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Poemas de Félix Suárez

viernes 10 de agosto de 2018
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Félix Suárez

La serie Voces actuales de México presenta a los autores más representativos de la poesía mexicana, que se escribe de forma muy variada, con distintas máscaras poéticas. Ahora presento a un poeta que destaca por el control del ritmo, la musicalidad y la plasticidad de las formas retóricas, pues el lenguaje claro construye la memoria, la evocación. Félix Suárez canta la ausencia, la nostalgia e invoca un tiempo que, posiblemente, no se ha ido. La brevedad es una de las características de su obra, pues cada poema parece una obra en sí misma, con autonomía y cerrada.

Fernando Salazar Torres
Responsable de la selección

De la serie Voces actuales de México

Estancias

El viento barre un patio desolado.

Rasga la piel
el ruido de las hojas muertas.

Yo estoy ahí, al fondo
………………………………—niño aún—

En la jurisdicción del llanto.

 

El pozo

Estábamos ahí de pronto sin pedirlo:
frente al pozo.
…………………….Asomados
con miedo al ojo quieto de la noche.

Ardía el olor a tierra húmeda
y un cuchillo de luz temblaba
allá en el fondo,
como sobre la piel acuosa de un animal.

Era de verse aquello, mi Dios:
el alma que tú me has dado,
temblando como una hoja indócil frente al destino.

 

El pirul

Pesa desde el interior de las ortigas la lenta savia triste de la cólera. Tras la rijosa planta se alza junto al muro la sombra hierática y nocturna del pirul.

Desde sus ramas caen minúsculos corazones resecos.

De niño subía yo hasta lo más alto, hasta los brotes más esbeltos, donde era ya invencible y el mundo parecía un ridículo escenario, con grotescas miniaturas de trapo.

No tengo memoria clara de eso. Yo cortaba las frutillas de reseca sangre para los pájaros, y miraba desde lo alto las disputas que tejían mis tías con grandes voces y manos, como si fuera una madeja hecha de hilos y savias rencorosas, envenenadas.

No he vuelto a subir a ese árbol (ni a ningún otro). Imagino en todo caso que desciendo cada día por él. Cada día un poco más. En dirección de sus raíces.

 

Poemas para un cuerpo

A la memoria de Luis Cernuda

I

De las amplias potestades del aire,
de las plazuelas en las que tomaba
el sol en el verano,
de los jazmines, ay,
de los insólitos jazmines,
se aleja el cuerpo ya
………………………………—su dolorido cuerpo—,
como el que abandona su casa un día,
con un pájaro desangrado
entre las manos.

 

Semántica y cocina

¿El lenguaje es preciso en todo momento?
Si quiero pedir pan, pues pido pan;
si vino,
pues vino entonces.

Pero el amor, me digo, cómo lo pido.

Porque pedir amor, ¿no es de algún modo
rogarlo, mendigarlo?
……………………………….Y el amor,
sabemos, no se ruega, no se pide,
como podría pedirse en todo caso
un poco de agua o una copa de burdeos.

Es gracia, ofrenda.

Derramada miel sobre tus heridas.

 

Grutas

Como anegarse entero
en tibias babas de resentimiento.

Eso era el amor cansado,
marchito.

La obligación de yertas madreselvas,
y el sapo blando de la injuria,
como una negra pústula, con vida propia,
latiendo exacto,
al lado ciego del corazón.

 

Parte de guerra

Y yo,
al otro lado de mi corazón,
entre una latitud de reinos
y dioses abolidos,
…………………………oía de noche,
…………………………oía muriendo,
la lucha inútil,
el combate ya perdido
de los ángeles del cielo.

 

Bucólicas

Caen de todas partes del árbol,
no los tibios restos del día:
las hojas
del feroz aguacero.

Me tiendo un poco ahí,
me paro un poco ahí
a descansar de mi fatiga.

Y ahí estamos
—ellas y yo—,
hojas y huesos vencidos por igual.

Ellas y yo
—la misma rama, el mismo treno—,
rodando iguales por la oscura tierra.

 

Flavio y la desesperanza

Espera aún lo peor, Flavio.
¿Acaso un día —un instante acaso—
te ha convencido de lo contrario?

No hay nada.
……………………Mira a tu alrededor: allí está
el cielo en su enfangada transparencia,
el luto por los que aún habremos de perder,
la feroz emboscada de amigos y contrarios:
la guarida siniestra que son siempre los demás.

¿En dónde estuvo, entonces, la mentira,
la estafa?

¿En qué oquedad de tu alma
depositaron la semilla del deseo y la luz?

¿Con qué oprobiosa leche te mintieron
y alimentaron imposibles años por venir?

No hay nada.
……………………Te lo dice
el día que se amustia sin remedio,
la bella que se esfuma a cada instante en tu muchacha.

No hay nada.
Espera, en definitiva, aún lo peor.

 

Pájaro con muchacha

Mientras mi lengua iba y venía
y se anudaba entre la lengua suya,
he creído sentir de pronto,
………………………………………..justo
a la mitad de sus rotundos pechos,
el aleteo de un pájaro asustado
queriéndose matar contra su jaula.

 

Argonautas

Remo la noche inacabable.
Vengo remando hace cuarenta años.

Tengo hijos, hijas, y habría
querido para todos ellos
una vida sin remos
y hermosos ángeles guardianes.

Pero sé bien
que no a otra cosa hemos venido
sino a remar, aspas de ciego.

Oigo a mi lado el chapaleo
nocturno de otros remos,
otros que van o vienen,
o vienen y van
……………………—gimiendo—
hacia ninguna parte.

 

Claroscuro

Con una oscura conciencia
de animal encarnecido
lo voy sabiendo:
……………………….no duramos.

La mañana es un patio con sol
y pájaros de estruendo.

Luego uno está ahí
por un instante.
Solo. Deslumbrado.

Ciego de tanta luz.

Y enseguida oscurece.

 

Poscoital

Podríamos ser así
dos muertos frescos solamente.

O un par de tibias bestias
rendidas y acezantes.

Pero nos une
la boca mutua sobre todo,
la piel de suave espíritu agradecido.

Y los ojos también,
los ojos nuestros, tan distantes,
que han venido a mirarse aquí.

Tan desolados.

Félix Suárez
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