(en colaboración con Miguel Losada).
La nevada o el invierno
De pronto llega el viento y la tormenta.
El árbol se cimbrea tan desnudo
que parece una lira que se aleja.
Lidiando con los Céfiros,
desvelados los tres presos avanzan.
Una fuerte ventisca les azota.
Oscuras sus cabezas
con las sábanas tan níveas,
como almas en pena.
La mirada extraviada hacia el limbo,
tan humildes enfrente de un paisaje de humo y tanta niebla.
En el aire no queda ningún ruido.
Detalle de “La nevada o el invierno”
El burro no comprende
a su jinete,
un cerdo que parece muerto.
El cerdo va soñando que es humano.
Se pregunta
por qué va tan atado
en vez de ir altivo
como un conde
con tan buena montura y tanto brío.
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