Ahora, cuando un nuevo año nace y despliega su docena de meses ante nuestros ojos, desde la Tierra de Letras queremos dar un mensaje de esperanza. No han sido fáciles los últimos años y seguramente tampoco 2023 lo será, pero creemos que las dificultades a las que hemos debido enfrentarnos son la semilla de una disposición firme a avanzar con entereza y a construir el futuro con lo mejor de nosotros.
Estamos conscientes de que no es tarea fácil abonar la esperanza en un mundo que permanece bajo la amenaza de una guerra fratricida —todo enfrentamiento, no nos cansamos de decirlo, es en esencia fratricida en cuanto que somos todos hermanos—, un mundo que tolera la vulneración de los derechos humanos y la pena de muerte directa o indirecta en aras del beneficio material, un mundo enfermo que no termina de curar sus muchos males, pero nuestra confesa vocación es creer que un amanecer pleno, un amanecer próspero, es posible.
En estos primeros momentos del nuevo año esperamos que todos ustedes estén rodeados de sus afectos y que éstos les brinden el cobijo que sabemos necesario. Que 2023 les dé no sólo prosperidad y tranquilidad, sino tiempo y energías para escribir mucho y para leer mucho. Que el camino les sea de provecho es el deseo con que le damos la bienvenida al nuevo año desde la Tierra de Letras.
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