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Guía turística para disfrutar Norcorea

miércoles 6 de mayo de 2020
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“Norcorea”, de Kevin Castro
Norcorea, de Kevin Castro (Sub 25, 2017). Disponible en la web de la editorial

Norcorea
Kevin Castro
Poesía
Sub 25
Lima (Perú), 2017
ISBN: 9789874544162
72 páginas

“Hay un botón nuclear siempre en mi mesa. Esta es la realidad, no una amenaza”.
Kim Jong-Un

Una definición aceptable del movimiento sentimentalito la hallamos en su retorno hacia la arista humana dentro de las poéticas jóvenes del Perú. Los poetas adscritos al movimiento centran de nuevo al sujeto como eje modular. Kevin Castro (Lima, 1993) no sólo orbita dentro de esta estética, sino que parece ser su eje. Estas líneas darán cuenta de esto y se explicarán de la mano de Norcorea (Sub 25, 2017) libro sentimentalito en su totalidad.

 

*

 

Cuando pensamos en los 120.538 km² que componen la geografía norcoreana, nuestra semántica nos lleva por los caminos de la otredad, del aislamiento, de lo inconfesable, de lo que nunca llega, lo que nunca se concreta: algo muy propio de la generación nacida en ese espacio-tiempo árido que fueron los noventas. Quizá toda generación está rota, pero esta en particular lo manifiesta con una intensidad abrumadora.

hay moscas en mi cara y eso también puede ser señal de algo
bueno
por ejemplo algo dentro mío se muere y eso que muere está
enfermo
no sé si viviré lo suficiente para escribir un poema como un
manual para montar caballos
no sé si viviré lo suficiente para montar un caballo y escribir:
“he montado un caballo
con el pelo brillante
y los ojos brillantes.
yo mismo he brillado”.

¿Qué es real y qué escenificado? ¿A qué aspiramos y que nos rompe? Norcorea es la propaganda arirang de una generación, más modesta que las complejas coreografías del régimen, pero no por eso menos potente.

yo sé que tú prefieres
mirar cómo maduran las naranjas
silbar así / un poco.

 

*

 

Los textos literarios, institucionalizados dentro del curriculum, forman parte del aparato de modelaje escolar. Si todo dispositivo político está destino a formar un cuerpo1 particular, los textos y la forma en que se enseñan colaboran activamente dentro del maremágnum discursivo que facilita este proceso: vindicando formas culturales y expresiones de humanidad en detrimento de otras; catalogando intereses y modos de ver; acorazando las particularidades de un grupo para luego verterlas bajo la estafeta de la unicidad y el rigor que toda verdad conlleva.2

El arte siempre da cuenta de la condición humana, pero acá ese vínculo se establece desde el empleo de parafernalia mínima.

En Norcorea se percibe una fuerza contraria. Lo popular forma al sujeto y crea una nueva sensibilidad. Crea nuevas visiones de mundo. Nuevos accidentes que amplían el marco de referencias que somos capaces de ver. Norcorea no pretende modelar sujetos; intenta evidenciar los vínculos sentimentales entre ese sujeto descentrado que es el yo poético y un mundo que lo atraviesa por medio de distintos códigos.

Los centros de enseñanza pierden el control frente al embate de las tecnologías de la información. Cada vez más aprendemos y nos informamos por medio de descargas ilegales. La liberación de documentos amplía los repertorios culturales más allá de los deseos de los estados nación. Las formas de mirar se amplían. Los ojos activan sus offcells y logran ver los espacios en donde antes no había nada. Espacios en donde la luz no se fijaba, pero ¿es que acaso no miramos siempre la oscuridad?

