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Corridos, violencia y literatura

lunes 9 de marzo de 2020
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Paulino Vargas Jiménez
Paulino Vargas Jiménez está considerado el padre del corrido moderno.

La violencia como constante en la historia de México está registrada en Los bandidos de Río Frío, de Manuel Payno, en El llano en llamas, de Juan Rulfo, y en Las muertas, de Jorge Ibargüengoitia. “Mañana estarás muerto o tal vez pasado mañana o dentro de ocho días” (Rulfo, 1993, 33), es una sentencia existencial que comparte Juan Rulfo en su obra. La enunciación asume vigencia en los tiempos que nos toca vivir. Ibargüengoitia relata en Las muertas: “Hace calor, las moscas se paran en la cara del capitán, los cazahuates están floreando. Detrás de él va una fila de soldados montados, que atajan con la mano las ramas de los huizaches. Delante de él va un solo hombre: un ranchero de huaraches y sombrero ancho que camina a pie. Es el informante. La vereda se hace cada vez más angosta y cuando parece que se acaba, el ranchero se detiene y levanta el brazo para señalar algo que está del otro lado de la cañada: allí están las flores (amapolas)” (Ibargüengoitia, 2015, 39). El texto de Ibargüengoitia hace referencia al narcotráfico. Más adelante señala: “El agente Guillomar hizo viajes a San Pedro de las Corrientes y habló varias veces con Humberto Paredes. Es posible que haya estado en la casa de la calle de Los Bridones. No se sabe qué dijeron. Quizá el agente fingió querer vender un plantío o comprar droga”. La violencia, el contrabando y el narcotráfico pueden rastrearse en y desde la literatura. El llano en llamas es de 1953 y Las muertas de 1977.1

Gabriel Ferry, viajero francés en el México del siglo XIX, cuenta: “Había oído hablar con frecuencia de Albino, uno de los más audaces contrabandistas de la costa, bajo el régimen español. Era una guerra a muerte entre los guardias de la aduana y los enemigos del fisco, y en aquellas luchas mortales, Albino Conde se había creado una fama extraordinaria” (Ferry, 1945, 60). Albino Conde fue el personaje central de un romance colonial denominado Yo soy el contrabandista. La violencia, en realidad, ha sido problema constante en la historia de las civilizaciones humanas. La generada por los españoles en México fue registrada por Gabriel Ferry:

De cada una de las ramas del mezquite pendía una cabeza sangrienta, testimonio de la crueldad de los españoles. El árbol, bajo el cual había yo buscado un abrigo, era uno de esos monstruosos trofeos, que el salvaje furor de los soldados de Calleja multiplicaba en nuestros campos. No pude contemplar por mucho tiempo aquella horrible pirámide de restos humanos. Creía conocer entre aquellas horribles cabezas las facciones de algunos compañeros de armas, y casi desmayo. Desde que habita en la República, ha de haber usted encontrado más de una vez algunos árboles cargados de cruces de madera. Pues bien, en lugar de cada uno de esos fúnebres emblemas, había antes la cabeza de un insurgente. En el Bajío, sobre todo, esos árboles, que sostienen 50 o 60 cruces, recuerdan el principal teatro de nuestras luchas revolucionarias. A los españoles pertenece la idea de esas sangrientas exhibiciones, pero concluimos por mejorarles su invención, puesto que a nuestro turno clavamos en las ramas de los árboles millares de cabezas, y éstas no fueron reemplazadas por cruces expiatorias (Ferry, 1945, 87).

La literatura pone al descubierto la añeja existencia de problemas que desangran a los mexicanos del siglo XXI. No afirmo que la violencia es un fenómeno cultural o un elemento identitario. Lo que digo es que la violencia ha sido registrada por la literatura desde el siglo XXI: es un problema histórico. Al abordar la violencia, debemos ponderar contextos sociales y procesos históricos.

 

El corrido mexicano

Hasta hace muy poco tiempo, la academia mexicana aceptaba sin cuestionamientos el origen andaluz del corrido (Stanford, 1984, 16). El máximo difusor de esta vertiente fue Vicente T. Mendoza, quien comenzó a trabajarla en 1926. Mendoza es autor de Romance y corrido (1939), Cincuenta romances (1940), Cincuenta corridos mexicanos (1941), La décima en México (1947), El corrido mexicano (1954) y El corrido de la Revolución mexicana (1956), editados por la Universidad Nacional Autónoma de México, Unam (Moedano, 1976, 67). Hoy sabemos que el vals es un elemento determinante para el desarrollo histórico, musical y estético del corrido mexicano (Tinajero, 2004, 24).

