¡qué asco me produce la gente!
dispuestos en todo momento a arrancarte los ojos
por mantener su puesto
en la fila, por morir matando.
los viernes la línea Córdoba-Cádiz
da asco de verdad
insufrible
los codazos y empellones
la humanidad en su máximo esplendor
la piara en movimiento
un banco de sardinas en su salsa
y pulpos en su tinta
viejos babosos restregando la cebolleta
con la bragueta desabrochada
y la sonrisa angelical y amarillenta
los universitarios nerviosos por el olor a estasis
las chicas de la noche furiosas pulsando enloquecidas sus teclados enviando sondas espaciales
tipos y mujeronas que van y vienen arrastrando ese lodo de tristeza desamparada
me entran ganas de liarme a puñetazos
un tipo con corbata presume por teléfono de la venta que ha realizado
del coche que se va a comprar, de sus vacaciones a las islas Sheychelles
habla con un modismo pijo y cansino, a voz en grito
en lo profundo de su boca un demonio habilita un cuarto de baño con un gran retrete
es inevitable que mi alma se vea perseguida por pensamientos homicidas,
es viernes.
la tierra de la luz y de las flores… y un cojón
Maldito calor
eterno sureño paisaje
huérfano de nubes de estaño
ni un solo maldito banco de niebla que llevarse al gótico corazón.
La luna parece un decorado inútil
las chimeneas apenas si adornan un poco la cálida sombra.
Maldito paralelo de números calientes
tanta luz, vivir en un continuo cuadro de Sorolla
es un puto tormento.
Quizás un noruego no comparta mi anhelo
de hielo.
certificado de participación
reviso todos los días mi correo
incluso el buzón metálico de la puerta
poca cosa, mierdas que nadie quiere o mierdas que todos quieren
notificaciones del banco y publicidad innecesaria
da igual
todo
es
lo
mismo.
Hoy: un certificado de participación en un concurso.
En cada esquinita una bandera de la II República
en el centro del apaisado infolio el texto
abajo las firmas del presidente y del vocal
me recuerdan a las de los jueces que sentencian a muerte
es una asociación de lucha obrera
el poema que envíe fue: mira
ni me acordaba, no era un mal poema
algunos versos tenían fuerza
eran honrados. Lástima, me hacen falta esos 100 euros
cien pavos es mierda, puedes pensar
pero prefiero ciento en la mano que Premio Planeta volando.
El Planeta está muy bien pero mi hijo necesita unas zapatillas nuevas:
—¿qué haces? —le pregunté bajo la luz azul de su cuarto.
—Lo mismo que tú —me respondió sin alzar la vista, enmarcado por la pared en la que Darth Vader me señalaba con su dedo acusador. Mi chico doblaba un trozo de cartón y lo introducía dentro de la zapatilla de deporte.
Pueden meterse el certificado donde les quepa… aunque quizás lo utilice como plantilla para las destrozadas deportivas de mi joven padawan.
Karl Ove es un gran hijo de perra. Ojalá hubiera más
La habitación es pequeña
pero es suficiente
la mesa de cristal refleja en parte el pequeño universo
libros papeles lápices rotuladores y pilots
cables, auriculares, el módem, un teléfono fijo, un flexo azul del Ikea,
la taza de star wars receptáculo de más lápices y bolígrafos y perdidos clips y una jeringuilla y una tijera para papel libretas de poemas, block bellos y nazaríes, un usb de 16gigas una vasija pequeña de barro pintado, paquete de cigarrillos, mechero de color rosa, el rey mago diminuto del roscón de reyes del año pasado, fotos tamaño carnet de mi mujer y los niños, pos-it una lámpara rota que imita el diseño Tiffany, libros siempre libros.
La pared es rojo carruaje
no hay ventanas
sólo rojo carruaje
a mi izquierda me arropa una estantería de libros
se inclina salvaje y peligrosamente sobre mí
los amores son difíciles.
Se presiente
una música que escapa
una nota difunta,
se necesita una buena dosis de oscuridad para componer poesía
poesía de verdad.
“No digas nunca la verdad
debes decir siempre lo correcto
lo bueno debe triunfar sobre el mal,
no digas la verdad a no ser que sea paralela a lo establecido
y rara vez realizan un trayecto juntas”
me decían los santos de la verdad.
La enfermedad y la muerte
son las dos grandes potencias del hombre
el tiempo nos engaña con su transparencia
pero todo es nada.
No
podrás
escapar
a tu maldita sombra
a ti
el espacio, el tiempo, tu amor, tu desamor, tu fortuna, tu mala fortuna, tu descendencia, tu infertilidad, tus sueños, los sueños todos los grandes sueños, tus deseos conscientes, los inconscientes, incluso tú…
Nada escapará a la verdad.
escribir
Necesita
que se te haya roto
algo
en la infancia
en la adolescencia,
escribir
es
un
acto
devorador
una
sangría
del
alma.
Nunca es
un
consuelo,
la luz
se
escapa
en
todas direcciones.
Las
alas
se extienden para
volar.
La tierra
humea
bajo la primera
lluvia.
La hermandad de la uva
Todo se desvanece a mi alrededor,
pero sin convicción
con la desgana propia de lo inevitable.
La tarde es ceniza
las arrugas se han instalado en mi rostro
para no marcharse
y las escaleras son mecánicas
y todas bajan.
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