Huellas
Tus tigres
de bigotes ya blancos
han dejado de rugir.
Sus garras han perdido filo,
El acecho
es menos certero.
Te encuentro
de la mano de Valle-Inclán
hablando bajito de su estilo,
aprovechando
una conversación larga
que te libre de monosílabos
y recuerdos.
El tiempo es artero,
pasa con su filo de navaja
Y se hace corto
Cuando no alcanza.
Tu tránsito
hacia el idealismo
y la contemplación
fue inesperado.
Se ha cumplido
la profecía de la esfinge.
Son tres las huellas
que dejan
tus pasos curvos.
Reviso los manuscritos
Que me entregas
Allí también hay huellas.
Yo he bebido de esa fuente.
Yo realicé los ritos de iniciación
y un poco más.
¿Cuándo el discípulo
Se convierte en maestro?
Alcanzas a Platón
Sobre la mesa de noche.
El Estagirita
siempre tiene cosas
que decir.
Lees un pasaje del Fedón
y comentas algo
sobre tu alma
Inmortal.
Bolivia
Hoy te recordé
en la Calle de Camachos,
en el centro mismo
de La Paz.
A ti que me diste
tanto amor
y tanta guerra.
Dos tazas
Dos tazas
con sus restos
han quedado
sobre una mesa
desordenada y fría.
Los sueños desparramados
y silenciosos
acompañan
a la borra del café.
El azar
El tiempo rueda
Sin sobresaltos
Sobre sí mismo.
Gira buscando
Un desenlace
Una respuesta
Que no descifran
Ni las Runas
Ni el Tarot.
No todo está escrito.
Siempre habrá
rutas disponibles.
Ligo un seis o un doce,
Dejo todo
En las manos
Que mueven lo intangible.
Sea en Waterloo
o en Normandía,
—más allá de la preparación
de los ejércitos—,
la mano de Dios
mueve las piezas.
El azar también juega.
Resistencias
Desconfiad de los cerdos
que un día fueron
hombres.
Deambulan por el agreste monte.
Han caído bajo el hechizo
de la palabra hecha quimera,
de la promesa inalcanzable,
del futuro que nunca llega.
En esta isla
Hemos quedado solos.
Ulises ha escapado
El amor se ha hecho pedazos.
Tened cuidado de aquel
que ha convocado
a las bestias.
Es el mismo que ha inventado
todas las historias.
Nos ha prometido
el oro y los moros
y se ha aprovechado
de nuestra desmemoria.
Desconfiad de la palabra
que se juega en la tarima;
de aquel que a las masas enamora,
promete llevarnos
a la gloria de la guerra
y solo los despojos de la guerra
atesora.
Cerrad las puertas,
Proteged los muros.
Llenad los pozos de sangre
y muerte.
Que la barbarie no logre
abrirse paso;
Que los duendes, los sátiros,
los minotauros ciegos
No logren contaminarnos
……………………………………con su ego.
Que no se apropien de la biblioteca;
que resplandezcan los libros
……………………………………con su fuego;
que no exista poder
……………………………………que nos arrebate
y que la civilización
……………………………………no siga en jaque.
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