Durante el siglo XIX existió el tráfico de especias, telas y hierbas aromáticas, entre los Estados Unidos y México, en un flujo de ida y vuelta (Ramírez-Pimienta, 2011, 22). De 1920 a 1933 estuvo vigente la ley seca estadounidense. En este periodo se compusieron y grabaron Los tequileros, en 1930 (Giménez, 2007, 387), y El contrabando de San Antonio (Ramírez-Pimienta, 2011, 36). El contrabando de El Paso fue llevado al registro discográfico en 1928 por RCA. Los hechos ocurrieron en agosto de 1924 (Ramírez-Pimienta, 2011, 37).

El Pablote, compuesto e interpretado por José Rosales, data del 8 de septiembre de 1931. Por morfina y cocaína, creado por Manuel Cuéllar Valdez, se hizo disco el 9 de agosto de 1934 (Ramírez-Pimienta, 2011, 52). Días después se grabó El contrabandista, de Juan Gaytán. Juan Gaytán, Manuel Cuéllar Valdez y José Rosales deben ser considerados los primeros compositores de corridos de narcotráfico, en la primera mitad del siglo XX (Ramírez-Pimienta, 2011, 62).

Mariano Reséndez Garza, hijo de una familia acaudalada, fue propietario de la Importadora Casa Resendeña. Se desempeñó como contrabandista de armas, comestibles y telas provenientes de Indiana, Estados Unidos, durante el siglo XIX. Introducía sus mercancías por Camargo y Reynosa, Tamaulipas (Ramos, 1991, 3). Murió en Agualeguas, Nuevo León, frontera con Tamaulipas, México, en 1887 (Ramos, 1991, 5). Su historia está íntimamente vinculada con la del coronel Nieves Hernández.

Nieves Hernández nació en Jaumave, Tamaulipas, en 1849 (Ramos, 1991, 9). Comisionado por Porfirio Díaz para combatir a gavilleros y contrabandistas, destacó como militar corrupto: brindó protección a delincuentes y él mismo se erigió como contrabandista. Estuvo en la nómina de Mariano Reséndez, a quien otorgó protección (Ramos, 1991, 11). En enero de 1891 fue puesto a disposición del Consejo de Guerra en Monterrey, Nuevo León. Se le acusó de traición, negligencia y falsedad. Recluido en la penitenciaría militar de Tlatelolco, Ciudad de México, murió en 1898 (Ramos, 1991, 13).

Nieves Hernández es una clara muestra de un “corrido por encargo” escrito a finales del siglo XIX. El objetivo de la composición es brindar una versión oficialista del personaje. Exagera al dar cuenta de supuestas virtudes y atributos. Tergiversa el desenlace del personaje al afirmar que murió en una emboscada, cuando en realidad falleció en el presidio de Tlatelolco, en la Ciudad de México.

Reséndez fue sitiado en Reynosa, Tamaulipas. Pide ser entregado a Nieves Hernández, quien se encuentra en Matamoros. Reséndez creyó que obtendría protección de Nieves Hernández, por los antecedentes entre ellos, pero éste se vio imposibilitado por la intervención de Bernardo Reyes, gobernador de Nuevo León. El fusilamiento de Reséndez fue ordenado por Reyes en Cerralvo, Nuevo León (Ramos, 1991, 7).

A manera de reforzamiento, sugiero escuchar los corridos de Mariano Reséndez y Nieves Hernández, con Los Cachorros de Juan Villarreal y con el dueto Carlos y José, respectivamente, en la plataforma digital de su preferencia.

El corrido del hampa fue grabado el 9 de septiembre de 1935 por el Dueto Flores y Durán. Habla de “las mujeres galantes, viciosas y malhechoras que en Ciudad Juárez hay de a montón” (Ramírez-Pimienta, 2011, 65). La canela es un corrido que relata lo sucedido en 1934: el contrabando de canela de Ceilán a Monterrey, Nuevo León, vía Reynosa, Tamaulipas (Ramírez-Pimienta, 2011, 33). El corrido de Mier y Los dos contrabandistas rescatan el tráfico de radios y grabadoras de Estados Unidos a México (Ramírez-Pimienta, 2011, 34). Carga blanca (1940), La canela y Por morfina y cocaína son del compositor Manuel Cuéllar Valdez.

Pablo González, “Pablote”, fue un traficante de Chihuahua, México, que murió a principios de 1930. Esposo de Ignacia Jasso, “La Nacha”. González y Jasso lideraron la mafia de Ciudad Juárez, Chihuahua, durante las décadas de 1930 y 1940. Sus competidores eran emigrantes chinos que se dedicaban al tráfico de opio y que llegaron a Juárez luego del terremoto que azotó a San Francisco, California, en 1920 (Ramírez-Pimienta, 2011, 53). A la muerte de Jasso, misma que aconteció en 1970, el negocio quedó en manos de Manuel, Natividad, Ignacia y Pabla, sus hijos. La banda del Pablote y La Nacha traficó marihuana, morfina y heroína (Ramírez-Pimienta, 2011, 70).