Estamos frente a un punto de contacto intertextual. Uno no exclusivo entre textos, sino entre el texto y el devenir cultural en su estado más real y por tanto menos académico. El arte siempre da cuenta de la condición humana, pero acá ese vínculo se establece desde el empleo de parafernalia mínima.

estoy haciendo una lista larga de cosas que no tengo y que
quiero regalarte de todas maneras
estoy ideando un plan para robar muchas de esas cosas, que
incluyen una pelota de básquet, un libro de 1,000 páginas, un
lapicero y tres pastillas de MDMA
he pasado los últimos 50 minutos de mi vida pensando en poner
a prueba mis capacidades de buceo de aventura y tirarme al
río de cabeza y aguantar todo lo posible la respiración
quiero que una ballena de río se coma mis riñones si hago eso
quiero llorar porque no tengo riñones sanos para donártelos si
los necesitaras mañana
en mi vida las únicas cosas que tienen sentido empiezan con la
palabra “mañana” o “el miércoles”

La desgarradura como condición de una generación entera a la que Castro le da una voz desconsolada y nudosa porque no hay otra posible. Voz artrítica que enuncia pero que con dificultad propicia la acción. Una voz desconsolada, porque toda su educación sentimental los arroja hacia eso: adormecimiento, espera y contemplación vacía.

La poesía nunca ha sido suficiente. Se recurre a ella de forma desesperada y de la misma forma quien la consume escapa hacia otros derroteros igual de ineficaces. El yo poético de Norcorea recurre a otros dispositivos estéticos para paliar su situación vital; sin embargo, la estratagema acaba en lo mismo.

La música de fondo de esta escena es No games de Rick Ross & Future. Cuando el jefe narcotraficante gana, enciende un cigarrillo y deja que el sistema le muestre los datos de su ahora víctima. El personaje corresponde al tipo “cinéfilo” que odia el cine comercial. Luego de ver sus datos, los narcotraficantes se dirigen a su casa y lo encuentran dormido. El jefe narcotraficante decide que no es divertido matarlo si está dormido, así que ordena esperar a que despierte. Todos los narcotraficantes toman un café en la cocina esperando a que esto suceda. Cuando el tipo despierta y ellos se dan cuenta, todos le disparan en todos lados y muere.

Las imágenes poéticas ya no nos alcanzan. Esta generación más que ningún otra depende de las imágenes visuales; como alguna vez dijo un amigo, “jamás amaré a nadie como amé a Cartoon Network”, pero continúan siendo escasas o bien explican lo que ya sabemos:

#tres
mira:

“Norcorea”, de Kevin Castro

Me han vencido antes de cumplir veinte

Celebremos este texto como lo que es: la puesta en evidencia de todo lo que se le negó a una generación entera. La muestra de sus cicatrices mal curadas. Muestrario de proyectos inconclusos y aspiraciones gaseosas. Sujetos expatriados de la promesa de futuro; enfrentados al mundo con el arma única de la impostura inducida.

si te beso hoy a las 2:35 am dirás que es una metáfora y yo estaré deprimido por culpa de la literatura
si te beso hoy a las 2:36 am me noquearás en 3 segundos
cuando estoy deprimido googleo sobre nosotros y me siento una mierda
te enseñaré a usar operadores de búsqueda de Google para que tengas muchas maneras de googlear sobre ti sobre mí sobre nosotros a cambio de que me enseñes a sentir el viento en mi piel y sembrar con los ojos flores sobre tu piel
quisiera vivir en los 90 y crear contigo un cómic sobre la Guerra Fría llamado “Doofenshmirtz”
en 1991 yo hubiera llorado cuando Gorbachov disolvió la Unión Soviética
sé que nada de esto tiene sentido
perdón por no poder escribir algo que valga la pena
perdón por no poder decir lo que en realidad quiero decir porque no soy inteligente
por favor no te vayas, podemos mirar series en Netflix y decir en Twitter que miramos el atardecer desde un globo aerostático.

 

Bibliografía

  • Eagleton, Terry (1983). Una introducción a la teoría literaria. Madrid: Fondo de Cultura Económica.
  • Eco, Umberto (1965). Apocalipsis e integrados. Barcelona: Lumen.
Erick Quesada Garita
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Notas

  1. Me refiero acá a cuerpo en su sentido más real. Cuerpo hecho de carne, sangre y tejidos destinados a la descomposición.
  2. Tesis como las de Eagleton y lo kitsch recorren este camino. El primero apelando a los procesos de modelaje social que gracias al canon y la oficialidad se articulan para forman sujetos políticos dóciles. Lo kitsch como construcciones culturales de consumo genérico que permitan un aglutinamiento por medio de efectos confeccionados ajenos a las complejidades de las actividades culturales.
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