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Cuatro poemas de Bitácora de un aprendiz, de Manuel López Quiroga

lunes 7 de septiembre de 2020
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“Bitácora de un aprendiz”, de Manuel López Quiroga
Bitácora de un aprendiz, de Manuel López Quiroga (Letralia-FBLibros, 2020). Disponible en Amazon

Bitácora de un aprendiz
Manuel López Quiroga
Poesía
Letralia/FBLibros
Caracas, 2020
ISBN: 9798679099432
56 páginas

Bitácora de un aprendiz, del escritor chileno Manuel López Quiroga, reúne poemas escritos entre 2005 y 2020 en los que se puede apreciar no sólo la evolución de un autor que ostenta una voz propia, sino además su solvente dominio de diversas formas de expresión poética. El dolor por quienes han partido y la certeza de “partir / a la hora señalada de antemano”, así como la preocupación ante un mundo que parece caerse a pedazos, encuentran expresión en estas páginas junto con el canto a la esperanza, el amor que abriga y la fuerza vital que halla su cauce “sencillamente / como el viaje desde la noche al día”.

 


 

El tiempo es aliado de la muerte

el tiempo es aliado de la muerte
completa inevitable su tarea
nos vuelve andamiaje calcáreo
estructura original de nuestros pasos

aliado es el tiempo de la muerte
corrompe degrada reduce reseca
nos vuelve a la raíz de nuestros huesos
regreso a la materia elemental

 

Habla de trenes el abuelo

Habla de trenes el abuelo
y abre la ventana de la nostalgia.
Trae en la voz andenes atestados
y nombres de estaciones,
fantasmas de antigua vida
carcomida por el tiempo.

Recuerda cuando arterias metálicas
latían en el desierto
y los convoyes vestían la soledad
con acompasada melodía,
trasladando infatigables
los adioses y los reencuentros.

Maquinista,
carrilano,
guardavía,
fogonero,
eran artífices cotidianos
del movimiento por la doble vía.

No sabe cuándo el silencio
volvió a reinar en los dominios
donde vida, historia,
pasajeros y mercaderías,
cantaron del trabajo
su epopeya mineral.

 

Partir y quedarse

A Amita y Apito, Chamana y Pallino

Partir
A la hora señalada de antemano
Por los astros
En la palma de una mano
Y trasponer la puerta que propone la muerte.

Pero quedarse
Sin embargo
En las cosas de cada día.

Quedarse
En la sopa humeante
En el pan amasado
En las camisas lavadas y planchadas
Obras cotidianas de las manos maternales.

Quedarse
En la dura jornada laboral
De la pampa salitrera
Bajo el sol abrasador
O el frío nocturno
Buscando aquel salario
Con que alimentar a la familia.

Quedarse
En las canciones de amor
En los bailes de la alegría
En el consejo constante
En la esperanza de cada día.

 

¿Para qué sirve la poesía?

“…Hay la alegría de ser sano y la de ser justo;
pero hay, sobre todo, la hermosa, la inmensa alegría de servir…”.

Gabriela Mistral

La poesía no sirve para nada.

No detiene la guerra
No es pan para el hambriento
No viste al andrajoso
No impide lágrimas de huérfanos

La poesía no sirve para nada…

que no sea
creer que otro mundo es posible
(como dicen por allí)
creer que existen utopía y unicornios
estar despierto ante el dolor ajeno
trabajar por la esperanza
para que todas y todos tengamos iguales oportunidades
en la vida.

Manuel López Quiroga
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