 

El padre del corrido moderno

Paulino Vargas Jiménez fue uno de los veinticinco hijos que tuvo su madre. Además del inmenso talento artístico que poseía, don Paulino Vargas compuso decenas de corridos gracias a que “estuvo presente en muchos peligros”. Como lo dijo en vida: “Para hablar de la lumbre hay que quemarse” (Vargas, 2012). Llevó su premisa hasta el límite.

Paulino Vargas Jiménez fue un hombre de poder que trabajó, cantó y tocó para políticos y capos del narcotráfico mexicano. Admirador de Pancho Villa, estuvo del lado del pueblo y contra la desigualdad social. Denunció abusos oficiales y situaciones ligadas al mundo del narco, siempre con planteamientos críticos.

Sugiero escuchar El poder de la firma, Los súper capos, Al filo del reloj, Allende el Bravo, La tumba del mojado, El cuerno de chivo, Las mujeres de Juárez, Ramiro Sierra, Carga ladeada y Clave siete. Su último corrido fue grabado por Los Tigres del Norte y se intitula Reina de reinas, dedicado a Sandra Ávila Beltrán. Desde principios de 1970, la obra de Vargas Jiménez fue censurada por el gobierno mexicano. Llegó a estar preso por Camino de sacramento, corrido dedicado a Antonio López de Santa Anna, presidente de México durante el siglo XIX. “Los parientes del político mexicano se quejaron en la Secretaría de Gobernación. Lo presaron. Afortunadamente no ficharon a mi padre. No hubo papeleo” (Vargas, 2012).

Vargas Jiménez componía para escuchas especializados. Gracias a sus relaciones laborales con personajes del narcotráfico mexicano, desde la época de Pedro Avilés, en la década de 1970, tuvo acceso a fuentes primarias. Cuando cayó Rafael Caro Quintero, en la década de 1980, grupos norteños como Los Invasores de Nuevo León y el dueto de Carlos y José, fueron requeridos por el gobierno mexicano, como parte del desahogo de pruebas. Paulino Vargas Jiménez también fue citado, pero fue protegido, en sus declaraciones, por los capos mexicanos. “Mi papá hizo un prestigio con ellos, por eso no lo involucraron. Fueron desestimadas las posibles imputaciones en su contra. Mi padre era un hombre de ley” (Vargas, 2012).

En 1975 hizo el disco Carga ladeada con CBS. La alemana Peerless se negó, por miedo a sanciones económicas y vetos del gobierno mexicano. En esa época, Paulino Vargas Jiménez colaboró de cerca con Federico Méndez. En la década de 1960 entregó a Los Relámpagos del Norte El espejo y Con la tinta de mi sangre, melodías que se volvieron referentes en la obra musical de Ramón y Cornelio.

Lino Quintana es un personaje central en La banda del carro rojo, de Paulino Vargas Jiménez. Ambos se conocieron en 1972. La fuga del rojo se derivó de Carga ladeada. Román Iriarte y Muerte anunciada son corridos inspirados en Colombia. “El veto a mi padre continúa. Siguen llegando multas por tocar sus corridos” (Vargas, 2012).

En 1984 Los Broncos de Reynosa compartieron estudio de grabación con don Antonio Aguilar. Paulino y Javier grabaron quince canciones con banda. Se incluyeron corridos como El doctor Fonseca, Los tres gallos y La tragedia de Gilberto. Cabe destacar que, a pesar del veto constante que sufrió la obra de Paulino Vargas Jiménez, cada vez que Los Broncos de Reynosa se presentaron en Siempre en Domingo, del celayense Raúl Velasco, gozaron de libertad para interpretar lo que quisieron. El hecho demuestra el poder de Televisa, Azcárraga y Velasco, y la importancia artística de Paulino Vargas y Los Broncos de Reynosa.

Comparto puntos finos que ornamentan la obra artística del nacido en Durango y que sitúan al corrido, y a la música popular mexicana, en contextos sociohistóricos. Son resultado del trabajo etnográfico materializado por un servidor.

