Rafael Boró

I

Escapa de la realidad
transfigúrate en otros átomos
hasta quedar exhausto
hasta que crujan las estructuras
hasta que todos los muelles se den de sí
despide tus miembros por la ventana
Aluniza sin miedo
imagina
intenta mirar más allá
del umbral
fragméntate, decolórate y por nada del mundo
cierres los ojos.

II

Atónito
giró sobre sus raíles
y tropezó con la siguiente estancia
—lo siento, ha llegado al final
—pero yo sólo buscaba el vacío
Arregló sus acordes, se despeinó y salió
le quedaban 700 mundos por explorar.

III

Paralicemos nuestra respiración en un instante
suspendamos la ejecución de este momento
dejemos de girar sobre la órbita
de ese otro
que no es yo.

IV

La poesía se escapa por las rendijas
La humedad se desliza por tu entrepierna
te crece la hierba entre los ropajes
voy a lamer despacio los pelos de tu vagina
hasta que broten burbujas de tus dedos
y tu lengua sea una gran esponja verde
y hayan estallado todas las ventanas.

Necrológico I

En las constelaciones está escrito tu nombre
ese del que hablan cuando aún esperan algo
cuando intuyen infinitud sobre los racimos
yo no sé si estás, creo que no resistiré
si pudiera, te regalaría violetas
si saliera de aquí, te buscaría en los ríos
otearía todos los universos, bailaría
hasta caer rendido...
Mas silencio
—se teje podredumbre sobre el abismo.

Necrológico II

Déjame que te diga que soy inaplazable
inmarcesible, inagotable, ruptura de síes
habitan en mí la holganza y el desamparo
la credulidad y el terror extremo
Soy una gota de alivio en medio del vendaval
y nunca, nunca, nunca hollarás mi esencia.
¿Por qué te empeñas entonces tan serio y rígido
en terminarme? El martillo que me aplasta rebotará
y te hará sangrar en la nariz.