Luego de leer esta entrevista me he sentido exultante por saber que Alberto Hernández hizo una dicección profunda y a conciencia de mi hijita “La balalaika” y la diagnósticó no solo sana sino también prometedora. Además me recordó a Harry Armela con quién pude compartir lecturas y análisis en su casa a la sombra de la Maestranza de Maracay, también a Rubén Páez Díaz, ese literato llanero de quién he perdido la pista. Pero creo que lo mejor es la respuesta que el Poeta le da a José Pulido cuando le menciona el exilio, algo que yo también he tenido que responder en ocasiones pero no con las palabras tan atinadas del Poeta, veamos: “Hace poco uno de esos casi atildados de la cultura de Maracay, solapado en una suerte de venganza personal y atávica, me dijo que no había exiliados, que había emigrantes económicos. Me dieron ganas de hablarle de Carlos Marx en el alemán que no hablo. Resulta que todo éxodo es político. La gente no se va porque no tenga qué comer, que es verdad que por eso se va, pero huye realmente por las criminales políticas económicas de los dictadores. La economía es manejada por entes políticos, por eso todo exilio, toda movilidad más allá de la frontera, lleva la marca política en la frente”.

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