Servicio de promoción de autores de Letralia Saltar al contenido

Poemas de Ian David Briceño Aguilar

viernes 20 de marzo de 2020
¡Comparte esto en tus redes sociales!

Hoy se ha levantado mi madre con la esperanza mutilada
con el rostro náufrago a causa del insomnio
y llora,
llora de consternación, de no encontrarme en algún sitio.

Quisiera abrazarla, despojarla de esta verdad
pero no puedo
no puedo, mientras ella se deshace en su agonía
y busca, desesperada,
mi cuerpo en el silencio

quisiera abrazarla,
mis pies quebrados no me lo permiten,
piel y huesos carbonizados son mis restos
y mi boca un archipiélago azotado por el huracán

desde esta fosa oscura y sucia
la muerte se acerca a mi cuerpo de perro amputado, cuerpo purpureo por la lluvia.
Quiero abrazarla, pero no puedo,
no puedo.

 


 

“Y ya casi amanece y siento mis
lágrimas correr por mi cara y son
como cuchillos cartoneros las
lágrimas cortándome la cara”.
Zurita

Y ya casi amanece y siento mis
lágrimas correr por mi cara
este mal sueño me ha preñado de ansias
un niño aparece en mi habitación
con sus ojos apagados y
con un trapo entre sus dedos
inmóvil más que tembloroso
como un ciervo herido e indefenso
pidiendo ayuda con sus labios cerrados
sin oración que pronunciar
ni crucifijo a que aferrarse
dueño de una pena desmedida
me absorbe mientras lloro con mis ojos ebrios
llenos de dolor
llenos de un vacío inexorable
ya casi amanece y siento mis
lágrimas correr por mi cara
y un niño aparece en mi habitación
con sus ojos apagados
lloro por mí
lloro por él
lloro por su pena y por la mía
una pena tan grande
lloro en lugar de él también
porque al pobre se le han secado las lágrimas
y quizás necesite las mías

 


 

¿Por qué no baja Dios
y nos abraza?

¿Por qué no baja Dios
y nos abraza?
Te has preguntado
entre silbidos y hojas dispersas
y yo me imagino a un Dios
avergonzado, con los brazos dolidos,
con las manos vendadas,
los ojos irritados
y la quijada temblando.
Imagino a Dios consternado
mientras un niño sirio duerme a orillas del mar,
mientras el mundo se escurre en manos del hombre egoísta, primitivo y beligerante.
En Nicaragua la gente respira sangre y se ahoga en su propio miedo.
A Dios se le hace imposible abrazarnos
mientras Nietzsche se empeña en pregonar su muerte,
los jóvenes mutilan sus días frente al espejo.
Dios ha escondido su rostro
y su mano se ha acortado
por eso cada uno llora su dolor.
En esta tarde dolorosa
mi madre me interrumpe mientras escribo,
y recuerdo el día que te fuiste
Ella me abraza
me besa
seguramente Dios se ha acordado de mí

 


 

Ritual

Tus manos sudan mi nombre
Habito en tu memoria donde no hay luna ni sol
Estoy en ti sin quererlo desde aquella noche
donde mis besos perfilaron tu espalda y me cubriste con tu sombra,
un cigarrillo encendido contempló dignamente nuestro encuentro
Fuiste dios y yo sacrificio
Me consumiste con tus ganas
desde entonces soy tuyo
me conduces por las noches a tu habitación
me aproximas a ti
y con el rabillo del ojo empieza el ritual donde me gobiernas;
ni los trolos del cielo habían conocido una forma
exacta, perfecta y delirante de agradar a Dios
nubes curiosas se acercan deseándose posar sobre nuestro paraíso
hemos robado la aurora
Dios no quiere oír canciones,
se deleita viendo cómo me balanceo en tu cuerpo como ofrenda mecida;
Sin embargo, me siento condenado
atado de tus besos
a tus gemidos
a tu agitada y embravecida respiración
noches continuas repasando las líneas de tu cuerpo
desparramado como incienso perfumado
muriendo y naciendo en el fuego abrazador de tu pecho
quebrando los marcos, la silueta,
me destruyes y edificas,
soy como barro en tus manos
me tomas,
me gobiernas,
y a la mañana me retiro sin miedo
porque sé que al anochecer
tu ritual conseguirás emprender.

 


 

Y si un día me voy

No sé cómo decírtelo,
Pero puede que un día de estos,
Quizás no hoy, ni mañana
No esta noche
Tan sólo un día de estos
Puede que sí, puede que no.
Te levantes indefenso
Hinchado de nostalgia
Y ya no existan más palabras
Sólo mi ausencia bordeando tus mejillas
Y un leve recuerdo
De lo que un día fui para ti.

Ian David Briceño Aguilar
Últimas entradas de Ian David Briceño Aguilar (ver todo)

¡Comparte esto en tus redes sociales!
correcciondetextos.org: el mejor servicio de corrección de textos y corrección de estilo al mejor precio