  1. En un evento de radio, en el Toreo de Cuatro Caminos de la Ciudad de México, estaban todas las radios enlazadas. Don Paulino Vargas Jiménez cerró el evento. Los organizadores decidieron usar playback. Estando presente el secretario de Gobernación, Vargas Jiménez le mentó la madre.
  2. La envidia de la gente, la falta de profesionalismo. En el marco de un festejo por el 5 de mayo en Estados Unidos, antes de salir al escenario Vargas Jiménez se percató de que el fuelle de su acordeón había sido navajeado. Era una época en la que los ejecutantes no cargaban varios acordeones. Paulino Vargas tocaba cualquier acordeón sin importar el tono. Como respuesta al incidente, Vargas incitó a los asistentes a lanzar vítores mexicanos, además de mentar madres. Fue vetado por el gobierno de los Estados Unidos: se quedó dos años sin visa.
  3. Siendo presidente de México Miguel de la Madrid (1982-1988), Los Broncos de Reynosa fueron contratados para tocar en el Campo Marte de la Ciudad de México. Vargas Jiménez se centró en López Portillo.
  4. El general Raúl Salinas, de Monterrey, ocupaba mucho a Los Broncos de Reynosa. Tanto apreciaba a Paulino Vargas que lo registró como su hijo.
  5. Vargas Jiménez conoció a Vicente Fernández cuando éste cantaba en Amanecer Tapatío, en la Ciudad de México. El líder de Los Broncos de Reynosa lo invitó a Peerless. Le dijeron que no. Federico Méndez terminó por llevarse a Fernández a CBS. En este proceso, Paulino Vargas Jiménez fue importante.
  6. Vargas colaboró con Federico Méndez en la composición de dos temas que inmortalizó Vicente Fernández: Por tu maldito amor y De qué manera te olvido.
  7. Vargas hizo varias producciones como solista en EMI. La última en 1984.
  8. Las fiestas con Amado Carrillo Fuentes eran de tres días y tres noches. En ellas desfilaban bandas y grupos. En una de esas ocasiones, Paulino Vargas llegó con una caja de casetes como regalo. Amado le dijo que le daría lo que quisiera. Vargas Jiménez le solicitó que se fuera a dormir. Amado aceptó a cambio de escuchar siete veces seguidas La daga. Los Broncos cumplieron su palabra y Amado se retiró.
  9. Trabajando para Miguel Ángel Félix Gallardo, don Paulino Vargas y Manuel Salcido Uzeta, alías “El Cochiloco”, tuvieron un desencuentro. Vargas le expresó: “Pues usted será muy cochi, pero en lo loco no me gana”. Félix Gallardo intervino.
  10. Los Broncos de Reynosa trabajaron para Lucio Cabañas y para Los Monje de Guerrero, familia brava de negocios grandes y peligrosos.
  11. Piporro pidió a Los Broncos de Reynosa para Calibre 44, película de 1959. Cutículas en blanco y negro, Los Broncos hicieron seis. Después les propusieron que armaran películas con sus corridos. Incluso, Paulino Vargas Jiménez escribió el argumento de dos filmes. Los corridos los consolidaron en el cine.
  12. El discípulo del diablo, corrido compuesto por Paulino Vargas Jiménez e interpretado por Los Tigres del Norte, está inspirado en González Calderoni.
  13. De las películas que Los Tigres del Norte grabaron, muchas se inspiraron en la obra musical de Paulino Vargas Jiménez y sus Broncos de Reynosa.
  14. Lázaro Cárdenas impulsó el narcotráfico en México, para beneficio de los Estados Unidos y sus guerras. Los políticos solapan el narcotráfico.
  15. En Europa le pidieron a Los Tigres del Norte que grabaran un corrido dedicado a las muertas de Juárez. Lo compuso Paulino Vargas. Trabajó en Ciudad Juárez, Chihuahua, en la época de Amado Carrillo. Sabía de qué se trataba el asunto. El cartel de Juárez es el causante de los problemas en Ciudad Juárez.
  16. El corrido Nave 727 está dedicado al señor Amado Carrillo Fuentes. Al parecer, Carrillo no murió. Se arregló con los Estados Unidos. Fue un teatro montado. Había un primo hermano de Amado en Tijuana que era idéntico. Aprovecharon su muerte para fingir la de Amado. Utilizaron el cuerpo para hacer el teatro de la cirugía, con el aval de los estadounidenses. En México se hicieron tarugos una semana. Luego corroboraron la verdad histórica. Uno de los integrantes de Los Huracanes del Norte se casó con la hermana de Amado Carrillo Fuentes. Amado acumuló más de cuarenta millones de dólares. Cuando Carrillo le pagaba a Los Broncos de Reynosa, siempre lo hacía con billetes de cien dólares. Generalmente los narcos pagan con billetes de baja denominación, para no ser rastreados. En una ocasión, Amado les pagó 40.000 dólares a Los Broncos de Reynosa. Eran fajillas de 10.000 dólares, de la Reserva Federal. Carrillo fue el primer capo en traficar la droga en aviones. Aviones nuevos eran incinerados y enterrados en el desierto. Carrillo era afecto a los diamantes. García Abrego movía la droga en tráileres.
