

Funambulistas, minificciones en la cuerda floja
Angélica Santa Olaya
Eterno Femenino Ediciones
Estado de México, 2022
ISBN: 9786079956967
Si algo tienen de maravilloso las minificciones es mirar por una ventana todo su universo expuesto y comprimido en situaciones climáticas y/o anticlimáticas que son, para el lector, una aventura voraz y mediática en la que va coincidiendo y tejiendo relaciones con nuestra cotidianidad. La minificción establece un organismo vivo en el gran multiverso de la literatura. Además, nos recuerda lo diminuto que somos si nos comparamos con la galaxia del canon literario universal. Angélica Santa Olaya tiene experiencia en trabajar con historias compactas y conoce sus organismos por medio de trabajo, lecturas y, sobre todo, el bagaje literario y referencial que se vislumbra en su peculiar estilo. Autores como Max Aub, Lauro Zavala, Guadalupe Dueñas o Edmundo Valadés son parte del diálogo en la forma y estructura que Santa Olaya va manifestando a lo largo de las minificciones o postales literarias de esta plaquette. Funambulistas camina sobre las tradiciones de las minificciones del humor negro y el recurso bíblico para abrirnos la llaga en los conflictos emocionales o existenciales en los que nos podemos reflejar.
La religiosidad como parte de nuestro catálogo anecdótico se palpa en las minificciones “El origen”, “Negocio seguro”, “Miércoles de ceniza”, “¿Apocalipsis?” y “Perder el paraíso” en las que, de manera estratégica, va estableciendo un clímax a lo largo de las 38 páginas. Dios se convierte en un espectador, voyerista y lector omnisciente, y nuestra existencia es el centro de entretenimiento hasta que nos caemos de la cuerda floja. Es ahí cuando Dios mira un nuevo protagonista y brinca al futuro de “Mutación” para mostrarnos la madurez del amor. Luego nos da una lección de vida en “Tirar la primera piedra” porque esta es la enseñanza del Santo Oficio. Dios sabe que en estos cuentos lo necesitamos y por eso sentencia en “Nunca te dejaré”, donde la Madre Buscadora está desenterrando todo lo que abandonamos. Santa Olaya nos muestra la importancia de un Dios bondadoso, generoso, fisgón y presente en el pañuelo que sostiene nuestras lágrimas cuando nos cansamos de llamarlo en una espera eterna.
Qué razón tenía Nietzsche en Así habló Zaratustra al decirnos que: “El hombre es una cuerda tendida entre la bestia y el superhombre, una cuerda sobre un abismo”. Y en ese abismo nos miramos con historias paralelas que se reflejan en nuestra cotidianidad y hasta danzamos en ellas como ocurre en “El tango de Nefeli”; texto que se difumina entre las leyendas y la lluvia que va mojando la página. Santa Olaya crea un catálogo de posibilidades que nos hace cuestionarnos nuestra contribución con el mundo que nos rodea y lo hace colocándonos en una cuerda que pende desde la crítica, tal como ocurre en “Sólo una” y “El ascenso”. El primero muestra su perspectiva de género y el segundo aborda el equilibrio como parte de nuestra salud mental y emocional. Por otra parte, la intervención de lo religioso nos recuerda la tradición canónica de fabulistas españoles como José Rodao con su libro Ripios con moraleja, fabulillas (1911), Ibáñez de la Rentería con Fábulas y cuentos completos (1963) y F. M. Samaniego con Fábulas (1997); en éstos lo religioso es primordial para generar una crítica del contexto político. La fábula y la minificción cohesionan nuestro México actual. Cada minificción cuenta con moralejas o fábulas como método crítico y no de enseñanza tradicional en un desdoblamiento a la forma y estructura que, magistralmente, Santa Olaya logra efectuar en Funambulistas.
La cotidianidad no es sinónimo de lo anecdótico o de la trivialidad. La voz narrativa nos muestra la parte filosófica de Funambulistas y en este aspecto nos recuerda a Heidegger en su ontología fundamental acerca de la cotidianidad; éste fundamentaba que:
“La cotidianidad caracteriza la temporalidad del existir (conceptuación previa). Inherente a la cotidianidad es una cierta normalidad del existir, el uno en que se mantienen encubiertas la propiedad y la posible verdad del existir” (Heidegger, 109).
La cotidianidad es parte de la existencia misma y, por ende, subsiste en simultaneidad con un yo ontológico que va accionando sus experiencias desde lo político o desde lo religioso. La fábula y la religiosidad son también inherentes a Funambulistas y a la tradición literaria de minificciones en México y en España. Entonces, tenemos que Santa Olaya está dejando al lector en la cuerda floja de las influencias que han construido su propia cotidianidad y pone en tela de juicio la religiosidad con la que convivimos y cohabitamos. Es importante que, con la lectura de minificciones, obtengamos un panorama filosófico en el que se nos cuestiona y muestra nuestros procesos existenciales.
Por último, Funambulistas deja un registro de los textos escritos durante o después de la pandemia ya que también incluye minificciones que dialogan con el encierro que recientemente vivimos. Espero que esta publicación provoque un más amplio estudio de las minificciones escritas por mujeres y el acervo sea cada vez más extenso en cuanto a publicación y difusión pues, desafortunadamente, los tirajes cortos y —algunas veces— el cerrado mercado independiente imposibilita que podamos recurrir a estos materiales que están marcando un precedente en la nueva literatura pospandémica.
- La religiosidad de lo cotidiano en Funambulistas, minificciones en la cuerda floja, de Angélica Santa Olaya - lunes 6 de febrero de 2023