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de Editorial Letralia
Cagua, Venezuela
Jorge Gómez Jiménez
Editor

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Letralia, Tierra de Letras
Año VIII • Nº 102
20 de octubre de 2003
Cagua, Venezuela

Depósito Legal:
pp199602AR26
ISSN: 1856-7983

La revista de los escritores hispanoamericanos en Internet
Editorial
Dificultades para descubrir el agua tibia
Jorge Gómez Jiménez

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No es la literatura un mercado de ganancias atractivas. Vender libros no brinda las satisfacciones económicas de, digamos, vender sistemas informáticos o comida rápida. Hasta la Viagra, que tiene un mercado muy específico, produce más ganancias que los libros.

Descubrirlo no es tampoco un suceso agradable. Suele ser desalentador para ese escritor bisoño que un día invirtió todos sus ahorros en imprimir quinientos ejemplares de un hijo de papel que luego se convierte en vergonzoso huésped de los rincones de su casa, tras intentar en vano atraer lectores en inútiles librerías que siempre venden los mismos títulos boom o best-sellers.

Ese escritor aprenderá algún día que la calidad literaria no es una garantía para lograr que un libro se venda. Claro que si se tiene la buena pluma de Gabriel García Márquez o de Umberto Eco es factible que el panorama cambie. Pero, seamos honestos: ¿cuántos de nosotros llegaremos algún día a disparar tales calibres?

Cuando se superpone la agreste selva tropical que es la literatura contemporánea, tan fértil en propuestas y tendencias, sobre las áridas extensiones numéricas de las realidades económicas, se obtiene un territorio hostil pleno de obstáculos y rodeado de inabarcables fronteras. Inclusive para muchos de los autores que suelen aparecer en las secciones de crítica en los diarios, la supervivencia depende de un oficio alterno.

Diversos factores incidieron para que en la última década las corporaciones viraran hacia el libro electrónico, quizás el más colosal experimento en pos de hacer de la literatura una hipermercancía. Los años postreros del siglo XX marcaron el éxito meteórico de la librería digital Amazon.com y ésta, a su vez, era el resultado de la evolución del comercio electrónico —y el motor que impulsó nuevos pasos de esa evolución. Paralelamente, Adobe produjo su software Acrobat y su hijastro Acrobat Reader, que permitió la integración de textos e imágenes con independencia del ordenador en el que fueron creados.

A partir de allí, Rocket y otras compañías crearon programas que intentaban humanizar la experiencia de leer en pantalla, hasta que Microsoft, como es su costumbre, proclamó la estandarización de todo el conocimiento en el área con su formato de libro electrónico patente en el software Microsoft Reader.

Algo, sin embargo, no estaba funcionando correctamente. Salvo publicaciones que por su talante informativo representaban la nutrición intelectual de sus usuarios, y algún que otro best-seller de poca monta como la novela Riding the bullets, de Stephen King, el libro electrónico nunca despegó como se esperaba.

La Feria de Fráncfort de este año es el escenario en el que los grandes del negocio se reconcilian con la realidad. Barnes & Nobles ya había anunciado unas semanas antes que abandonaría el mercado del e-book pues las ventas resultaron decepcionantes. En Fráncfort hablaron Arnoud de Kemp, de Springer, y Helen Fraser, de Penguin: el libro electrónico ha sido un fiasco. Pocas veces descubrir el agua tibia ha sido tan costoso como en esta ocasión.

No dudamos que estos señores del dinero ya saben cuál es la causa y que se enfocarán —o esperarán a que se enfoquen quienes desarrollarán la tecnología—, más temprano que tarde, en resolver el problema. La causa es la plataforma. Mientras la plataforma sean estos aparatosos juguetes de escritorio —uno de los cuales usa usted para leer este editorial— o sus émulos de mano, que no por portátiles permiten una experiencia de lectura más transparente, los libros electrónicos seguirán siendo, como los calificó con frustración uno de estos editores, los parientes pobres del mercado editorial.

Jorge Gómez Jiménez
Editor

Ver en la muerte el sueño, en el ocaso
Un triste oro, tal es la poesía
Que es inmortal y pobre. La poesía
Vuelve como la aurora y el ocaso.
Jorge Luis Borges, Arte poética.


       

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Creada el 20 de mayo de 1996 • Próxima edición: 3 de noviembre de 2003 • Circula el primer y tercer lunes de cada mes