Persecución de la sangre
A Karla Flores
La sangre de los exiliados
que corre por mis hinchadas venas
me obliga a andar donde las flores no nacen,
con pies descalzos
camino entre guijarros y espinas.
Mis ojos temblorosos de sombras oblicuas,
herencia de los perseguidos
me hace esconderme entre resquicios,
donde el agua guarda silencio.
huir cantando con mi piel de esclavo,
y por escarnio propio
lanzarme a un afluente brusco
para morir sin patria ni nombre.
San Sebastián
A Osber Rodríguez
Un árbol asiste atado
la agonía del hombre
atravesado por saetas de fuego.
agradece dios el sacrificio,
perfumando al cuerpo con una gota de azar;
Corriendo por su inerte pecho.
De sus heridas destila rojo quemado;
Penetra la tierra
como la muerte penetró sus costados,
dolor celestial embarga su rostro.
ojos presenciales se hunden
en el hinchado óbito
que ha roto un lucero.
Salí a las tierras lejanas de mis ojos,
Hacia los parajes de lo prescindible
Al encuentro de mis olvidados.
Las palabras se han ido
A un lugar inhóspito,
Donde el músculo lengua
Quizá no sobreviva.
Ausencia
La cara ausente de este cuerpo,
barullo de soledades,
gime crispadas cóleras.
Este rostro mancillado
por etílicos llantos,
le advierten de golpe
los raudos vientos,
la muerte.
Rouge
A Lulú Corpus
Deja que el calor
Estalle esos labios
Y se coloree de tu fino rouge
La calle gris.
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