, ahora. Ella ha contestado nuestras preguntas. Todas sus respuestas son para ser compartidas con todos vosotros.

 


 

En 2019 salió publicado un cuento suyo en la antología del 2º Certamen Nacional de Microcuentos José Luis González 2018. ¿De qué trata dicho cuento? ¿Cómo surgió la oportunidad de trabajarle?

Fue muy emocionante que el cuento fuera considerado como mención honorífica en ese certamen. “El comensal” es un cuento muy corto que relata un episodio en el que un gato se cuela en una casa y logra disfrutar de la cena que hay en la mesa, siendo el único comensal y, con su acción en ese comedor, descubrimos qué ocurrió antes de su entrada. La violencia machista es su tema.

 

¿Qué relación tiene su trabajo creativo-investigativo previo a “El comensal” y su trabajo creativo-investigativo posterior? ¿Cómo lo hilvana con su experiencia de puertorriqueña y su memoria personal de la literatura dentro de Puerto Rico?

Escribo poesía y cuentos. Para contestar la primera parte de la pregunta, comparto que me gusta mucho la narrativa que desarrolló la escritora estadounidense Patricia Highsmith: vemos en sus cuentos y sus novelas, cómo de incidentes livianos pasamos a atestiguar un acto terrible. Ese juego de ironía entre absurdo, humor y tragedia, que da el giro hacia el suspense. Desarrollé el cuento corto “El comensal” siguiendo esa línea del suspense que proponía Highsmith. El tema de fondo y el suceso de la trama se revelan al paso de las acciones del gato en el final.

“El comensal” expone la violencia machista en nuestra sociedad.

Al redactar ese cuento, puse en práctica la línea del cuento corto como un todo en un solo instante o suceso. Es decir, ceñirse a un evento que explota y revela antecedentes o futuros. Ahí la sorpresa y la efectividad de la brevedad. Algo que también desarrollo en algunos poemas.

En cuanto a la segunda parte de la pregunta, el hilvanar con la experiencia de puertorriqueña… “El comensal” expone la violencia machista en nuestra sociedad, y en cuanto a la producción literaria, mi cuento y todos los cuentos de la antología abonan al desarrollo de este tipo de narrativa o subgénero del cuento corto, como parte del quehacer literario del país, aportando a la diversidad de formas y discursos.

 

Si compara su crecimiento y madurez como persona y escritora con su época actual en Puerto Rico, ¿qué diferencias observa en su trabajo creativo-investigativo? ¿Cómo ha madurado su obra? ¿Cómo ha madurado usted?

Soy muy honesta, aún no he madurado como persona o escritora, ni mi escritura. Aunque llevo muchos años escribiendo y estudiando, es ahora cuando realmente me siento encaminada, como si empezara. Me falta mucho aún. Quizás sí hay madurez en el hecho de que hoy poseo mayor conciencia de la importancia de ubicar ese lugar desde el que hablo/escribo. Es decir, lugar político y en el lenguaje, y cuáles son mis recursos y carencias en este arte.

Otro detalle es que ahora escribo más poesía que narrativa, y cuando comencé a escribir era al revés.

 

Antología del 2º Certamen Nacional de Microcuentos José Luis González 2018
En la antología del 2º Certamen Nacional de Microcuentos José Luis González, convocado en 2018 por la Corporación Cultural Educativa y de Estudios Interdisciplinarios (Cedei) y Ediciones Mágica, participaron 85 autores puertorriqueños. Nuestra entrevistada fue seleccionada con el cuento “El comensal”.

¿Cómo visualiza su trabajo creativo-investigativo con el de su núcleo generacional de escritores con los que comparte o ha compartido en Puerto Rico y fuera? ¿Cómo ha integrado su trabajo creativo-investigativo a su quehacer de escritora?

Cuando leo a mis colegas, veo que hay una diversidad de temáticas y usos del lenguaje. Siempre hay lugares de encuentro, sobre todo en el cuestionamiento político alrededor del estatus colonial, la desigualdad económica o lucha de clases, las relaciones entre los géneros e identidades que se articulan ante la opresión patriarcal (transfeminismo LGBTTQ+), el tema racial, la inmigración y la emigración, y la deuda odiosa; en nuestra literatura actual, hay un abordaje del tema de las ansiedades cotidianas de los sujetos. Una perspectiva muy clara de que son angustias colectivas dentro de la coyuntura conflictiva que atraviesa el Puerto Rico posterior al huracán María, ya en crisis y bajo el estatuto que impuso una Junta de Control Fiscal Federal. En fin, que persiste lo político, pero de forma muy diversa. En mi caso, atiendo con frecuencia las indagaciones sobre el lenguaje como instrumento y cuerpo de la creación literaria y su lugar político y psicológico, un tema que ha trascendido generaciones, épocas y geografías en el arte. Sin embargo, quedará estudiar los elementos estéticos comunes que definan nuestra práctica de creación/producción literaria puertorriqueña actual como movimiento o movimientos.

Viéndolo hacia lo internacional, creo que la producción literaria está girando hacia la preocupación por cómo definimos las relaciones políticas de todo tipo. Colaboro con un colectivo de escritores de América del Sur, y cuando nos reunimos terminamos hablando de lo mismo: el neoliberalismo y el fundamentalismo religioso como detonadores de políticas y relaciones opresivas que refuerzan el patriarcado y las violaciones de derechos.

