Soy un hombre de paso
como un hotelucho
donde comerme
y tirarme un chicle que se pega a la cama
como un mal recuerdo.
La construcción de un amor
no es tan complicada.
O puede ser que sí,
al final hay que ser dos
y es el número más complicado
que aprender a amar.
Te espero
aunque sé que no vendrás.
Pero cómo no esperar
el sol o la lluvia.
El aire es tu paso
sobre ese corazón dolido.
Un canto desafinado
un aullido a la luna
un rascarse la costra del tiempo.
La colilla de siempre
una curiosidad irrefrenable.
Y un ver que ensucia
mi serenada para ti
a la ventana del mundo.
La noche baja trémula
sobre los labios.
Un deseo
un beso suspendido
que revelará la luna.
Hoy los poemas terminan aquí:
Con el puño levantado
y las banderas rojas.
El cura que huye
cuando quería bendecir
la tumba de mi abuelo,
uno de los pocos humanos
que como un Cristo cualquiera
creía en el hombre.
Traductor
Somos amigos y poetas,
las palabras son parte de nosotros
no son nuestra amistad
y no tendrás otra lengua
que la tuya.
Quisiera hablar de poesía
explicar la palabra
desplegar un haikú
como calculadora perfecta
recordar a Penna y Campana.
Pero la palabra poética
se vive y se pierde
escribiéndola.
Tengo la edad para pedir
de doblarme como un pañuelo
donde el caer tenga esencia de lavanda
así quizás aún
como un perfume antiguo
De vez en cuando
seré memoria
de nosotros.
par(a) Mar
El porte de los brazos
el movimiento de los cabellos a mover el aire
el deslizarse entre las columnas que se doblan
para mirar la vista a dar maravilla.
Y el estupor
de tenerte la mano.
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