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Patricia Schaefer Röder:
“Cada persona es única y debe sentirse plena por ello”

domingo 30 de abril de 2023
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Patricia Schaefer Röder
Patricia Schaefer Röder: “Como mujer y como escritora, tengo la responsabilidad de alertar a mis lectores sobre el abuso y el maltrato generalizado hacia las minorías en general y hacia la mujer en particular”.

Patricia Schaefer Röder (Caracas, Venezuela) es bióloga, traductora, gestora cultural, editora y escritora (narradora, ensayista y poeta). Ha vivido en sus otros países, Alemania y Estados Unidos. Vive en Puerto Rico desde 2004, donde es tanto de aquí como el coquí y una miembro destacada del PEN Club de Puerto Rico Internacional. Schaefer Röder mantiene su blog literario Gotas de sol y luna. Parte de su obra ha sido publicada y premiada en Puerto Rico y el exterior. Su cuento “Ignacio” fue premiado con el primer lugar en narrativa del XX Concurso Literario del Instituto de Cultura Peruana, Miami, Estados Unidos. Patricia es traductora de El sendero encarnado (Amanda Hale, 2008) y El mundo oculto (Shamim Sarif, 2016), entre otros trabajos creativos. Patricia ha contestado todas nuestras preguntas. Todas sus respuestas son para ser contestadas con todos vosotros.

 


 

—Hace algún tiempo publicó usted A la sombra del mango: relatos (2019). ¿De qué trata este libro de relatos y cómo recorre usted entre la literatura y la realidad o no ficción? ¿Cómo surgió la oportunidad de trabajarlo?

A la sombra del mango es un libro de relatos de ficción con temas y personajes reales, de actualidad. Es una colección de historias que recorre desde el ser humano y sus emociones más profundas en general hasta los temas de la mujer en particular. En este libro se reflejan aspectos de la sociedad universal y del momento histórico que todos compartimos. A menudo me gusta acercarme a estos temas espinosos de manera lúdica, jugando con las palabras, con las ideas que representan y con los sonidos que forman las combinaciones de letras que las constituyen. En medio de la vorágine de noticias y sucesos que nos rodean, estos cuentos breves se gestan en mi mente de manera impulsiva, sin avisar, como respuesta a algún hecho que me sacuda; así que aprovecho su aparición para tomar nota de inmediato.

Mis personajes son personas comunes que se enfrentan al desarraigo y al resultado de problemas universales.

—¿Qué relación tiene A la sombra del mango: relatos con su trabajo creativo anterior y hoy?

—Es una gran verdad que me gusta desarrollar y profundizar en temas de nuestra realidad actual, sobre todo en la temática femenina. Ya en mi libro anterior, Yara y otras historias, trabajo la naturaleza humana en general y la femenina en particular. En ambos libros, mis personajes son personas comunes que se enfrentan al desarraigo y al resultado de problemas universales que surgen en parte por el hacinamiento en un mundo que pareciera hacerse cada vez más pequeño. La falta de aceptación, el odio gratuito hacia otros, la imperiosa necesidad de recuperar el respeto que merecemos como seres humanos en una sociedad universal que marcha hacia atrás aplastando con saña al individuo y la situación precaria que afronta la mujer en su diario vivir en todos los ámbitos son temas esenciales de los que no me puedo desligar y sobre los que seguiré escribiendo siempre.

—Si compara su crecimiento y madurez como persona y escritora, ¿qué diferencias observa en su trabajo creativo inicial con el de hoy?

—Siento que mi acercamiento a la temática se ha vuelto más agudo, más urgente, como resultado de una mayor observación, concientización y atención plena a lo que nos rodea. El mundo es bello, pero la sociedad actual tiene muchos problemas fundamentales que vienen de muy atrás y sólo parecen empeorar con cada día que pasa. Como mujer y como escritora, tengo la responsabilidad de alertar a mis lectores sobre el abuso y el maltrato generalizado hacia las minorías en general y hacia la mujer en particular; no me gustan las etiquetas y no soporto el discrimen hacia ningún grupo o persona, así que unas veces lo plasmo en forma de narrativa tradicional, otras veces prefiero expresarme mediante la escritura experimental como los tautosiglamas (mi propuesta de tautogramas compuestos), tautogramas o monovocalismos.

—¿Cómo visualiza su trabajo creativo con el de su núcleo generacional de escritores con los que comparte o ha compartido en Puerto Rico y fuera?

—Entiendo que existen diferencias en nuestra aproximación a los temas de actualidad y me parece excelente, porque eso contribuye a que haya una mayor diversidad en los temas, la narrativa, su forma y su estética. Aunque me gusta mucho la narrativa localizada y el tradicionalismo, yo suelo abordar temas universales que se desarrollan en lugares universales con personajes universales; creo que tiene que ver en parte con el hecho de que emigré de mi país hace casi treinta años y he vivido en varios países de dos continentes.

—¿Cómo concibe la recepción a su trabajo creativo dentro de Puerto Rico, y la de sus pares, bien sean escritores de relatos u otro género?