  17. Teodoro Bello capitalizó el Jefe de Jefes. Vivía cerca de una casa de Amado, en Cuernavaca. Jorge Hernández se enteró de que Los Intocables del Norte habían sacado El patrón de patrones. Teodoro Bello mató dos pájaros de un tiro: quedó bien con Amado Carrillo Fuentes y con Los Tigres del Norte. El patrón de patrones fue compuesto para Ismael Zambada. Ese corrido generó la idea de crear Jefe de jefes. Los Tigres del Norte tienen una visión muy empresarial.
  18. Pacas de a kilo se lo hicieron a Arturo Beltrán Leiva. Por sugerencia de Vargas Jiménez, Teodoro Bello cambió el nombre de Arturo por “amigo de los amigos”. Pacas de a kilo perdió la mitad de las regalías luego de retomar la música de otro corrido. Este fenómeno de las regalías es más común de lo que se piensa.
  19. Cuando Los Invasores de Nuevo León estaban mal, al borde de la separación, Javier Río y Lalo Mora grababan, cada uno por su cuenta. En ocasiones, otros músicos metían el bajo sexto o el propio Javier. Hay músicos que suplen y graban ciertas melodías. Los que saben, identifican las pisadas y los adornos del músico. El lema de Paulino Vargas Jiménez era: “Deje lo grabo yo, usted lo aprende”.
  20. El tema de los acordeones es cuestión de gusto. Hasta la época de 1960, los acordeones de botones eran pequeños; los grandes eran los de piano. Muy pocos ejecutantes dominan las dos grandes familias de acordeones. El acordeón chico tiene sonido chillón y fuerte, además de ser menos pesado. El antecedente del Gabbanelli es el acordeón Santa Marcela. El Gabbanelli se consolidó en la década de 1980. Las parrillas del Gabbanelli son idénticas a las del acordeón Santa Marcela. El Gabbanelli es un instrumento muy decorado, lleno de piedras de colores, de diferentes pesos y capacidades. El acordeón Santa Marcela venía en un solo color. Con los Gabbanelli surgieron los acordeones tricolores o de bandera. El Hohner pasó cincuenta años con el mismo modelo; luego empezaron a sacar modelos pequeños con pedrería. En sus inicios, el Gabbanelli traía integrada una pastilla, igual que los acordeones tipo piano. Era una decisión poco pensada: le metía ruido e interferencia. Le quitaron el adaptador. Hicieron un híbrido al integrar un sintetizador adaptado al acordeón. Esto permitió grabar el sonido. El primero en llevarlo a los escenarios fue Ramón Ayala. Era un acordeón diseñado para el nativo de Monterrey, Nuevo León. Conectabas el instrumento y te daba sonido de piano, de trompeta y hasta de teclado. Era muy usado en la grabación de discos.
  21. Paulino Vargas hijo le regaló un acordeón de 5.000 dólares a su padre. Era un instrumento pesado, tenía integrada una batería en la parte trasera. Se lo obsequió para que lo utilizara en sus grabaciones. Al año, le compró un acordeón checoslovaco de hechura artesanal, cuadrado y sin redondear, 100% de madera. El instrumento checo era para hombres altos, así que lo usaron en fotografías.
  22. El último álbum de Los Broncos de Reynosa se grabó en 1998 y nunca salió al mercado, por desacuerdos con la disquera. Contenía treinta canciones. Después de Peerless (1990), Los Broncos de Reynosa se fueron a Fonovisa y a Sony, donde relanzaron discos. Hay dos discos inéditos de Vargas como solista. Cuando Vargas Jiménez salió de Peerless, firmó un contrato que le prohibía grabar durante cinco años, cualquier tema producido en la empresa alemana.
  23. José Vaca Flores fue director artístico de Los Broncos de Reynosa, pero quien más trabajó con ellos fue Pancho Díaz de León y Federico Méndez, en Peerless.
  24. Warner compró el catálogo de Peerless. La intención era desaparecer la música mexicana, para mermar su presencia cultural en los Estados Unidos. EMI adquirió el catálogo de Discos Falcon de Texas y lo eliminó. Universal compró a EMI Capitol. Sony se hizo de los catálogos de la RCA y de la CBS Columbia Harmony. Las guerras culturales se dan en y desde los mundos del arte.
  25. Muchos temas no se llegaron a grabar. Por ejemplo, Paulino Vargas Jiménez le compuso un corrido a Lady Diana, Princesa de Gales, en el Reino Unido.

