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No soy el príncipe Hamlet y otros poemas, de Douglas Bohórquez
(selección)

martes 29 de agosto de 2023
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“No soy el príncipe Hamlet y otros poemas”, de Douglas Bohórquez
No soy el príncipe Hamlet y otros poemas, de Douglas Bohórquez (El Perro y la Rana, 2023). Disponible para su descarga gratuita en la web de la editorial

No soy el príncipe Hamlet y otros poemas
Douglas Bohórquez
Poesía
Fundación Editorial El Perro y la Rana
Caracas (Venezuela), 2023
ISBN: 978-980-5098-6
86 páginas

Paraíso

Una sola vez en la vida
una vez
hablamos de aquella tierra
como una infancia pegada a los labios
tapiándonos las palabras
¿jugábamos?
¿o se incendiaba la vida contra nosotros?
alguien nos buscaba para ofrecernos una luz
o un pedazo de nada para escapar
después
madre dijo fue aquel perro
echando fuego por la boca
no más entonces volvimos a decir la palabra infancia
contra nosotros mismos
nunca más insultos
contra aquella tierra
nunca más perseguirnos contra la pared
o la mesa
como si fuéramos moscas
en el muladar
de aquel paraíso.

 

Oh el amor

Oh el amor
nos quedamos sin palabras
nos quema
nos desgarra
tan bello era todo cuando niños
después crecimos en la libidinosa inocencia de mirarnos,
tocarnos, desearnos
oh el sexo
como miel envenenada
como mariposas heridas revoloteamos a su alrededor.

 

Cantante

I

Soy el cantante en el bar del pueblo
tiernamente vestido en su traje usado
vivo entre imágenes ajenas y viejas canciones
impregnadas de una indecisa nostalgia y deseo
quienes me escuchan saben del amarillo
de aquella luz
por donde transita siempre una silueta
o un antiguo sombrero

 

II

desde su asidua lejanía
el bar se hace viejo
pero asciende lentamente hacia el domingo
como un naufragio al que todos piden la santidad
después
nadie sabe cómo sobrevivir
entre tantos recuerdos.

 

La parda montaña

Ser el súbdito de este aire
el brumoso paisaje de ayer
la pátina de un reino perdido
ser lo que no se es
la felicidad rozando su propio confín
la furia
de un toro alocado
como un dios fuera de sí
Dánae misma
tropezando
contra el olvido
ser
piedra otra vez
pájaro
aire contra el aire
un poco de sol contra la ventana
rasgando
la parda montaña.

 

Con un pie en el estribo

Con un pie en el estribo
regreso
cambio de lugar
camino
soy un adiós contra la ventana
un fragmento de hierba entre las patas de los caballos
nada me reconcilia con el estipulado animal que dice su
lengua maltratada
su falta de horario su falta de palabra
como una gallina ciega camino
bajo el resplandor de este cielo
busco una tierra invisible una mandrágora un pedazo de
sábado oloroso a mujer
con un pie en el estribo
recuerdo aquella mañana tan girasol
el impalpable desconocido que me interpela roza su
beneplácito se distrae en la sombra
mientras yo otra vez como animal contra sus patas cabalgo
entre oníricos eucaliptos.

 

Como un incierto soliloquio de Hamlet

I

Digo esta extraña medusa en que se ha convertido mi corazón, esta manera de mirar lo que no soy, el equívoco disfraz de estos días, el incendio de este trópico estallando contra la cara, pura agua salvaje contra lo que ocurre lejos y a oscuras como si fuera otro país es decir la noche, un relámpago de desilusión convertido en una adolescente inevitablemente radiante y atractiva.

 

II

Otra vez vuelvo a amar las mujeres jóvenes, decía mi padre, no sé qué hice en aquel tiempo mientras cuidaba las cabras y miraba aquel resplandor del cielo. Aquellas plantas y pieles de animales exaltaban mis sentidos, la tierra misma de la que se desprende este olvido, todo tan cálido y azul como si fuera una inocente reverberación del ámbar.

 

III

No quisiera abandonar esta playa de puro infinito iluminada, estos días en los que no sé a qué hora es el viento tan delicadamente furioso y amenazador procedente del sureste y como si preguntara por el futuro todo el aire voltea contra sí y dice adiós a los pájaros. Pero el futuro no tiene importancia, insiste mi padre, mirando el horóscopo, después de todo sólo importa este pedazo de sueño importunando mi cabeza como un incierto soliloquio de Hamlet.

 

IV

La belleza de ese ruido marino pudiera acompañarme toda la vida como un tótem, como una fiesta inacabable, como si fuera la bella adolescente que camina lejos de mí, siempre pensando en su mirada, su silueta de desnudez como pintura de Modigliani, un despertar furioso, inexplicablemente maravilloso y absurdo.

Douglas Bohórquez
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