Justo ahí, después del discurso por un nuevo país
cansados de la espera para la llegada de los filtros
los catéteres la heparina los reactivos
la camilla para la niña, para el anciano,
para el sin nombre, para el indocumentado.
Justo ahí, después de un porro
aquejados porque la comida no alcanza
el sueldo no alcanza
la luz no alcanza no llega se tarda
porque no se consigue la pegaspargasa ni la mercaptopurina.
Justo ahí, después de las galletitas de subway
después del show sin tarima de la tarde pasada
entre la falta de inmunosupresores
ante la falta de agua
en búsqueda de cardioxane o rituximab.
Justo ahí, donde las cloacas llegan a nuestras vaginas
y hace falta un corresponsal
con alguna enfermedad hepática
o con un toque de leucemia linfocítica.
Justo ahí, donde los pájaros dan el último baile de la tarde
se despiden dos amantes confundidos de tazas
porque, justo aquí
también se padece de trancas
……..indefinidas.
Ya no me queda verbo para los piecitos del Amazonas
para el Jhonny que pide pan y cien bolívares
para la coca, lo papelitos y el crack
para la señora del terminal a las 6:30 am y sus ojos aguarapados.
Muda. Ante la escasez. La ausencia.
Miro. El sí y el no. El humo del café a 3.150 bolívares.
Observo el pegoste de la cola con 611 mujeres y 44 hombres
no cuentan los niños, pierdo la cuenta
1
2
3.
Tampoco me queda verbo para el azúcar la harina el pan el papel toilet
el arroz la pasta los huevos el popurrí la leche el papelón los trogloditas.
Pausa. No hay catéteres, nuevamente. No hay inmunidad. La libertad
anda escapándose y trepa apamates, robles, samanes.
Ya no me queda verbo para mis niños con drepanocitosis
para la infraestructura de este hospital
que llora por las paredes y gotea desde el piso hasta el techo
hasta la grieta hasta la noche hasta los huesos.
Hay lodo
tinta sobre el papel
y rezan las golondrinas en el tejado
déjame entrar en tu aliento
silencia las voces de Coetzee
búscame en el timo
que ensanchaste
hay lodo a los bordes
y tinta en la comisura de tus labios
la piel aún está caliente
escríbeme
pues se acaban las plegarias
y se aproxima el vuelo.
Después de la lluvia
nos queda el río
bordea la sala
la cocina y los cuartos
estas aguas traen cosas “nuevas”
vasos
pipotes
cuerdas
serpientes
después de la lluvia
llegan los regalos
aún hay esperanzas
porque las aguas traen bondades
así decía la abuela.
Hermana
soñé que lloraba desde tu vientre
y no pude alcanzarte
ya no cabe la ternura entre nosotras
ya no somos una
te fuiste —para bien— hacia tus hijos
me diste descanso
pero ahora deambulo en pena
fría y desnuda
sin ti.
a Mary
Prendo el incienso
cuento la quincena
y ya sé que no es suficiente
para este mes —otra vez— no habrá donaciones
pues la sangre se estancó en mis huesos
y el dinero queda allí al ras del piso
el coco se instala en la papilas
arropando todo el techo de la casa
vámonos a Cuyagua
pediremos cola
ahí va el aire
respira
fingers crossed
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