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La compañía boliviana Teatro Los Andes agotó las entradas.
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Entre el 24 de marzo y el 3 de abril se realizó en la capital de Bolivia
el IV Festival Internacional de Teatro de La Paz (Fitaz), evento de
periodicidad bienal cuyo lema en esta ocasión fue "Por la educación y
la esperanza" y en el que participaron compañías de doce países,
provenientes de tres continentes. La función inaugural correspondió a la
compañía australiana Chapel of Change, que presentó el miércoles 24 la
obra El jardinero de la noche.
Este festival fue creado en 1999 por iniciativa privada a raíz del
nombramiento de La Paz como Capital Iberoamericana de la Cultura. La edición
2004 constó de más de una treintena de obras de teatro dedicadas a niños,
jóvenes y adultos, además de diversos espacios de intercambio artístico y
actividades paralelas, entre las que destacó el Coloquio "Teatro y
Sociedad en América Latina 1970-2003".
Los grupos bolivianos que participaron fueron Mondacca Teatro (De
madera, hermano, de madera), Teatro el Ogro (Cantores), Uma Jalsu (El
chambiazo), Teatro Los Andes (En un sol amarillo y Frágil), Kikinteatro
(Ese cuento del amor), Pequeño Teatro (Hamlet y Los
desterrados), Los Cirujas (Latinocuentos), Teatro Fuego (El gran
anillo de sal), El Reciclaje (Un momento antes) y el Teatro
Nacional de Títeres (La creación de Los Andes).
Brasil, invitado de honor del evento, estuvo representado por la artista
Cida Moreira, con el concierto cabaret A los que vendrán; el grupo
Tatro Bequett, con Bequett Na Veia; Teatro de la Plaza, con Historias
de desechos, y Muñecos en Acción, con Interferencia. Además
participaron Alemania, Argentina, Australia, Chile, España, Francia, Holanda,
México, Nicaragua, Venezuela y la nación anfitriona.
Argentina estuvo representada por Mabel (Mabel y Edgar) y Grupo
Leomar (Historia de plumas, rabos y diablos); Chile, por La Puerta (Heidi
hoh ya no trabaja aquí) y Tryo Teatro Banda (Los 3 chanchitos y El
gato con botas); México, por Producciones La Sirena Teatro&Cabaret (Sirenas
del corazón); Venezuela, por Bengala (Titiritón); Nicaragua, por
Guachiplín (Las manchas de la Luna); Alemania, por Teather Mar (La
reina de colores) y Bulubu (La vida es buena); España, por el
Grupo Teatro Meridional (Dionisio Guerra); Francia, por el Theatre
Contemporaine (Las reglas del buen vivir) y Holanda, por
Quade&Paiva (Sister sister).
La actriz Maritza Wilde, directora del Fitaz, pronunció las palabras de
apertura. Al acto inaugural asistieron el presidente de Bolivia, Carlos Mesa,
y el alcalde de La Paz, Juan del Granado, quienes coincidieron en afirmar que
la bienal cultural llevó a la sede de gobierno "un espacio de reconforte
espiritual". Mesa no escatimó elogios para la puesta en escena de la
obra australiana que inició los once días de presentaciones.
Para la realización del Fitaz, la Oficialía Mayor de Culturas de la
alcaldía capitalina invirtió cerca de 100.000 dólares en la refacción de
tres teatros municipales y la adquisición de equipamiento, según informó el
titular del ente, Pedro Susz.
En el Teatro Municipal se cambió el sistema eléctrico, se instaló un
sistema de alarmas contra incendios y robos, se implementó un software para
la compra y reserva de localidades a través de Internet, se compró un
sincronizador de audio, se realizó una refacción del sistema de camarines y
baños y se incorporó una consola, parlantes y equipos de comunicación
donados el año pasado por el gobierno japonés.
En el Teatro de Cámara se reparó la consola de iluminación de 24
canales. En el Modesta Sanjinés se refaccionaron los techos, los camarines y
los baños; se instaló una consola de luces, se cambió el sistema eléctrico
y se colocaron nuevos parlantes.
Por otro lado, la Alcaldía de La Paz procedió a la adquisición, para
presentar obras en los barrios de la ciudad, de un escenario portátil
compuesto por tres equipos de sonido y un equipo de iluminación portátil. La
zona Sur, el Centro, Mallasa, Villa San Antonio y Cotahuma, entre otros
barrios, fueron beneficiados por esta inversión.