Una
Crece la oquedad en la garganta
cuando traslapo la distancia
en el humus de mi origen
y veo que nada cambió
mi tragedia atrapada
en los matorrales agridulces de la cría
Por eso vengo
a llevarme sus brazos entre los chupamieles
el viento en sus cabellos
el abanico de la mariposa
en el lago seco de su párpado
Quiero morir acorde a esta noche tan larga
cual mi renuncia involuntaria
a mi primera muerte
Luego sabré que más se ama
quien más olvida.
Tiempo mío
Tengo sobrados los recuerdos
malditos entre mis grillos
Tengo abreviado el tiempo
que le arrebatara al asesino de mi hambre
Quiero vivir mi excesiva soledad
ahora que se engrosa la cintura del reloj
No quiero ser más esclava del sistema
ni venderle mi doctrina adiestrada
desde el ser para no ser
Quiero alejarme de lo contrario
a esta rebeldía liberada
y vivir la hierba mala que me habita
o el animal rapaz desembrujado
Sólo quiero marcharme
con la esencia inalienable
de mi aliento
al otro lado de este cementerio.
Somos pájaros
Pájaros salieron por la aguja de la vida
pájaros de leche
pájaros sin plumas
sobre mis volcanes
rebalsando de dulzura
Pájaros de colores diferentes
mirándome el plumaje
resbalando por el risco…
Al final pájaros desnudos somos todos
soplándonos las manos
para que florezca la magia de un vestido
en cada hombre, mujer, gárgola, medio…
Siempre pájaros.
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