De barro soy
y como barro me quiebro.
Mis pies se han cuarteado
con el golpe seco del camino.
Mis brazos se hacen largos,
cuando pretenden abarcar el infinito.
Mi cabeza de barro
amotinada por el continuo cambio de la vida.
Mi corazón de barro
compite con los latidos de la tierra
cuando al barro vuelvo
a convertirme en sueños y quimeras.
De barro soy,
no hay controversia.
Supervivencia
Cuando se reúnen cerca del río las gacelas,
flexibles como el cáñamo que crece en su orilla,
él acecha con pupilas que se quiebran y estallan.
Bajo sus pieles esconden sus genes compartidos
que les permiten evadir, en ocasiones,
al terrible de inequívocas rayas.
Músculos que tiemblan esperando
el salto que define el espacio
que existe entre la vida y la muerte.
El tigre de ondulado cuerpo
que las deja sin aliento,
cuando la intensa sed las obliga
a seguir bebiendo del agua cristalina.
¡Oh gacela, salta, corre, adelántate a tu suerte!
Deja atrás el miedo intenso;
escoge, no equivoques el camino,
no retornes al instante
a beber del agua aparentemente inofensiva.
Premonición
A mamá
No olvidaré / cuando dijiste;
dejar de ser / es mi destino.
No olvidaré / cuando tú y yo juntas
rezamos ante Dios / para rogarle
No olvidaré / cuando caíste
Y me dejaste sola, sin tu amparo
No olvidaré / cuando te fuiste
mirando a mis ojos / con dulzura
recordaré eternamente ese momento
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