—El pueblo de Puerto Rico es muy creativo en el espectro entero de las artes; hay una mina de escritores en todas las etapas de formación y en todos los géneros que sólo necesitan de nuestro apoyo para cristalizar y surgir. En cuanto a la recepción de mi trabajo, aparte de mi narrativa y mi poesía, también está la traducción literaria. A través de la traducción puedo traer a los lectores de Puerto Rico obras importantes que están escritas en inglés o alemán; así se derriban las barreras del idioma y el público puede disfrutar también de literatura foránea de buena calidad con la que se pueden conocer otras culturas. Por otro lado, mi proyecto del siglema 575 ha tenido gran aceptación, no sólo en Puerto Rico, sino en todo el mundo. Es un proyecto importante con el que buscamos animar a las personas a que se expresen por medio de la poesía minimalista en la forma de siglema 575. En ese marco también llevamos a cabo el Certamen Internacional de Siglema 575 “Di lo que quieres decir”, cuya finalidad es acercar a los pueblos y así promover el entendimiento, la aceptación y la paz entre ellos. Este año convocamos la octava edición del certamen, que ha ido creciendo y está dejando una huella positiva en más de veinte países de tres continentes.

Soy consciente de los distintos elementos acrisolados que me constituyen y estoy orgullosa de cada uno de ellos por separado y en conjunto.

—Sé que es usted de Venezuela. ¿Se considera una autora venezolana o no? O, más bien, una autora de literatura, sea ésta venezolana o no. ¿Por qué? José Luis González se sentía ser un universitario mexicano. ¿Cómo se siente usted?

—Yo soy venezolana, tengo raíces alemanas y desde hace casi dos décadas vivo en Puerto Rico, país en que me hice ciudadana y en el cual tengo la fortuna de que muchos me han adoptado. Soy consciente de los distintos elementos acrisolados que me constituyen y estoy orgullosa de cada uno de ellos por separado y en conjunto, porque definen mi identidad. Cada persona es única y debe sentirse plena por ello. Así me siento yo. Aunque a veces escribo con localismos, mi literatura es más bien universal; me gusta interpretar los puntos de vista y los sentimientos del ser humano en su esencia más pura; desarrollar personajes con los que todos nos podemos identificar.

—¿Cómo integra su identidad étnica y de género y su ideología política con o en su trabajo creativo?

—Soy una mujer latinoamericana, con todo lo que esto implica. Me gusta la verdadera democracia, aquella que no excluye a nadie y que busca el crecimiento de los ciudadanos y su prosperidad. Pienso que el odio y los resentimientos son emociones caducas que sólo contribuyen al atraso. Yo voy en pos de una sociedad que pueda vivir en un país sin miseria y con dignidad, en el que se respete la opinión de todos y se trabaje en conjunto por una meta común de bienestar y progreso. Estos sentimientos quedan plasmados inevitablemente en mi trabajo creativo, a través del cual expreso mi posición ante los problemas políticos y sociales. Como ente comunicador —como escritora— reconozco que tengo la responsabilidad moral, ética y social de denunciar aquello que esté mal para así sensibilizar al público y con ello ayudar a que se logren cambios positivos.

—¿Cómo se integra su trabajo creativo a su experiencia de vida? ¿Cómo integra esas experiencias de vida en su propio quehacer de escritora hoy?

—Mi experiencia de vida permea inevitablemente mi labor creadora y se hace evidente en la temática de mi narrativa y mi poesía. Soy una mujer que hace mucho tiempo emigró de su país en busca de un mejor futuro y que se adapta a lo que la vida le pone por delante. No soporto las injusticias de ningún tipo y estoy convencida de que en este mundo cabemos todos si nos tratamos mutuamente con el respeto que merecemos y nos apoyamos para lograr una vida plena, digna y feliz. Alrededor de estas premisas ha girado siempre mi trabajo en todas sus facetas; siento la responsabilidad de sensibilizar a los lectores en todos esos ámbitos y por eso hago denuncia social a través de la narrativa breve, la ludoescritura y la poesía.

—¿Qué diferencia observa, al transcurrir del tiempo, con la recepción del público a su trabajo creativo y a la temática del mismo? ¿Cómo ha variado?

—Creo que ahora se me identifica más con la ludoescritura y la minificción, así como también con el siglema 575, pero sé que mis ensayos también tienen buena acogida entre quienes me leen. También sé que tanto Yara y otras historias como A la sombra del mango (mención honorífica ILBA 2020) han sido muy bien recibidas, tanto por el público como también por la crítica. En cuanto a la temática, el desarrollo del abanico de las emociones humanas, la problemática de las minorías —entre ellas, la mujer— y la denuncia social, hace que mi trabajo siempre esté a la par de los tiempos. Mis lectores me conocen y me respetan por ello.

—¿Qué otros proyectos creativos tiene usted recientes y pendientes?

—En cuanto a los proyectos recientes, hace unas semanas publicamos Libre: voces venezolanas por la libertad de expresión, un poemario a varias voces sobre la libertad de expresión en Venezuela que recibió una mención honorífica en los International Latino Book Awards 2022. También publiqué mi traducción al español de Pedro “El Greñas”, del alemán Heinrich Hoffmann; es un libro de literatura infantil clásica del siglo XIX que contiene historias con enseñanzas de la época escritas en verso y hoy en día se considera el precursor del cómic. Además, en este momento estamos trabajando en el Certamen Internacional de Siglema 575 “Di lo que quieres decir”, en la antología poética contra el feminicidio Vivas las queremos y en una antología de cuentos de tres generaciones. También colaboro en antologías y con algunas revistas, con ensayos, literatura de ficción y poesía. Y afortunadamente, siempre hay varios proyectos pendientes; un par de novelas, una colección de literatura infantil…

Wilkins Román Samot

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