El amor de Vanessa Silva por los libros ha hecho que la Librería Kalathos, ubicada en el Centro de Arte Los Galpones, en Caracas, se convierta en su segundo hogar, uno donde ella misma prepara el café y atiende a los visitantes con la mejor de las sonrisas al tiempo que cuida todos los detalles. Es la gerente y también la librera del lugar. Desde 2009 —cuando la librería abrió sus puertas— se ha esforzado por acercar al público a la lectura, organizar todo tipo de eventos relacionados con la promoción del libro y además, como es lógico, no para de leer.
Su cuenta @vaness169 es un espacio donde recomienda libros aunque, paradójicamente, reconoce que esta es una tarea muy difícil. Con todo, ha hecho esta selección de cinco títulos para Letralia.
Hamlet (1603), de William Shakespeare
Llegué a Shakespeare tarde, lo que lamento muchísimo. Por favor, lean Hamlet —o cualquier obra de Shakespeare— con atención a las afirmaciones filosóficas: éstas encierran sabiduría y meditaciones muy útiles para la vida. Me atrevo a decir que sus aseveraciones tienen muy pocas excepciones, y sabrá verse reflejado en ellas. ¿Buscan más allá? Les recomiendo los ensayos de Jan Kott sobre su obra.
David Copperfield (1850), de Charles Dickens
Es el único libro con el que he llorado a mares. Es un libro duro si se establece conexión con el protagonista, pero también esperanzador si se ve desde la perspectiva de la resiliencia. David veía un tesoro en una hogaza de pan con un vaso de café, y quise guardar esa imagen para mis días duros.
Los hornos de Hitler (1947), de Olga Lengyel
Es un libro duro, difícil, pero este testimonio es necesario para entender hasta dónde llegó la maldad de un resentido. Entendiendo el Holocausto como parte de la cultura colectiva en este mundo contemporáneo se me hace obligatorio el conocimiento de este texto que también es un ejemplo de lo que puede alcanzar la dignidad. Olga supo, aun en momentos de absoluta oscuridad, aprovechar sus recursos y aptitudes para sobrevivir y seguir adelante.
Ensayo sobre la ceguera (1995) y Ensayo sobre la lucidez (2004), de José Saramago
No puedo desligar estos libros, por eso tomaré como comodín de cinco libros recomendados + un bono. Es impresionante cómo Saramago describe una sociedad y sus poderes de una manera hasta podría decirse jocosa, con un toque de acidez bien dosificada. Son libros para pensar en nuestro papel como ciudadanos, componentes de un cuerpo que desconoce su propio poder.
La mujer rota (1968), de Simone de Beauvoir
Este es un libro obligatorio para una mujer que se construye a sí misma. Todas nos rompemos, muchas veces, en nuestra vida, el asunto es qué decidimos hacer con los pedazos. Es necesario poner en una balanza nuestro amor propio frente a la sociedad y sus convenciones, muchas veces absurdas. ¿Hasta dónde podemos llegar para complacer a la sociedad? Quizás no nos rompen, nosotros estallamos.
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