Los dos aquí, te extraño
Raro,
añorar lo que está frente a los ojos.
No al tú que eras,
sí-no al tú que eres.
Te busco
aquí.
No basta.
No bastas.
No habrá nunca más suficiente de ti.
Cuéntanos cómo si fuéramos un cuento, pedí
Y nos imaginaste en una ficción donde los personajes llevaban nuestros nombres
pero se encontraban en escenarios imposibles para nuestra realidad.
Cuéntame el cuento de los dos, intenté.
Me contaste nuestro pasado inmediato, las últimas 10 horas.
Cuéntame nuestra historia como un cuento, traté de explicar.
Me contaste nuestro presente; me dijiste que nos queremos mucho.
Ficcionalízanos, romantízanos,
trata de hacerme creer que encontré lo que todas creemos que estamos buscando.
No puedes.
No entiendes.
A ti te basta con nuestra realidad.
Que te quiero es igual a te quiero.
Y te quiero puede ser igual a yo también te quiero.
Te quiero no es igual a yo también.
Te quiero no es igual a y yo a ti.
Te quiero no puede dejarse sin responder.
La primera vez que me dijiste Te quiero ¿de verdad ya lo sentías?
La primera vez que te dije Te quiero, o yo también, o y yo a ti, o lo que te haya dicho, no lo sentía con certeza.
Pero no mentía, no mentía porque estaba segura de que iba a sentirlo, porque en mí ya habitaba la posibilidad.
En la analogía que tuve que diseñar para poder racionalizar y comprender mis sentimientos, el no quererte cuando ya me gustabas se sentía como una bola de cristal navideña en la que la brillantina inunda todo y uno no puede ver la figura que protagoniza. Quererte se siente como esa misma bola con la brillantina esplendorosa en el suelo, pero la figura clara y esplendorosa también. Pienso que amarte debe sentirse como adentrarse en la figura.1
De los primeros acuerdos de la relación
Básicamente, que ocupas monogamia. “Period”.
De tu necesidad monogámica
que viene de tus problemas de abandono.2
[¿Cómo se nombra a mis problemas? ¿Cuál es el contrario a abandonment issues? ¿Staying issues?]3
[Desperté con náuseas al día siguiente de los acuerdos]4
La principal diferencia entre el pasado amor y tú es justo que en aquello de amor no había nada.
Me gusta tu cabello. Me gustan tus piernas. Me gusta tu nariz. Me gustas tú. Me gustas mucho. Me gustas mucho. Me gustas. Me gustas mucho. Me encantas. Te quiero mucho. Te quiero. Te tqm. Te quiero mucho. Te quiero muchísimo, mi amor. Mi amor. ¿Te puedo decir mi amor? Me gusta decirte mi amor. Te quiero. Te quiero mucho. Mucho amor para ti. Cariño, para ser exacto. Te quiero. Te quiero mucho. Te adoro. Te quiero muchísimo, mi vida. Te quiero. Te tqm. Te tqm. Te quiero. Creo que podría estar enamorado de ti. Te quiero. Te quiero. Te quiero. Te quiero. Te amo. No quiero que las cosas sean incómodas, Tqm. Te quiero. Te adoro. Te adoro y te quiero. Me encantas. Me caes muy bien. Te quiero. Te a-doro. Te quiero. Estoy dentro de la casa, unos pasos dentro de la casa, ¿dónde estás tú?
¿Dónde estoy yo?
Te va a sorprender lo fácil que puedo desprenderme de todo lo que hemos construido
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(reseña de Casas vacías, de Brenda Navarro) - sábado 13 de mayo de 2023 - Poemas de Claudia Santos - miércoles 26 de octubre de 2022
Notas
- Como cuando Timmy Turner entra al castillo de la pecera de sus padrinos mágicos y descubre que hay todo un mundo fantástico allí adentro.
- Que refieren al temor de ser abandonado, no a abandonar.
- Que no me sé quedar en ninguna parte, esos son mis problemas. Lo que no deviene en una necesidad de poligamia pero sí en el miedo a herirte.
- Que no querer herir no es suficiente para no hacerlo.