 

La corrupción como problema histórico

El contrabando es una de las claves sociales para entender el siglo XIX mexicano. “Eran los ingleses quienes practicaban desde su base en Jamaica, un extenso comercio ilegal con la América española. A través de Veracruz, comercializaban productos alemanes” (Bernecker, 1993, 394). Aunque parte de la mercancía ilegal durante el siglo XIX entraba a México por Veracruz, otra hacía lo propio por Guaymas, Sonora; Mazatlán, Sinaloa; Manzanillo, Colima, y Acapulco, Guerrero. Durante la etapa de Independencia, el comercio ilegal sobrepasó al legal, en números absolutos (Bernecker, 1993, 395). Si bien desde 1823 quedó prohibida la importación de artículos españoles a México, se podía conseguir papel y brandy de Barcelona, hierro de Vizcaya, vinos de Jerez y Málaga, aceitunas y pasas de Andalucía (Bernecker, 1993, 397). En 1827, una tercera parte de los bienes extranjeros consumidos en México eran importados ilegalmente (Bernecker, 2005, 135).

El puerto de Guaymas en Sonora fue utilizado por los contrabandistas para comercializar metales preciosos (Bernecker, 1993, 397). Mazatlán era el único puerto en el que los grandes buques que iban de América del Sur a San Francisco podían proveerse (Bernecker, 1993, 398). La ruta Kentucky-Chihuahua fue una de las más importantes para el contrabando del siglo XIX. Se contrabandeaba hilo, tejidos y algodón (Bernecker, 1993, 399). Yucatán importaba, ilegalmente, manta de algodón producida en Manchester e introducida por la Honduras británica (Bernecker, 1993, 400). “Público y notorio es que en la frontera, en la feria de San Juan de los Lagos, en la capital de la República y en Puebla, se vendan efectos extranjeros prohibidos por el arancel. Los jabones finos nunca se han fabricado en el país, y siempre se han introducido sin respetar las prohibiciones” (Bernecker, 1993, 400), declaró Manuel Payno, ministro de Hacienda de México, en 1850, y autor de Los bandidos de Río Frío, referente literario mexicano. Los españoles gustaban de contrabandear por los puertos de Manzanillo, Tampico y Veracruz (Bernecker, 1993, 415).

José María Luis Mora afirmó que dos terceras partes de los bienes de consumo no pagaron aranceles de importación durante el siglo XIX, y que el Estado no percibía ni la mitad de los aranceles de importación que legalmente le correspondían (Bernecker, 1993, 396). “Tejidos de algodón cuya importación estaba prohibida, eran mezclados con lino. Los comerciantes enviaban sus productos a Nueva Orleans, después alquilaban barcos e importaban los productos bajo la bandera mexicana. Se izaba en barcos ingleses una bandera mexicana, para evadir impuestos” (Bernecker, 1993, 406). Las regiones siempre se sentían desatendidas por el centro político. La prohibición de fábricas de tejidos cerca de las costas fue un agravio para los empresarios (Bernecker, 1993, 415).

Pensemos la corrupción como un problema histórico y como la base de la violencia que padecemos en la actualidad. De la promoción y difusión de la violencia participan distintos actores sociales, no sólo los gobiernos y políticos de base. La mexicana es una sociedad desahuciada, extraviada en la inmoralidad y la maldad. Necesitamos echar mano de la filosofía, las letras y la historia. Educación.

 

Reflexión

En una entrevista que sostuve con Jorge Hernández, líder de Los Tigres del Norte en Culiacán, Sinaloa, declaró que “el corrido se interpreta en Europa. Lo hemos cantado en Japón y Alemania. Trabajamos en España y Marruecos. Exponemos la historia de la cultura mexicana. Nuestros temas han sido analizados por los grandes maestros del corrido. Somos unos narradores que contamos historias. El corrido mexicano tiene una importancia muy grande en otros países y en México. Los mexicanos vivimos el corrido y los extranjeros tratan de entenderlo” (Hernández, 2005).

La música norteña aparenta sencillez en su estructura, sin embargo, es en su función social donde hay que concentrarnos. El corrido y sus vehículos (música norteña, banda sinaloense) pretenden comunicar historias; por eso Hernán Hernández, bajista de Los Tigres del Norte, habla del corrido mexicano como un nódulo de fuerza narrativa. Es ahí donde se explica la vigencia social del corrido (Hernández, 2005). No extraña que en el norte, “la música de chirrines, la banda y los corridos, rifen” (Sosa, 2005).

El corrido mexicano se difunde en Europa, Asia, Sudamérica y Estados Unidos. En Chicago, por ejemplo, una de las avenidas más importantes lleva el nombre de Los Tigres del Norte. En Colombia se escriben corridos que narran historias de traficantes como Manuel Moreno y Pablo Escobar. Los españoles hacen novelas mexicanas. Hay investigadores que se especializan en el corrido.

El corrido está casado con la Revolución mexicana de 1910. Cuando se le evoca, el sentimiento es de saudade. Distanciados de apasionamientos nacionalistas, debemos aceptar que el corrido continúa asumiendo funciones sociales, a pesar de todo. El ejemplo más reciente que lo demuestra es el corrido interpretado por Exterminador, mismo que se intitula La caída de Los Pinos. El impacto social que tuvo demuestra que el corrido mexicano sigue representando a colectividades. A pesar de carecer de virtuosismo y ornamentaciones, el corrido inundó las redes. El corrido mexicano informa e incentiva la denuncia. Es más importante el contenido que la forma. El pragmatismo y la eficacia vs la estética.

