Como siempre, todo hacer escritural de Borges merece la atención que debe dársele al egregio e incomparable polígrafo argentino, creador de mundos ficticios y fantásticos. Toda la obra escrituraria de Borges está basada en su hermenéutica de bibliófogo. No imaginamos una obra borgiana que no esté impregnada de tantas lecturas sobre textos apócrifos, bíblicos, alegóricos o sobre pasajes parabólicos del Texto Sagrado para luego activar esa imaginariedad tan especial de la que disponía, luego, para lograr sus “irreales” escritos abigarrados de entresijos y abisales propio de sus obras.
Ahora obtenemos con este ensayo de Carlos Alberto Villegas Uribe, un motivo más para admirar la perspectiva sobre la crítica compositiva referida a la escritura de la novela “negra”. Excelente artículo.

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