Muy de acuerdo con Pérez Reverte, no cambia nada la norma, sigue quedando eso a criterio de quien escribe y es una situacion muy subjetiva; pero que sin duda ninguna el contexto lo resuelve generalmente. Ahora, explicar esa doble interpretación por parte de un escritor que en un momento determinado se encuentra en el quehacer escritural de su obra, respecto del ejemplo dado por el académico Pérez Reverte con el ejemplo aludido, más que un exabrupto, es un desliz literario contra la fluidez del texto mismo. Es como esa anomalía perversa y garrafal impuesta por Chávez de pleonasmo inquisidor con el género.

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