Explicar el corrido mexicano revolucionario implica considerar la grabación como objeto de estudio. El manejo de los medios masivos de comunicación y el tratamiento que el cine dio, son claves para estudiar las transiciones históricas del corrido mexicano. Pensemos en Un hombre violento con Valentín Trujillo de 1986 y en El gavilán de la sierra con Guillermo Larrea de 2002. Habría que meterse a la obra cinematográfica de Antonio Aguilar Barraza.

Corridos sobre Villa y Zapata existen muchos. No todo el corpus corridístico en torno a estos dos personajes fue creado durante la época de la revolución, muchas son composiciones posteriores. Algunos surgieron en el auge de la grabación discográfica. Cuando hablemos de corridos zapatistas no perdamos de vista que el zapatismo como proceso histórico inacabado tiene varias etapas. Corridos zapatistas también son los creados a principios de 1990.

¿Por qué, a diferencia de Francisco Villa, Emiliano Zapata dejó de figurar en el imaginario corridístico mexicano? Porque Villa y Zapata pertenecen a dos tradiciones musicales distintas: el primero al corrido norteño y el segundo a la bola suriana. Porque el cine mexicano destacó los valores norteños por encima de los sureños. Con la mediatización de Villa, Zapata se refugió en la música tradicional y en la radio cultural. Muchos de los corridos zapatistas, a diferencia de los villistas, continúan siendo interpretados y reproducidos en versiones de más de diez minutos. Los escenarios comerciales cancelan esta condición histórica. Villa es el consentido de los medios de comunicación comercial y Zapata la figura de culto en el tablado cultural institucional. Sugiero remitirse a la colección “Testimonio Musical de México”, editada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (Inah), desde 1964, para constatar mis dichos.

El corrido es un abrevadero para la historia de México y un referente literario. También es un punto de encuentro si lo abordamos desde el instrumento musical. Escribir la historia del corrido mexicano es convocar a la guitarra séptima, al bajo quinto y al bandolón. Los corridos no se reducen a la letra, también involucran el acompañamiento musical, el estilo y la técnica de las voces. Las cueras tamaulipecas, los sombreros del Bajío y el calzado de León son clave. El corrido se estudia desde el cuerpo, la videografía y la etnolaudería. El fenómeno no se agota en decir que Espinoza Paz canta feo, que Gerardo Ortiz no sabe respirar y que Julión Álvarez valora a las mujeres por su manera de trapear. La complejización intelectual del fenómeno es obligación de musicólogos, etnomusicólogos, radialistas, periodistas culturales, antropólogos, historiadores sociales y músicos. La música y el corrido se insertan en mundos del arte.

Si pensamos en los narcocorridos como narraciones que exaltan a personajes vinculados con el tráfico de drogas ilegales, El Pablote es el primer narcocorrido de la historia. El narcocorrido surge de la mano del registro discográfico. Antes del disco, el narcocorrido no existía. El narcocorrido, como fenómeno cultural, se consolidó entre la depresión de 1929 y la Segunda Guerra Mundial. El corrido de contrabando se centra en las historias del negocio. El narcocorrido relata, en primera persona, los excesos, consumos culturales, comportamientos y representaciones sociales de quienes naufragan en ese mundo. El narcocorrido aspira a la mitificación del personaje. El corrido de contrabando da cuenta de lo sucedido, lejos de aspiraciones hedonistas: su centro es la narración. El narcocorrido detalla los excesos del capo y promueve el consumo de drogas. El corrido de contrabando es un registro que se apoya en contextos históricos y apela a coyunturas sociales. Para el corrido de contrabando el acontecimiento es lo más importante. El narcocorrido prioriza la ficción. El corrido de contrabando se preocupa más por la veracidad de lo narrado. El narcocorrido vive cercano a la fantasía y a la diarrea mental. El corrido de contrabandistas surgió en La Colonia; sus actores iniciales fueron los piratas.

Desde la época colonial, cuando los españoles gobernaban al actual México, se compusieron e interpretaron corridos que hablaban de contrabandistas. Llamo a esos vestigios históricos “corridos de contrabandistas”. El corrido de narcotráfico y el narcocorrido surgen durante la primera mitad del siglo XX, de la mano del apunte fonográfico. El corrido de contrabando es un producto de La Colonia. El corrido de narcotráfico y el narcocorrido son un invento del siglo XX; desde entonces conviven y coexisten. Uno no le antecede al otro, surgieron en el mismo momento. El narcocorrido es una invención de las industrias culturales, primero desde lo conceptual, después desde lo vivencial y hoy desde lo visual.

