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La instantaneidad de Velázquez
"Soy en la tela un soplo, "Un momento único" puede parecernos algo que expresamos paradójicamente como "un instante eterno". Momentaneidad o instantaneidad podrían llegar a significarnos, por instante o momento, precisamente lo contrario: el momento, la percepción o sentimiento de lo pasajero; el instante, la instantaneidad de lo permanente de lo extático, de lo perdurable, de lo eterno. Daríamos así, al momento, a la momentaneidad, significado de duración; y al instante, a la instantaneidad, significado extático de perduración, de eternidad quieta. A la captación del fantasma luminoso por la cámara oscura, en la fotografía, se le llamó vulgarmente "instantánea", "una instantánea". De la pintura de Velázquez se dijo que era una anticipación pictórica de la fotografía por esa instantaneidad. Pero, si separamos el sentido de los sinónimos "momento" e "instante", podríamos decir que lo que hace Velázquez en su pintura es convertir "un momento histórico" en un "instante eterno". Y al hacerlo humaniza la pintura, fantaseándola de ese modo. La conversión de un "momento histórico" en un "instante eterno" es en lo que, a nuestro parecer, radica la esencia de la poesía; por el sonido o por la luz —como en la música, como en la pintura y escultura—; o por ambas cosas a la vez, por la palabra creadora que decimos poesía. Y eso que llamamos "momento único", es el momento que no pasa, que no puede pasar. El romántico Alfredo de Musset escribía: "este siglo es un mal momento". Y el gran historiador y crítico de arte, el maestro Focillon escribe: "El artista vive en una región del tiempo que no es forzosamente la historia de su tiempo". "Hacer época no es intervenir pasivamente en la cronología, es apresurar el momento..." (¿El momento histórico?). Y sigue diciéndonos Focillon: "A la noción del momento conviene añadir la noción del acontecimiento que le corrige y completa...". Y el acontecimiento —añade— es "como una sacudida eficaz...". El instante espiritual de Focillon no coincide con el momento histórico, sino cuando a éste se le añade el sentido de un acontecer que lo corrige y completa: "como una sacudida eficaz". Al momento sucede, le sucede, ese acontecimiento revelador, por el que se transforma y transfigura en "instante espiritual" que nosotros llamamos paradójicamente "instante eterno". Y entonces, sólo entonces, es cuando surge para la poesía la "obra de arte" en cuanto tal. Cervantes, como Velázquez, nos lo enseña magistralmente. Cervantes escribía: "No puede escribir cosa que sea de momento el que por instantes está esperando la muerte". Esa "cosa que sea de momento" traspasada de su instantánea eternidad, ¿no es lo que Cervantes escribía? ¿Será el solo momento único para el hombre el de su muerte? Velázquez en pintura, como Cervantes en poesía, nos parecen algo aparte y excepcional, incomparablemente más hondo y puro, en la pintura, en la poesía, que los más grandes genios de uno y otro arte, porque por primera vez en la pintura, por primera vez en la poesía, se hace por ellos, la conversión de un "momento histórico" en un "instante eterno". Velázquez —ha dicho Ortega— pinta en prosa. Cervantes —por primera y última vez, también, en todos los lenguajes poéticos conocidos— habla en esa prosa que ni tuvo antecedentes poéticos ni ha tenido tampoco sucesión. Uno y otro hicieron un verdadero milagro. Parecería que, mientras los otros grandes poetas y pintores —los más excelsos y admirables—, se hubieran puesto de acuerdo para pintar, para escribir..., el arte único —sin precedentes, sin sucesores— de estos dos rarísimos españoles, el arte de Velázquez y de Cervantes se hubiera apoderado un momento —un eterno instante milagroso— de la propia mano creadora de Dios. En el arte de los otros grandes, admirables artistas y poetas, hay un encanto mágico. Tan sólo en el de estos otros dos españoles hay milagro de veras. No habría momentos únicos en la historia, ni en la historia de nuestra vida, si no los hiciéramos parecer, aparecer, eternos. Y es que, como dice un viejo cantar de nuestra tierra: "Un momento es un momento. / Un instante es un instante. / Y es toda una eternidad / lo que tienes por delante".
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