Publica tu libro con Letralia y FBLibros Saltar al contenido

Cinco sonetos de Francisco Cuaresma Borrero

lunes 22 de mayo de 2023
¡Comparte esto en tus redes sociales!

No llores, corazón mío

No llores, por favor, corazón mío
que el tiempo siempre olvida los rencores,
quisiste la más bella de las flores,
y para el tiempo eso es un desafío.

No sufras nunca más, recuerdo mío
por el dolor que dieron tus amores,
recuerda siempre que esos sinsabores,
fue como machacar el hierro frío.

En este mundo efímero y errante,
nunca busques por pago la venganza,
siempre vive el momento y adelante,

que tras la tempestad viene bonanza
corazón encogido fue arrogante,
y lo que fue tiniebla, es esperanza

 

Emboscada

Me gusta imaginarme la promesa
que aprenderías de mi toda tu vida,
dichosa, solícita, bienvenida
la luz, que ha de brillar en tu cabeza,

como un rubí, como una joya persa.
¡Enseñarte contenidos me embelesa!
y reprimo mi sollozo que no cesa,
de aquel último día de tu partida.

hoy te esperé igual que un día de antaño
en que sabiduría te traspasaba.
Hoy huías ataviada por el daño,

la ira tu semblante decoraba,
Pero espera, que no acabará el año,
en el que quien mal anda, mal acaba.

 

Voz silenciada

No existe ningún ser en este mundo
que pueda hacer callar mi poesía.
Si Dios me dio esta voz y gracia mía
¿por qué la he de esconder como algo inmundo?

Enterrada en el nicho más profundo,
sepultada por norma y tiranía,
es un bozal del perro que se cría
en su regazo natural, jocundo.

Llorar puedes, corazón, pero no grites,
porque molesta tu lamento en alto.
da igual la comprensión que necesites,

ahoga bien tu pobre sobresalto,
pues le disgustan lo que tú transmites,
porque su corazón es duro asfalto

 

Morir para tenerte

Me cuentan cómo crece tu lisura
y me muero por verte tan apuesta
toco la noche… lloro… ¡Cómo cuesta
negarles a mis retinas tu hermosura!

Tú sabes que te quiero con locura
y siempre ves la valla que hay interpuesta;
mi vesania, tu voluntad supuesta,
dos décadas; tres heridas sin cura.

Sólo la muerte acorta la distancia
y si me muero ya, tendré la suerte
de esperarte ascendida, cual fragancia

de aromas que no pude concederte.
Como fuerza del mar en abundancia,
me quisiera morir, para tenerte.

 

Verte otra vez

Quisiera un día volver a sentirte
aspirando tu aliento y tu sudor.
Con la condición de tenerte, amor,
entre mi vida y tú quise elegirte.

En nostalgia gris quise convertirte,
como corola de marchita flor,
como un yugo de arenas y dolor,
¡Cuánto silencié, sin querer decirte!

Después la amargura ahogó mi lucero
en la negrura de altas esferas,
con el aroma denso de un te quiero.

Amor de mis entrañas, si me esperas
te daré de mí un tesoro entero,
como si un dios omnipotente fueras.

Francisco Cuaresma Borrero
Últimas entradas de Francisco Cuaresma Borrero (ver todo)

¡Comparte esto en tus redes sociales!
correcciondetextos.org: el mejor servicio de corrección de textos y corrección de estilo al mejor precio