Cierro el ejercicio intelectual con una cita textual extraída de una entrevista que sostuve con Paulino Vargas Jr., en Saltillo, Coahuila, México, el 24 de febrero de 2012. La fuente es hijo del líder-fundador de Los Broncos de Reynosa:

El alterado es un mercado de moda. Provocó que la gente regresara a las raíces de la música norteña. Las corrientes actuales son una escuela del mal. Estos chamacos pierden de vista el panorama. Muchos de ellos no conocen a gente de peso; si acaso personas de bajo rango. Desde ahí hablan. No saben cómo está el negocio. Creen que todo es echar balazo, rafaguear y subirse a coches nuevos. Los jóvenes creen que así operan los delincuentes. Caen en el espejismo de las cosas fáciles. Escuincles que no pueden sostener un rifle porque no cuentan con el adiestramiento. Se trata de sobrevivir, no de matar. El verdadero capo negocia, no enfrenta. La clase más baja es carne de cañón. Los pandilleros se están acabando porque todos andan metidos de sicarios. Chamacos que a los catorce años mueren. Vivimos entre gente resentida. Hay confusión. La vida fácil no existe. El Movimiento Alterado es una moda. La gente se satura de tanta barrabasada. Esto provoca vacíos y daña a los verdaderos compositores. Están matando la música. Los corridos son una cuestión histórica. La prohibición no es el camino. Debe existir más exigencia de parte de las instancias artísticas. Propongo que antes de registrar un corrido, sea verificado por especialistas para determinar si cumple con los elementos básicos. El corrido seguirá existiendo aunque a usted no le parezca. Toda la vida, el corrido ha sido una válvula de escape del pueblo. En Sinaloa han intentado prohibir los corridos y no hay manera. No se puede. Tendrían que arrancarles la piel. Es algo que los sinaloenses traen en la sangre. Por supuesto que va a mutar. El Internet no lo ha podido controlar; ni en otros países que son más estrictos han podido lograrlo. La prohibición sólo hará más grande el problema. La gente vende, clandestinamente, la música.

 

Fuentes consultadas

Bibliografía

  • Ferry, Gabriel (1945). La vida militar en México. México: Editorial América.
  • Giménez, Gilberto (2007). Estudios sobre la cultura y las identidades sociales. México: Conaculta.
  • Ibargüengoitia, Jorge (2015). Las muertas. México: Planeta.
  • Moedano, Gabriel (1976). La vida y la obra de Vicente T. Mendoza (1894-1964). México: SEP.
  • Ramírez-Pimienta, Juan Carlos (2011). Cantar a los narcos. México: Planeta.
  • Ramos Aguirre, Francisco (1991). Mariano Reséndez y sus corridos. Ciudad Victoria, México: Gobierno de Tamaulipas.
  • Rulfo, Juan (1993). El llano en llamas. Barcelona: Anagrama.
  • Sosa, Eulogio (entrevista), 5 de septiembre de 2005, por Luis Omar Montoya Arias (trabajo de campo), El corrido mexicano.
  • Stanford, Thomas (1984). El son mexicano. México: Fondo de Cultura Económica.
  • Tinajero Medina, Rubén (2004). El narcocorrido, ¿tradición o mercado? México: Universidad Autónoma de Chihuahua.

 

Hemerografía

  • Bernecker, Walter (1993). “Contrabando, ilegalidad y corrupción en el México decimonónico”. Revista Espacio, Tiempo y Forma, Madrid, UNED, pp. 393-418.
    (2005). “Contrabando en el México decimonónico”. Revista América Latina en la Historia Económica, #24, julio-diciembre, pp. 133-149.

 

Entrevistas

  • Hernández, Hernán (entrevista), sábado 29 de octubre de 2005, por Luis Omar Montoya Arias (trabajo de campo), El corrido mexicano.
  • Hernández, Jorge (entrevista), sábado 29 de octubre de 2005, por Luis Omar Montoya Arias (trabajo de campo), El corrido mexicano.
  • Vargas, Paulino (entrevista), 24 de febrero de 2012, por Luis Omar Montoya Arias (trabajo de campo), El corrido mexicano.
Luis Omar Montoya Arias
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Notas

  1. El llano en llamas es una exaltación a la mexicanidad. Sus ejes temáticos son el reparto agrario, la violencia, la vida rural en México, la ausencia de agua como causa de crisis económicas, la prostitución y la muerte. Las muertas, de Jorge Ibargüengoitia, recupera la historia de las poquianchis en el Bajío mexicano; habla de danzones, mariachis, fútbol, lesbianismo, homosexualidad, extorsión, violencia y narcotráfico.
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