Los quince
Veo las paredes con ese lila tenue
la figura inacabada de arcilla,
mi versión de la Venus de Milo.
Observo el espejo y la línea de labial rojo:
indica la distancia de dos puntos que se buscan
y los pasos que los acercan.
Transito en medio de una neblina
entre la muerte de mi abuelo,
el episodio en el hospital…
Observo tus ojos miel, tu sonrisa y tus cabellos dorados
en ellos veo el dolor del desamor que hoy tanto agradezco
sin ese trofeo amargo se cierra este camino,
fuiste la llave que abrió esta puerta
gracias a ti, hoy arrebato la dulce presea.
Todo se repite: las piernas, los quince años, el desamor
una música rock me acompaña en esta autopista de visiones absurdas:
odiaba las cadenas, las prisiones, las hipocresías de la gente
y adoptaba una actitud desafiante de bajo perfil
una salida de escape: el poema.
La guitarra eléctrica grita las imágenes una y otra vez
voy en un vuelo raudo mientras la brisa me acaricia.
Me acompañaba la soledad
dulce enemiga, la odiaba en cierta forma
hoy me acompaña y pinta de tranquilidad mis pensamientos
aún no entiendo su lenguaje.
Todo gira como un torbellino
mientras yo, en el centro calmado del huracán,
observo las estelas envueltas en luces girando a mi alrededor
en medio de los sonidos estridentes de la guitarra,
se muestran ante mí como las páginas de un libro que me escribe
y me eleva por los aires sin despegarme los pies de la tierra,
hay un sentido oculto.
Todo gira a la inversa y me pide descifrarlo
sólo tengo la escritura para hacerlo todo de nuevo
sólo tengo palabras para ordenar el caos
una forja extenuante
un amor de hierro que llene mis zapatos.
También se necesita frío
todo el mundo sabe que no se puede escribir en medio del calor
todo se consume y se vuelve una misma cosa.
Tres veces se repiten los años
se multiplican los sueños…
Soñaba con el ahora distinto,
ya he dicho que no se puede escribir en medio de las llamas
por eso el ahora se derrite mientras todo se congela por dentro.
Sigo buscando los mismos sueños:
esta escritura incesante.
He regresado al centro, al origen, a mi esencia
soy mi propia Venus de Milo
me muevo hacia todas partes, adelante, atrás en la memoria
transito el futuro incierto
la guitarra me toma de la mano,
el espacio se ha consumido
todo se repliega y se desdibuja
“Siempre habrá estrellas en el cielo
Y un amor de hierro”.
Yo, tú, él
Yo
trabajaba en la computadora
construyendo mundos con nubes y pájaros
escuchando a Adele
recordando tus ausencias
tus maneras extrañas de presencia
tu constante asecho
tu frialdad
tu indiferencia
tu burla
tus festines amorosos camuflados
acampando en mis narices…
Él
pensaba que le era infiel
y estaba en lo cierto,
había decidido partir de una vez por todas
con ese amante del que me habló
aquella modista de trajes de novia:
“usted, hija, tenga un esposo y un amante:
con su esposo tenga una familia
pero con su amante sea feliz, diviértase
porque sólo su amante sabrá amarla,
sólo su amante la acompañará toda la vida.
Su esposo será su marido, su compañero de vida,
el padre de sus hijos,
pero su amante será su pasión, aquello que la hará sentirse viva,
con su amante descubrirá para qué nació,
su amante es su carrera universitaria”.
Fue así como un día me subí sobre un libro
y me fui volando.
Es rara
Es rara
Allí va
Toda envuelta en misterio,
en silencio,
en soledad,
en ausencias:
es rara.
Es rara
va por los pasillos del liceo
con su falda corta y su cabello largo
y su hermosa silueta,
pero es rara:
conversa con el viento,
escribe con nubes y pájaros,
luce atuendos excéntricos en las fiestas, todo lo de ella es muy extraño,
escucha la quinta sinfonía de un tal Beethoven y las melodías del piano de un tal Chopin.
Es rara,
la ves en los rincones solitaria,
lee unos libros gruesos,
a veces novelas, otras poesías, otras psicología.
Es ocurrente, se ríe de la vida
se enamora y anda flotando en las nubes
le escribe una novela a su amado: es rara.
Es rara
quiere salvar el mundo
se atreve a hacer teatro y canta
dice que construye el sentido a partir de una idea
dice que hace arte: es rara.
Es rara,
me siento a hablar con ella muchas veces
hablamos de la vida,
de los sueños, de creer en las personas,
de que son posibles los cambios,
así pasamos horas mientras el tiempo se detiene.
Yo creo que está loca, es rara.
Despedida
Me he despedido de las locuras
de los dobleces
de las bienvenidas y los abrazos fingidos
de las iniquidades,
esas normalidades de lo incoherente.
Me he despedido del festín opulento,
de la celebración absurda
de la multiplicación infinita de Gorostiza
que desdibuja la esencia.
Me he despedido de un festín forzoso
donde reinan las máscaras, los abrazos, los te quiero
mientras hacen pedazos las migas de carne humana.
Me he despedido de las estructuras de mierda
del qué dirán
de la convivencia de un harén infinito.
Me he despedido y no pienso volver
prefiero celebrar los no cumpleaños
junto al conejo blanco y la oruga
y ser esa Alicia que huye hacia la libertad.
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