en las zapatillas una muchacha
encima de las zapatillas
estás como cocinera esta noche
en tus manos
esa tortilla
abraza con ternura
tiras de queso
en el umbral la muchacha
ven / deja te abrazo
yo también tiemblo
ven / deja te comparto
la música de mis adentros
ven / deja te huelo
ven / no te asustes
—soy tan de carne como tú
ven / cada palabra puede ser un beso
—deja que te escuche
—deja que te vea colorada la cara
no te quites la ropa aún
todo ornamento es preciso
en este momento
en el beso la muchacha
el beso / sí / lo recuerdo / sí
———era un beso
———en tu mejilla
digo / escribo / digo y escribo esto
como un compositor
como frente a un micrófono
como si cantara
un beso / sí / el beso
——el que te di en la mejilla
el primer beso que te di
después de volver
un beso amistoso
un beso de / ya me voy
luego te veo / luego nos vemos / ¿va?
es que luego me cierran la puerta
un beso que guardo en mi memoria
una bendición después de volver
un beso con ganas de besarte
y sin embargo / sólo fue un beso
sin cortejo
un beso / lo escribo / te escribo:
——mi labio inferior
——lo recuerda
——mi labio superior
——lo recuerda
un beso / en fin / con sabor a árbol
——————a jardín
——————a cachete
ahí se clavó el beso
tu cara ruborizada
algo apresurado
así fue el beso / ese beso
ahora te diré / fueron dos besos
tu mano
al tocar mi mano
fue otro beso
no tan beso
como el otro beso
y más beso fue pues hubo más humedad ahí
que entre mis labios y tu cara
en la mano una pareja
yo
escribo sobre esta hoja
ha tiempo blanca
hoy luminosa
escribo palomos
ranas
panquecillos
tú
con el pincel acostado entre tus dedos
vas al lienzo que sueña vírgenes y santos
koalas y árboles
muchacha
y muchacho
tú y yo
besándonos
- Cuatro poemas del compendio inédito Odessa, de Pedro Mena Bermúdez - miércoles 21 de octubre de 2015