 

Ha logrado mantener una línea de creación-investigación enfocada en la poesía y el cuento en y desde Puerto Rico. ¿Cómo concibe la recepción a su trabajo creativo-investigativo dentro de Puerto Rico y fuera, y la de sus pares?

Es muy poco lo que he publicado. Más bien, en las redes sociales pruebo mis textos y de ahí que a alguien le interese. De ese ejercicio, han surgido oportunidades de publicación en revistas extranjeras como Terredades (Colombia), Alfarrábios (Brasil) y Trasdemar (Islas Canarias). Otra vía fue el participar de convocatorias de concursos, que me han brindado la oportunidad de divulgar mis textos al quedar bien parada entre finalistas: el Maratón de Cuento Corto en la Universidad del Sagrado Corazón y el Concurso José Luis González.

También agradezco que otros escritores con más experiencia se interesen y hasta colaboren con su conocimiento como guías y maestros, o animándome. En todo arte hay que trazarse un camino propio sin olvidar que el mismo siempre está conectado a otros caminos previos y paralelos.

 

José Luis González era muy consciente de su condición puertorriqueña y creo que esa identificación como universitario mexicano tuvo que ver precisamente con los exilios de su vida.

Sé que es usted de Puerto Rico. ¿Se considera una escritora puertorriqueña o no? O, más bien, una escritora, sea ésta puertorriqueña o no. ¿Por qué? José Luis González se sentía ser un universitario mexicano. ¿Cómo se siente usted?

Claro, soy una sujeta puertorriqueña y mi contexto colonial caribeño es el mirador desde donde escribo. Sí, ante todo, puertorriqueña.

Nuestro independentista, socialista internacionalista, José Luis González, era muy consciente de su condición puertorriqueña y creo que esa identificación como universitario mexicano tuvo que ver precisamente con los exilios de su vida: infancia de República Dominicana a Puerto Rico, y en su adultez hacia México. En México se sintió acogido y respetado como pensador y artista. Además, su formación universitaria mexicana definió gran parte de su escritura. Muy parecido fue el caso de Eugenio María de Hostos, quien se proclamaba ciudadano de América: vivió en varios países y hoy sus restos, según su voluntad, están en República Dominicana, precisamente por lo político. Hostos y González sufrieron y tuvieron que exiliarse y cargar con la frustración y el resentimiento por la condición colonial de Puerto Rico, el país propio que los expulsó. Ambos se sentían bien acogidos por los países que le proporcionaban espacio para desarrollar sus contribuciones sociales e intelectuales.

 

¿Cómo integra su identidad étnica y de género, y su ideología política con o en su trabajo creativo-investigativo y su formación en la Universidad de Puerto Rico?

Mi formación en la UPR me proporcionó los recursos de estudios formales y experiencias de lucha, para cimentar mi adhesión a los ideales socialistas transfeministas, antirracistas y anticoloniales. Soy independentista.

Mi primera experiencia de lucha fue incorporarme al Frente Estudiantil contra la Privatización, que tuvo como eje oponerse a los comienzos de la privatización de los servicios que inició el gobierno de Pedro Rosselló y que se manifestó en la famosa huelga de la Telefónica. Luego, los intentos de aumentar costos de la UPR y la reducción del presupuesto de ésta, y finalmente, la lucha por la excarcelación de los presos políticos y la desobediencia civil para propiciar la salida de la Marina de Estados Unidos en Vieques. Dentro de todos estos movimientos, se trabajaban las interseccionalidades de género, raza y clase que hoy día son más claras y patentes en los colectivos de lucha.

Tuve que desaprender y aprender, ya que se ampliaron las miras de toda la cuestión de género y cuir.

Actualmente, voy trabajando en mi proceso de entenderme como sujeta dentro de esas instancias. No siempre desarrollo esos temas de forma explícita, pero subyacen. Tuve que desaprender y aprender, ya que se ampliaron las miras de toda la cuestión de género y cuir, y estamos en un progreso teórico significativo en comparación con aquel fin de siglo XX e inicios del XXI en el que yo me formé. Hay que ponerse al día, no como moda, al día como sujeta pensante y que busca reivindicaciones hacia un mundo justo.

 

¿Cómo se integra su trabajo creativo-investigativo a su experiencia de vida tras su paso por la Universidad de Puerto Rico? ¿Cómo integra esas experiencias de vida en su propio quehacer de escritora en Puerto Rico hoy?

La universidad es un punto de ubicación como ente social en relación con la producción del conocimiento/saber. Lo que cuenta realmente no son los grados, son los recursos que se adquieren en esa formación. No es saberlo todo, es aprender y aprehender. Comprender la interconexión que hay entre los distintos campos del saber y cómo podemos definir la estructura social a la que pertenecemos.

 

¿Qué diferencia observa, al transcurrir del tiempo, con la recepción del público a su trabajo creativo-investigativo y a la temática del mismo? ¿Cómo ha variado?

Poco a poco voy impactando a más lectores y accediendo a diferentes medios de divulgación, pero me falta mucho.

 

¿Qué otros proyectos creativos tiene recientes y pendientes?

Deseo componer un poemario: estoy trabajando para lograrlo.