
Andra Mari
Teresa Iturriaga Osa
Poesía
Editorial Aurora Boreal
Copenhague (Dinamarca), 2023
ISBN: 978-87-93935-63-1
59 páginas
Entre los riscos
…..Merodeo el silencio con suelas de barro.
Entro en la selva.
Abro la puerta hasta su desembocadura.
A mi paso, los líquenes encienden alfombras de velas,
sus ocres caídos bailan por doquier.
Apago el quinqué,
dejo pasar aquella vieja sombra fermentada de huesos con forma de ilusión.
La memoria quebrada ya no me sirve para escalar árboles por los cauces del río.
Sólo el lenguaje de los pájaros baja y sube una vara de lluvia desde el abismo.
La niebla mensajera asoma su tez más oscura,
se pone en pie y limpia las trizas sin ruido.
Crece el sonido de la campana de bronce,
arde el iris en su nido de búho.
Duerme la espuma de vidrio.
Se desborda el aljibe.
Y las voces de la casa llaman al gavilán de los riscos.
Silencio al paso
A mi ama
Al alba
cabalgan los versos
—no sé quién me dicta el silencio.
La fiebre es un misterio que invade,
suelta las crines del cerebro,
……………………….relincha, arde un instante
y espanta de una vez por todas las moscas
sin altura de miras.
Entro en abril y la cera del paso
va cayendo sobre las andas.
Este año algo me dice que mi madre baila
con el pelo suelto en un banco de albohol escarlata
—pues yo quisiera llevarla a hombros,
lavar su rostro bendito—,
agua de rosas, perfume vacío de soberbia…
………………………………..Andra Mari ya canta.
Las líneas de la mano delatan lugares comunes,
vagones del sueño donde nadie habla.
Y yo los voy a descarrilar. Sí.
……………………………………Al barranco con todo.
Y que caiga una tormenta libre de juicios,
un respeto de viejos olmos.
Así cada recuerdo estará preso en esa roca
con palabras de tunera.
Eres
A mi aita
……..Hueles a hierba y a rocío.
Eres una campa de manzanos en flor.
…………………Me siento en tus rodillas.
Me bendices la cabeza entre las manos.
Sigues andando,
……………………..andando,
andando por tus propios pies…
Frotas el anillo.
……………………….Viertes la sal.
Me acurrucas los párpados.
………………………..Y nos escapamos juntos.
Vuela sin freno, espléndido caballo negro.
…………….Llévanos hasta el final.
Ontología de la actividad floral
No cesaré de mirarte.
—Esta vez no.
Es innegable la belleza del iris
y el orden interior que le dicta
…………………………el modo de brillar, cuándo
es preciso desaparecer bajo las sombras
y dejar paso al reinado de los cardos
……………………………………en plena desnudez.
A ras de suelo, la verdad y la mentira
se cruzan sin ninguna pretensión…
Simplemente, se saludan
…………………………………frente a frente,
con un gesto de barbilla.
Una distancia elegante —entre flores necesaria.
………….Todo se esfuma
en cuanto el sol se apaga.
¿Cómo abordar los hechos?
Eligiendo para ello el código más apropiado
en esta o aquella situación, o sea,
revistiendo el sentido con la forma poética
……………….que corresponde a sus intenciones,
usos y costumbres del pensar.
Porque no quiero marcharme sin hablar.
—Esta vez no.
Tecla a tecla
Sonaba el piano
bajo la lluvia de marzo,
un ahogo sin cesar de viento húmedo
…………….en las medianías canarias.
El bosque de laurisilva,
eco de hazañas,
…………verbo de luces.
Sus cenizas, lecho, pinocha,
ayer olor, crujido de abrazos, tul.
……………..Dedos ciegos
inyectaron el vino
y el inminente descanso.
No gimió la misma melodía
…………….en los ojos de los otros.
Sus teclas me grabaron un limbo
con gotas de uva, cosecha y reproche.
Abeto negro me querían,
pero no, no me encontraron.
Corrí y corrí, hui de la espesa niebla,
esa que recorre el cuerpo
………….en busca de la inocencia.
Jamás los ejércitos de la culpa
arrojaron un vertido
…………………………….sobre mi corazón.
Y así me hincó la noche su diente
………………………..como hinojo solitario.
A nadie le duelen los pasos
entre retamas en flor.
- Andra Mari, de Teresa Iturriaga Osa
(selección) - lunes 18 de septiembre de 2023 - 217 llave de oro - viernes 12 de abril de 2019